
En la Universidad de Edimburgo, una de las instituciones académicas más antiguas y prestigiosas de Escocia, existe una tradición que atraviesa todas las generaciones: la ceremonia de graduación con el icónico Bonete de Ginebra. Este elemento, cargado de simbolismo y misterio, forma parte del acto de entrega de diplomas, en el que cada graduado es “bautizado” con un ligero toque del bonete en la cabeza. A pesar de su apariencia simple, esta prenda está vinculada a la figura histórica de John Knox, el líder de la Reforma Escocesa, y a leyendas modernas que incluso lo relacionan con el Sombrero Seleccionador de Harry Potter.
Una tradición de siglos de antigüedad
La ceremonia del Bonete de Ginebra se remonta, al menos, a 150 años, aunque algunos rumores sugieren que sus raíces son aún más antiguas. Según la tradición universitaria, el bonete fue confeccionado con un par de pantalones pertenecientes a John Knox, quien desempeñó un papel crucial en la Reforma Protestante del siglo XVI. Knox, cuyo liderazgo fue determinante para transformar el paisaje político y social de Escocia, falleció en 1572, poco antes de la fundación de la universidad en 1583. Alasdair Raffe, un historiador especializado en la historia escocesa, afirma que “Knox jugó un papel enorme en moldear la historia de Escocia. Su estilo de liderazgo carismático aseguró el éxito de la Reforma”.

La conexión entre Knox y el bonete no solo es anecdótica. En el campus, se encuentra una estatua de Knox sosteniendo una Biblia y usando un sombrero que recuerda la forma del Bonete de Ginebra. Además, en 1897, durante la construcción del salón de graduaciones, se incluyó una representación en piedra de la ceremonia del bonete sobre la entrada principal, subrayando la importancia simbólica de esta tradición.
Un misterio en la restauración
Aunque la universidad se enorgulleció de esta narrativa, la antigüedad del Bonete de Ginebra fue cuestionada durante un proceso de restauración en los años 2000. Financiada por Ede & Ravenscroft, la sastrería más antigua de Londres y proveedora de vestimenta académica, la restauración reveló una nota dentro del forro del bonete que decía: “Henry Banks, 22 Duke Street, Edinr, 31 de julio de 1849”. Esta anotación, junto con un análisis de los materiales, sugirió que el bonete no databa del siglo XVI, sino de mediados del siglo XIX.
La universidad emitió una declaración reconociendo que el tejido del bonete parecía corresponder a esa época. Algunos miembros del personal, incluido el entonces rector Timothy O’Shea, argumentaron que la fecha podría indicar una restauración y no la creación original del bonete. O’Shea justificó esta hipótesis señalando que “golpear repetidamente las cabezas de miles de graduados desgastaría inevitablemente el tejido original”.

Del salón de graduaciones al espacio
El Bonete de Ginebra también cruzó fronteras inusuales. En 2006, Piers Sellers, un astronauta y exalumno de la universidad, solicitó permiso para llevar el bonete al espacio. Aunque la idea fue descartada por ser “un acto de locura extraordinaria” según los administradores, Sellers logró llevar un fragmento de terciopelo bordado con el emblema de la universidad, que luego fue incorporado al bonete. Este gesto le valió el sobrenombre de “el bonete espacial medieval”.
Más recientemente, la pandemia de COVID-19 obligó a trasladar la ceremonia de graduación al Castillo de Edimburgo en 2021, marcando otra ocasión excepcional en la historia del bonete. Erin Pringle, una estudiante graduada en ese año, expresó que “graduarse en el gran salón del Castillo de Edimburgo fue una experiencia única en la vida. Se sintió histórico y mágico, como estar en el gran salón de Hogwarts”.
Inspiración mágica: ¿el origen del Sombrero Seleccionador?

Para muchos, la conexión más intrigante del Bonete de Ginebra radica en su posible influencia en la creación del Sombrero Seleccionador de la serie Harry Potter. Durante su ceremonia de graduación en Edimburgo, J.K. Rowling, autora de los libros, fue “bautizada” con el bonete, un momento que pudo inspirar la escena icónica de su universo literario. Aunque Rowling nunca confirmó esta relación, las similitudes son evidentes: ambas tradiciones implican colocar un sombrero especial en la cabeza del participante en un acto cargado de simbolismo.
El Sombrero Seleccionador, una creación mágica que determina el destino de los estudiantes de Hogwarts, utiliza Legeremancia, un tipo de magia avanzada que permite leer los pensamientos y emociones de las personas. En la tradición de Edimburgo, aunque el bonete carece de tales poderes, la ceremonia conserva un aire solemne y casi místico que podría haber resonado con Rowling, exalumna de la universidad.
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