Robbie Williams recordó la noche que consumió setas alucinógenas en la casa de Bono

Robbie Williams tiene varias historias curiosas de su pasado y una de ellas involucra al icónico líder de U2. Durante una reciente entrevista en el programa Watch What Happens Live con Andy Cohen, el cantante reveló un episodio que vivió en su juventud mientras visitaba la casa de Bono.

El relato salió a flote cuando el conductor le preguntó si había consumido “hongos mágicos” alguna vez y cuál era su experiencia favorita.

“Estaba consumiendo setas alucinógenas en casa de Bono. Era muy tarde, bueno, más bien muy temprano en la mañana”, relató Williams, de 50 años, con una sonrisa.

El cantante describió cómo, mientras caminaba por uno de los pasillos de la residencia, quedó hipnotizado por lo que creía ser una obra de arte excepcional. “Vi este cuadro, el más hermoso que jamás había visto. Y pensé: ‘Claro, Bono tiene el cuadro más hermoso que podrías imaginar, porque es Bono’”, añadió.

Cuando Bono apareció, Williams le habló entusiasta sobre el cuadro, pero este lo corrigió de inmediato. “Me dijo: ‘Robbie, esa es la ventana’”, explicó el cantante entre risas. “Y sí, era la ventana”, concluyó. La anécdota provocó risas entre los presentes, incluida la actriz Julia Stiles, quien comentó: “Por supuesto que hicieron una película sobre tu vida. Necesitan hacer una secuela”.

Williams también reflexionó sobre cómo su vida ha cambiado desde entonces. Mencionó que alejarse de las drogas y el alcohol, sobriedad lograda hace más de 25 años, fue un punto de inflexión. “Mi vida cambió cuando me puse sobrio, y luego cambió otra vez cuando conocí a Ayda [Field, su esposa], y cambió de nuevo cuando tuvimos a nuestra primera hija, Teddy”, dijo al anfitrión Andy Cohen.

Los altibajos en la vida del intérprete de “Angels” se ha retratado en su biopic, Better Man. La película, dirigida por Michael Gracey (The Greatest Showman), se construye con una decisión inusual: Williams es representado como un mono CGI en el filme.

Según la sinopsis oficial, este largometraje de dos horas de duración explora su infancia, su tiempo como el miembro más joven de la exitosa boyband Take That y su transición a una carrera solista que rompió récords, todo mientras enfrentaba los desafíos de la fama y las adicciones.

La crítica ha sido predominantemente positiva, con 88% a favor en el portal de Rotten Tomatoes. La película incluye momentos conmovedores, como su batalla contra la depresión y la adicción, así como su eventual resurgimiento gracias al amor de su esposa Ayda y el apoyo de sus hijos.

En noviembre pasado, Williams lanzó “Forbidden Road”, un sencillo reflexivo que forma parte de la banda sonora de la película. Sorprendentemente, la canción fue descalificada de la lista preliminar de los Oscars 2025 para Mejor Canción Original.

Por otro lado, el artista además ha anunciado que está trabajando en un álbum de estilo “Rat Pack” y otro influenciado por el rock, con colaboraciones como Tony Iommi de Black Sabbath y Glenn Hughes.

Otra revelación reciente que llamó la atención fue su disculpa pública a Madonna. Durante una entrevista en SiriusXM Hits 1, Williams reflexionó sobre comentarios despectivos que hizo sobre la icónica cantante en el pasado. “He sido un idiota”, admitió. “Adoro, respeto y amo su música y todo lo que ha logrado en su carrera”.

Williams explicó que, como figura pública de los años 90, solía llenar titulares siendo “rudo y divertido”, pero que ahora reconoce el impacto de sus palabras. “En los 90 y al final de esa década, llenabas un espacio a veces siendo cruel. Pero Madonna es increíble, y lamento haber sido un imbécil”, dijo.

En su vida personal, Williams también ha enfrentado momentos difíciles. Su madre padece demencia y su padre, Pete, tiene Parkinson, lo que ha afectado profundamente al cantante. Durante la pandemia, estos problemas se agravaron debido a la distancia con sus padres mientras él y su familia estaban en Los Ángeles.

Además, su suegra Gwen, quien lucha contra el cáncer cervical, fue afectada por los incendios forestales en Los Ángeles que llevaron a la evacuación de varios miembros de su familia. A pesar de estos retos, Williams y su esposa han encontrado estabilidad tras mudarse a una propiedad de 17 millones de libras en Londres.