La importancia de una buena alimentación: estos son los beneficios de la dieta mediterránea

Varios estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) certifican que este plan alimenticio tiene un impacto positivo sobre la salud de las personas a largo plazo

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Comer es mucho más que ingerir alimentos. De esta manera, comer es todo un fenómeno cultural que pasa tanto por ser un momento de sociabilización y ocio, como de disfrute de los propios productos. No basta con obtener los nutrientes, también hay que saborearlos.

Así, habiendo nacido entre las cocinas italianas, griegas y españolas, la dieta mediterránea es considerada una de las mejores opciones para la salud de las personas. De hecho, diversos estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han demostrado que este tipo de alimentación tiene un impacto muy positivo sobre el organismo. ‘Cuerpos más sanos y mentes más felices’, esta sería la premisa para explicar este tipo de dieta. Sin embargo, a pesar de ser muchos los aspectos positivos que la rodean, las prisas del momento presente han hecho que muchos se alejen de su doctrina y que, en consecuencia, sus beneficios se pierdan. En este sentido, es importante volver a llevar esta alimentación a la mesa.

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¿Qué es la dieta mediterránea?

En esencia, la dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en la comida tradicional. Así, esta dieta se caracteriza por tener una menor cantidad de carnes y carbohidratos y por presentar una gran capacidad para crear opciones flexibles.

Paralelamente, en la dieta mediterránea los alimentos ricos en aceites saludables, grasas insaturadas y granos enteros se superponen a las grasas saturadas, a los conservantes, a los productos de panadería y a las carnes procesadas; entre otros. En este contexto, el aumento de la presencia de productos naturales, así como la mayor cantidad de tiempo entre fogones que caracteriza a este plan alimenticio, hacen que la salud de las personas se vea favorecida a largo plazo.

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Beneficios de la dieta mediterránea

El impacto positivo de este tipo de alimentación se explica a partir de los productos que la constituyen. En este sentido, tal y como establecen varias instituciones médicas como la Clínica Mayo de Estados Unidos, los alimentos ricos en aceite insaturado, fibra y otros nutrientes han demostrado reducir los niveles de colesterol, disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y ayudar a prevenir otras patologías tales como la diabetes o el cáncer.

En este contexto, la dieta mediterránea es el tipo de alimentación recomendada para pacientes con diabetes tipo 2, ya que es una dieta baja en grasas y azúcares. Paralelamente, los alimentos incluidos en esta dieta son antioxidantes, por lo que combaten el deterioro de las células y ayudarían a prevenir enfermedades como el Párkinson y también a impulsar la longevidad.

The extra virgin olive oil represents the main source of fat in the Mediterranean diet.

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UNIVERSITY OF BARCELONA
The extra virgin olive oil represents the main source of fat in the Mediterranean diet. CREDIT UNIVERSITY OF BARCELONA

Cómo implementar la dieta mediterránea en el día a día

El ritmo de vida que impone el momento presente a veces entra en conflicto con este tipo de dieta. En este sentido, los snacks o los productos industriales son una opción rápida y saciante para el día a día. Pero no es lo más saludable. Por ello, a continuación se expondrán algunos consejos para incorporar este plan alimenticio en la vida diaria.

  • Preparar comidas con base de vegetales y cereales integrales.
  • Utilizar aceite de oliva para preparar las comidas.
  • Llevar un consumo de alcohol moderado.
  • Consumir productos naturales que contengan altas cantidades de fibra de forma natural.
  • Incorporar el ejercicio en la rutina diaria.
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