Hay cada vez más chicos en la escuela, pero advierten que persisten "desigualdades preocupantes"

Un nuevo informe plantea que el aumento en la cobertura no derivó en mejores aprendizajes ni en menor abandono. Los 8 puntos que describen la realidad de la educación argentina

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Hay un dato positivo: año a año, la cobertura de la primaria y secundaria mejora. Cada vez más chicos van a la escuela, al punto de estar cerca de la universalización. También hay un dato negativo: las desigualdades según el contexto aún son muy notorias. Los alumnos de los sectores más pobres son los que más repiten, los que más abandonan y los que peores aprendizajes logran.

Las conclusiones surgen de un informe elaborado en conjunto entre Educar 2050 y el Diálogo Interamericano, al que accedió Infobae, que será presentado este viernes en el X Foro de Calidad Educativa.

"Las políticas de promoción de la igualdad no han conseguido los resultados de equidad suficientes y deben convertirse en prioridad absoluta. sostener que Argentina esta en deuda educativa. A eso se le suma que todavía son muchos los artículos de la Ley de Educación Nacional que no se cumplen. La Argentina está en deuda educativa", consideran los autores del informe que se estructura a partir de ocho dimensiones:

1) Cobertura: en los últimos años hubo progresos notorios en el acceso a los tres niveles de educación obligatoria. En especial, resaltan, en el ciclo básico de secundaria, de primer a tercer año. Es uno de los más altos de Latinoamérica y está cerca de la universalización.

(NA)
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2) Permanencia y egreso: en la primaria cayó la repitencia por distintas medidas. Por ejemplo, la resolución que en 2012 convirtió a primer y segundo grado como una unidad pedagógica y desechó la posibilidad de repetir. En secundaria, si bien hubo mejoras en la tasa de promoción, todavía persisten niveles elevados de reprobación y abandono. Por cada 10 jóvenes en primer año en 2007, solo hubo 4,5 egresados 6 años después, ejemplifica el informe.

3) Aprendizajes: en evaluaciones regionales como TERCE y SERCE, el país muestra mejoras en matemática y ciencias, pero todavía los resultados son bajos. En PISA, que evalúa a chicos de 15 años, hay un estancamiento desde 2000. En tanto, en las pruebas nacionales (ONE y las actuales Aprender), matemática es el gran desafío en los dos niveles. En especial, en secundaria donde el 70% tiene bajos conocimientos mínimos. "Lo más valioso son las mejoras evidenciadas en ciencias", destaca el informe.

4) Equidad del sistema: según el documento, "las desigualdades que muestran los datos son preocupantes". Los alumnos de menor nivel socioeconómico registran los resultados más bajos en las distintas materias. También son los que repiten y abandonan en mayor proporción. Las diferencias se replican entre el ámbito rural y urbano, aunque en el campo creció el acceso e incluso los resultados del primario son superiores.

5) Autonomía escolar: se da una dicotomía. Por un lado, se reconoce una "alta proporción" de autonomía en lo pedagógico, con posibilidad de incurrir en prácticas innovadoras en el aula, pero del otro lado hay baja posibilidad de gestión. Es que las escuelas argentinas no pueden seleccionar a sus docentes, definir sus salarios ni su presupuesto.

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6) Financiamiento: desde la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo en 2006, hubo un aumento paulatino de la inversión pública, en consonancia con la meta establecida de alcanzar una participación del 6% del PBI. En 2015 y 2016 esa meta incluso se superó, pero hay fuertes disparidades entre provincias. El gasto por alumno estatal varía de acuerdo a la capacidad de generar recursos que tiene esa jurisdicción. A su vez, persisten "altos niveles de ineficiencia en la asignación de recursos".

7) Profesión docente: en Argentina no hubo evaluaciones de formación hasta 2017, que se realizaron las pruebas Enseñar, con una muy baja participación. En cuanto a los docentes en servicio, no hay tests estandarizados para medir su desempeño. Los directivos realizan sus evaluaciones pero sin criterios comunes que permitan tomar decisiones integrales a partir de esos resultados.

En cuanto al salario, además de ser más bajo que otras "profesiones comparables", no tiene incentivos por capacitación, mejores resultados académicos o innovación. El único factor que cuenta es la antigüedad. El mismo plan de carrera no contiene un esquema de ascenso que permita mejoras salariales para aquellos docentes que solo desean enseñar. Para progresar económicamente, deben pasar a ser directivos o supervisores.

8) Estándares y sistemas de evaluación: el informe destaca la creación de los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAPs), que indican qué es lo mínimo que se debe enseñar en un año, pero también achaca que no existe un "seguimiento sistematizado" de su implementación. Con respecto a los operativos Aprender, si bien hubo avances, todavía falta para lograr una "cultura de evaluación" a nivel nacional.

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