A los 59 años, Diego Maradona puede emocionarse por algo que en su carrera como jugador hizo como pocos: patear una pelota de fútbol. Acompañado de Leopoldo Luque, su médico personal, el campeón del mundo en México 86 dio un nuevo paso en el plan “Maradona fitness”, mediante el cual lleva dos semanas sin beber alcohol y se comprometió a bajar de peso (perdió más de cinco kilos) y a recuperar movilidad tras la operación que sufrió hace un año en la rodilla derecha (le colocaron una prótesis): ya había jugado al fútbol-tenis y ahora logró volver a impactar con fuerza el balón en el parque de su casa en Bella Vista. Y la sonrisa le volvió al rostro.
Infobae accedió al video en el que se pasa la pelota con el doctor Luque, quien viaja a diario de Adrogué hasta Bella Vista para tratarlo. Primero, le pega suave, con cuidado; luego, con más confianza, comienza a darle efecto, con la marca de su talento. La rutina incluye 20 minutos de cinta, después Diego se sube a una bicicleta a la que bautizó “bici espacial” por su particular forma. Y también camina en el parque de su hogar.
El click en Diego se dio luego de escuchar las declaraciones de su médico en el programa Intrusos, por América. “Él toma, pero lo estamos trabajando. Diego está limpio de cocaína, completamente, pero por momentos tiene excesos con el alcohol y por momentos no. Este parate, esta cuarentena y los problemas familiares son terribles para él”, dijo.
Después, ambos tuvieron una charla profunda y Luque le preguntó: “Te quiero ayudar, ¿me dejás ayudarte?”. A partir de allí, según cuentan los que están cerca de él, Maradona se transformó en otro. Este martes no sólo tuvo tiempo para los trabajos físicos y la pelota. Además, mantuvo un cónclave con la Comisión Directiva de Gimnasia, encabezada por el presidente Gabriel Pellegrino; se trató del primer encuentro virtual formal desde que acordó su continuidad en el club por 18 meses.

“Cuando esto pase soy el primero que va a estar en Estancia Chica”, les aseguró a los directivos. Y habló sobre la diagramación de los entrenamientos con los protocolos por la crisis del COVID-19 que, según se viene trabajando en la AFA, comenzarían a principios de agosto.
“Quiero un equipo para entrar a una Copa, es lo que la gente de Gimnasia se merece”, subrayó. Por eso, les pidió un esfuerzo a Pellegrino y compañía, especialmente para retener al arquero Jorge Fatura Broun, al que se le terminó el contrato y todo indicaba que no iba a seguir... hasta la solicitud de Pelusa.
Para mantener el ritmo de estos últimos días, Diego debe mantener la disciplina en el cumplimiento del plan. El objetivo de los profesionales que lo tratan es que recupere la movilidad perdida luego de la operación en su rodilla, que por sus compromisos laborales en Gimnasia no pudo rehabilitar del modo aconsejado. Para ello, necesita fortalecer el aductor derecho y bajar de peso, para no exigirla. Hoy sigue desandando ese camino. Y en compañía de la pelota, como en sus épocas doradas.
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