El estreno de “Avatar: Fuego y cenizas” revela nuevas criaturas inspiradas en la biodiversidad

La más reciente entrega introduce seres y clanes originales en Pandora, fruto de un proceso creativo guiado por la naturaleza, la ciencia y el arte, según detallan los responsables del equipo de producción

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Tráiler de "Avatar: Fuego y cenizas"

El estreno reciente de Avatar: Fuego y cenizas presentará una nueva generación de criaturas y clanes en el universo de Pandora, resultado de un proceso creativo que une ciencia y arte. El equipo de producción, encabezado por el director James Cameron y el co-diseñador de producción Dylan Cole, recurrió a la observación de organismos reales para aportar realismo y profundidad a este mundo ficticio, según detalla National Geographic.

Desde el inicio del desarrollo, Cameron y Cole buscaron que Pandora reflejara una relación armónica entre sus habitantes y el entorno, inspirándose en la biodiversidad de la Tierra. Este último describe el proceso creativo como una labor de interpretación de las ideas iniciales del director: “A veces, tiene una visión borrosa. Nuestro trabajo es darle nitidez”.

El equipo parte de conceptos generales y, mediante la intuición y la investigación, los transforma en criaturas y escenarios completos. Cole compara este proceso con “hacer un retrato de uno de sus hijos sin haberlo conocido”, lo que resalta la importancia de la observación y la adaptación.

La naturaleza terrestre y marina ha sido la principal fuente de inspiración para los diseñadores. Un ejemplo destacado es el Medusoid, una criatura bioluminiscente de 150 metros de longitud que sirve como medio de transporte para el clan Tlalim, conocidos como los Wind Traders.

Esta especie ficticia, que recuerda a una medusa gigante, flota gracias a la producción de gas hidrógeno y utiliza tentáculos para alimentarse, en clara referencia a organismos como la carabela portuguesa.

El Medusoid, criatura bioluminiscente de
El Medusoid, criatura bioluminiscente de 150 metros, destaca como medio de transporte para el clan Tlalim en el universo de Pandora (Concept art by Steve Messing/20th Century Studios)

Para dotar de funcionalidad a la criatura, los diseñadores incorporaron velas en forma de pajarita que permiten a los habitantes de Pandora dirigirla por el cielo.

Cole detalla que, para evitar que los Na’vi dañen a la criatura al sujetarla, se añadieron nódulos naturales en las velas, inspirados en espinas, que sirven como puntos de anclaje.

Influencia de la fauna marina en el diseño

El Medusoid no es la única criatura que toma elementos de la fauna marina. Su movimiento y control se basan en el comportamiento de peces como la sepia, a la que se le otorgó un cuerpo con bolsa de gas para simular el vuelo, según señaló Cole. El resultado es un ser con un manto delgado que se ondula en un movimiento sinusoidal, evocando tanto el nado como el vuelo.

La colaboración entre arte y ciencia ha sido fundamental en este proceso. Leif Ristroph, físico experimental de la Universidad de Nueva York, aunque no participó directamente en la película, ha sido citado por National Geographic como referencia para comprender cómo la biología y la física pueden inspirar soluciones creativas.

Ristroph sostiene que “copiar el mundo natural es una estrategia que ha funcionado durante mucho tiempo” y que observar la naturaleza permite ampliar el abanico de posibilidades en el diseño. Explica que, aunque las medusas no vuelan en la realidad, su desplazamiento en el agua puede inspirar mecanismos de vuelo en el aire, ya que ambos medios comparten principios físicos.

En sus propias investigaciones, Ristroph ha desarrollado máquinas voladoras que imitan el movimiento de las medusas, logrando estabilidad y elevación.

La colaboración entre arte y
La colaboración entre arte y ciencia resulta clave en el desarrollo de criaturas inspiradas en la fauna marina (Concept art by Zachary Berger/20th Century Studios)

Creatividad y empatía en el diseño de Pandora

No obstante, el equipo de Avatar ha debido equilibrar la creatividad con la necesidad de que las criaturas resulten verosímiles y generen empatía en el público. “No podemos ir demasiado lejos en lo alienígena, porque el espectador necesita identificarse”, reconoce Cole. Si los personajes y animales de Pandora resultan demasiado extraños, la conexión emocional se pierde y la narrativa pierde fuerza.

Más allá del espectáculo visual, la intención de los creadores es que la fascinación por Pandora despierte en los espectadores un renovado interés por la naturaleza de la Tierra y su conservación.

Cole expresa su esperanza de que la empatía hacia los ecosistemas y criaturas ficticias motive una mayor conciencia ambiental. Como concluye National Geographic, el equipo confía en que el asombro por Pandora se traduzca en una apreciación más profunda por la biodiversidad y la protección del planeta.