El martes pasado, en la Quinta de Olivos, el presidente Alberto Fernández se reunió con empresarios representantes de cuatro de las multinacionales más importantes del país. La cena en la residencia presidencial fue con Daniel Herrero, de Toyota; Antonio Aracre, Syngenta; Sergio Kaufman, de Accenture; y Laura Barnator, la número uno de Unilever.
Según pudo saber Infobae, el clima fue bueno y ameno, y Fernández intentó llevar calma: sobre todo por el contexto de dudas luego de las elecciones legislativas del viernes y en medio de la disparada del dólar libre. El acuerdo con el Fondo y la importancia de generar consensos para un programa de equilibro y con el menor ajuste posible fue otro de los temas centrales del encuentro. Se habló de subsidios y tarifas, además. También participó Martín Guzmán, ministro de Economía.
La reunión comenzó a las 21 y terminó cerca de la 1 de la madrugada del miércoles. Hubo brusquetas de entrada; lomo con mini tortillas rosti de plato principal, mousse de postre y café. Los empresarios vieron al Presidente “con un poco de nivel de cansancio, pero con energía” y remarcaron lo extenso de encuentro en el que todos hablaron largo y tendido. También destacaron que preguntó mucho y escuchó. “El tono fue muy bueno, se lo vio tranquilo y con ganas de no confrontar más”, coincidieron.
“Son empresas que tienen buena relación con el Gobierno y de sectores a los que, en general, les está yendo bien”, criticó el dueño de una compañía local que no fue parte del convite y que prefirió el off the record para referirse a la reunión. Unilever, que está en el segmento de consumo, es la que tiene una recuperación más lenta de las cuatro invitadas en un contexto de precios controlados para los alimentos y productos de primera necesidad.
“La verdad, no veo tremendismo con respecto a lo que viene. Ellos son optimistas y el diálogo fue bueno y racional. Lo vi bien la presidente”, destacó Kaufman, de Accenture. “Más allá de los resultados, aseguran que quieren buscar inversiones y generar empleo. Las condiciones para el país están bien y hay que arreglar con el Fondo, pero no a cualquier costo. Hay que cuidar el déficit, también, con atención en el impacto social. Se habló del contexto y de nuestro sector está con un crecimiento inédito. Otros sectores, no tanto, claro”, agregó.
“Más allá de los resultados, aseguran que quieren buscar inversiones y generar empleo. Las condiciones para el país están bien y hay que arreglar con el Fondo, pero no a cualquier costo” (Kaufman)
“Desde mi punto de vista no hay preocupación, pero sí debemos, todos, despejar algunos fantasmas, como el acuerdo con el Fondo. Debemos trabajar en la inflación que es lo pega en la gente. Socialmente, la situación no da para soluciones drásticas. Cualquier medida hay que tomarla con mucho cuidado. Es positivo que haya voluntad de diálogo, eso es muy constructivo”, destacó.
Fernández habló, pero también escuchó, según los presentes que creen que el Gobierno busca entender más a los empresarios y cómo está cada sector de la golpeada economía local. ¿Vieron el encuentro como una medida electoralista, a pocos días de la votación?, preguntó este medio. “No, para nada. La idea es mirar lo que viene, el mediano plazo”, contestaron casi a coro las fuentes consultadas.
“La idea es acordar puntos para un consenso amplio que luego habrá que hablar también con los gremios y el Congreso. Quieren llevar un documento de acuerdo al Fondo que garantice un programa para seguir creciendo, que no venga un ajuste que corte la recuperación pospandemia. El Presidente y el ministro dijeron que van a buscar recaudar más y mejor, y también eliminar subsidios para apuntar a un equilibro a mediano plazo, no ya”, le dijo Aracre a Infobae.
La idea de un resultado no tan bueno el domingo sobrevoló la cena, aunque no se habló puntualmente del tema. Los empresarios creen que esa situación ya está descontada y que parte de la incertidumbre que genera el impacto de las urnas se ve, por ejemplo, en lo que pasa con la cotización del dólar libre.
“El consenso es imprescindible”, remarcó Aracre. “El ajuste tradicional no sirve. Se preocuparon por dejar en claro de que no habrá salto devaluatorio luego de las elecciones y que se buscará un equilibrio, pero siempre pensando en los que menos tienen. En ese sendero, se habló de eliminación de subsidios innecesarios, de aumento de tarifas en relación a la suba de los salarios y de educación con salida laboral rápida para la generación de nuevos empleos como de cuestiones de las que hay que ocuparse con celeridad”, cerró el número uno de Syngenta.
Consenso y acuerdos, sentarse en la misma mesa y fijar un norte, capacitar para el futuro y despejar fantasmas post electorales y de cara a la negociación con el FMI (”No se la pasa por la cabeza no pagar”, destacó uno de los presentes). Sobre esos temas giró la cena en Olivos (Fernández se reunió semanas atrás en otra reunión con dueños de empresas y el FMI también fue el tema central). Buen clima en medio de dudas y fantasmas.
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