Cómo cocinar croquetas en la freidora de aire: 5 claves que debes conocer para un resultado perfecto

En el término medio está la virtud, y esta afirmación también nos sirve para la comida. Aunque nuestro objetivo sea conseguir una alimentación lo más saludable posible, esto no significa tener que dejar de lado aquellos platos que nos hacen felices, nos llenan de sabor y nos aportan momentos de placer. Las croquetas son una de esas delicias a las que no estamos dispuestos a renunciar, y la freidora de aire nos ayuda a elaborarlas en su versión más saludable, sin perder ni un poco de sabor ni textura y consiguiendo un resultado crujiente y delicioso.

A pesar de todos los puntos positivos que podemos encontrar en esta forma de cocinar, la freidora de aire también tiene sus misterios. A la hora de cocinar unas croquetas, hay varias cosas que pueden fallar, desde que se rompan a mitad de fritura hasta que no se terminen de calentar por dentro. Si queremos evitar encontrarnos con estos problemas, hay algunas claves que tendremos que tener en cuenta y seguir a rajatabla.

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Debes elaborar tus croquetas con una bechamel densa. No es necesario que llegue a ser demasiado dura, pero es cierto que si tu bechamel queda casi líquida es mucho más probable que las croquetas se deshagan al cocinarlas en la freidora. Para una bechamel más consistente, asegúrate de añadir un poco más de harina o restar un poco de leche en tu receta original.

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El segundo truco clave para que las croquetas no se abran es formar bolas pequeñas. Es en la última fase de la fritura de las croquetas, cuando la bechamel de dentro aún está fría y la parte exterior ya está bastante caliente, cuando estas tienden a abrirse. Por ello, cuanto más pequeñas formemos nuestras croquetas, menos tiempo tardará el interior en calentarse y, por consiguiente, menos probabilidades de que se rompan.

Aunque la gracia de esta receta es que no se utiliza aceite, este ingrediente sí forma parte del siguiente truco. Para evitar que las croquetas se queden reblandecidas, debes pintarlas con un poco de aceite de oliva. Solo hará falta una cucharada o, en su defecto, un poco de aceite en spray, para conseguir un resultado crujiente y dorado. Por lo que, aunque habrá que usar un poco de grasa, las cantidades son mucho menores que en una fritura al uso.

Otro truco indispensable si quieres unas croquetas crujientes que no exploten en la freidora tiene que ver con el rebozado. Si vamos a utilizar nuestra ‘airfryer’, debemos hacer un doble rebozado para las croquetas, de forma que evitemos que se abran al hacerlas. Por eso, después de pasarlas por harina, huevo y pan, volveremos a pasarlas por huevo y pan para una segunda capa.

La última clave para cocinar tus croquetas en freidora de aire es colocarlas correctamente en la cesta. Es imprescindible tener en cuenta el número de croquetas que vamos a hacer, así como el tamaño de nuestra freidora, dado que no podemos apilar una encima de otra porque no se harían bien. Para que se hagan de forma homogénea, trataremos de dejar espacio entre ellas y distribuirlas bien por toda la bandeja.

Para cocinar unas croquetas congeladas en ‘airfryer’ no es necesario descongelarlas previamente. El primer paso será precalentar nuestra freidora de aire a 200 °C. Sacaremos las croquetas del congelador, y las colocaremos en la bandeja o cesta, embadurnándolas con el aceite justo y necesario. La dejaremos hacer en freidora de aire durante 10 minutos a 200 °C. Cuando hayan pasado los primeros cinco minutos, las abriremos para darles la vuelta y comprobar que se estén cocinando por igual.

Si acabas de elaborar tus croquetas y quieres cocinarlas en la freidora, tendrás que seguir unos pasos diferentes. Primero, precalienta la freidora de aire a 200 °C. Una vez elaboradas las croquetas, colócalas todas en una bandeja de tal forma que ninguna quede sobre otra y rocíalas con un poquito de aceite de oliva por ambos lados. Introduce las croquetas en la freidora de aire y déjalas durante 5-7 minutos a 200 °C, dependiendo de lo doradas que te gusten.

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