Bruselas lanza un aviso a Castilla y León: la relajación de los controles de tuberculosis bovina va contra la normativa sanitaria europea

La relajación de las medidas para controlar la tuberculosis bovina en Castilla y León no sólo ha desatado las protestas de los ganaderos, sino que también ha llegado a Bruselas. La Comisión Europea ha confirmado este miércoles que las propuestas de la Junta, liderada por una coalición de PP y Vox, son contrarias a la normativa sanitaria europea. El Ejecutivo comunitario ha recordado al Gobierno regional que la prevención de este tipo de enfermedades es de “estricta” vigilancia y cumplimiento.

La tuberculosis bovina es una enfermedad del ganado vacuno que se controla mediante pruebas veterinarias en las explotaciones pecuarias. Si un animal da positivo, hay que sacrificarlo y todas las cabezas de la granja deben cumplir una cuarentena. La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha tratado de burlar este protocolo flexibilizando los requisitos de control y poniendo en riesgo el aumento de los contagios. Una resolución que el Gobierno de España ha tumbado y que ahora también critica la Unión Europea.

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El Ejecutivo autonómico se vio obligado a echar el freno a su propuesta tras el recurso presentado por el Ministerio de Agricultura ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Bruselas ha estado en todo momento pendiente de las autoridades españolas para respaldar su intervención y garantizar que se toman las medidas adecuadas con el fin de proteger la salud pública y el bienestar animal. La tuberculosis bovina es una enfermedad que se puede transmitir a los humanos, aunque en los países desarrollados las tasas de incidencia son bajas gracias a la pasteurización de la leche y a la existencia de programas de saneamiento.

Bruselas ha insistido en la necesidad de vigilar y actuar para prevenir la expansión de la enfermedad. La Comisión Europea establece que los países miembros deben restringir los movimientos del ganado y cumplir con la política de sacrificios dispuesta para erradicar un problema que, por lo general, no está fuera de control.

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El conflicto por la flexibilización de los controles ha despertado la indignación de los ganaderos y veterinarios, en su mayoría conservadores, que se han concentrado esta semana ante el edificio de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca. La propuesta del Gobierno de PP y Vox para relajar las inspecciones y su empeño en negar la circulación de la enfermedad no ha sentado nada bien a los sectores afectados. Las manifestaciones, que han dejado escenas de tensión y violencia, se saldaron con un detenido y varios policías heridos.

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