A cuatro años de la final de Brasil: el "era por abajo", el grito anulado y las heridas abiertas del lamento argentino

El 13 de julio de 2014 Argentina perdió 1 a 0 con Alemania en la final de la Copa del Mundo de Brasil. Hasta el gol de Götze, hubo varias situaciones favorables para el equipo de Alejandro Sabella. Historias recuperadas de Palacio, Higuaín, Neuer y Messi

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Lionel Messi y una imagen que ilustra el final del paso de Argentina por el Mundial de Brasil 2014
Lionel Messi y una imagen que ilustra el final del paso de Argentina por el Mundial de Brasil 2014

De un 13 de julio a otro. Hace cuatro años -un Mundial exacto, si se admitiera tal escala de numeración- Argentina y Alemania jugaban la tercera final de una Copa del Mundo. Los medios hablaban de la final más repetida, recuperaban imágenes del penal de Roberto Sensini a Rudi Völler sancionado por Edgardo Codesal en el '90 o de la corrida de Jorge Burruchaga en el '86, revivían los siete goles de Alemania a Brasil en la semifinal o los penales de Argentina – Holanda.

Ganó Alemania por 1 a 0 con gol de Mario Götze cuando se habían jugado 112 minutos y 22 segundos. Salió campeón por cuarta vez en la historia. A falta de ocho minutos para el final del partido, la volea de zurda neutralizó a todo un país. No hubo reacción. Atrás había quedado la ilusión y la euforia, el "decime qué se siente" y la invasión argentina al país anfitrión. Atrás también estaban las jugadas lamentables, las oportunidades que se presentaron para cambiar la historia.

Lionel Messi fue elegido el mejor jugador del Mundial. Desperdició en la final contra Alemania una ocasión clara de gol (Getty Images)
Lionel Messi fue elegido el mejor jugador del Mundial. Desperdició en la final contra Alemania una ocasión clara de gol (Getty Images)

Son situaciones de aquel 13 de julio de 2014 potenciadas por cada presente que se ocupe en rebobinarlas. Así como la filosofía futbolera dice que el gol del Chango Cárdenas al Celtic en la final de la Copa Intercontinental que ganó Racing en 1967 es cada vez desde más lejos, hará cada vez más dramáticos lo no goles de la final del mundo ante Alemania.

A los 20 minutos del primer tiempo, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, la primera ocasión. La volea, la pifia de Gonzalo Higuaín de cara al arco de Manuel Neuer fue el comienzo de la persecución de memes contra el delantero argentino. El pase atrás de Christoph Kramer encontró solo al Pipa, que definió rápido y mal. Años después de esa jugada y de ese partido, reconoció que estuvo a punto de retirarse. "Solo a los mejores les recriminan los goles que no hiciste, no los 300 que hiciste. Hoy en día lo que sirve y lo que vale es criticar al otro, hacerle mal al otro. La gente está sentada y está viendo cómo joder al otro", respondió cuando le preguntaron sobre su error.

Nueve minutos después, una de las peores sensaciones del fútbol: gritar un gol inválido. Messi dominó en tres cuartos de cancha, de espalda al arco alemán. El pase se lo había dado Rojo, que picó por izquierda. El 10 controló y descargó rápido hacia la derecha. Había arrastrado la marca de Boateng, quien buscó cortar y ante la cesión de Messi quedó completamente fuera acción. La habilitación de Messi dividió el partido, la coyuntura ahora era esa jugada, y eran tres contra tres: Lavezzi, Higuaín y Rojo contra Höwedes, Hummels y Lahm. El centro exacto en potencia y dirección de Lavezzi ubicó a Higuaín en el corazón del área. Toque de zurda y a cobrar.

La foto del gol anulado a Gonzalo Higuaín. El toque de zurda del delantero y la mano de Lahm pidiendo offside (NA: Fabián Lio)
La foto del gol anulado a Gonzalo Higuaín. El toque de zurda del delantero y la mano de Lahm pidiendo offside (NA: Fabián Lio)

El estallido fue inmediato. Higuaín salió a gritarlo y se señalaba el pecho. Rojo también lo gritaba, detrás de él. Corrían para el córner, para la zona de los bancos, para el otro lado. Enfrente el línea italiano Andrea Stefani estaba levantando la bandera. Era offside y la sanción era correcta. Por televisión la jugada era dudosa, pero el director de cámara prefirió visualizar el festejo y no la corrección arbitral. No hay lugar donde poner los desahogos y gritos de goles que se anulan. No hay consuelo. "Lo grité, lo grité. Y bueno, cuando vi la bandera fue mala suerte, qué voy a hacer", dijo Higuaín.

Un pase de Biglia habilitó la jugada más recordada de Messi en aquella final. Se jugaba el segundo minuto del segundo tiempo. La asistencia fue entre los centrales. Messi controló de zurda del medio a la izquierda. Apeló a un segundo toque para mejorar su posición de tiro. Con ángulo cerrado y las marcas cerca, remató bajo y cruzado. Se fue afuera. Cuando volvió a ver la jugada, su cara de desazón hizo que las palabras sobraran. "Qué sé yo. ¿Qué querés que te diga? Una lástima. Tanto ésa como las otras jugadas que tuvimos y no pudimos meterla adentro. Nos vamos a arrepentir toda la vida", dijo. Y cuando le preguntaron qué cambiaría de ese partido, habló de su fallo: "Le pegué mal. Me gustaría volver a entrar y tener la oportunidad. Le pegaría igual pero con más empeine".

La acción más polémica del partido sucedió nueve minutos después. Pelotazo profundo de Zabaleta para Higuaín. Manuel Neuer, arquero salidor, interpretó el pase al vacío y salió a cortarlo. Cerca del vértice del área grande, metió el puño, despejó la pelota y embistió al delantero argentino. La intervención fue imprudente y temeraria, y el golpe, tremendo. El italiano Nicola Rizzoli sancionó infracción de Higuaín a Neuer. Después declararía que su decisión fue correcta: "Neuer llega primero a la pelota. Gonzalo protestó en el momento, pero, cuando terminó el partido, tanto él como los otros argentinos me felicitaron diciéndome que había arbitrado de manera perfecta". A su vez, admitió que estuvo mal en cobrar la falta del delantero: "Me di cuenta cuando volví a ver las imágenes. Eso debo decirlo". Con el VAR, probablemente, la resolución habría sido diferente, pero esa ya es otra historia.

Los noventa minutos terminaron 0 a 0. Argentina había sido levemente superior. A los siete minutos de la primera etapa del tiempo extra, llegó la jugada que derivó en memes y en el bautismo de una frase que acuñó el fútbol argentino. La rima se hizo leyenda: el "era por abajo, Palacio" sintetiza el lamento del hincha y explica lo que pasó. El centro de Rojo fue perfecto, el control de Palacio, discreto y la definición, por arriba de Neuer, definitivamente mala. Palacio había ingresado por Higuaín al minuto 78 y fue protagonista de la jugada de gol más clara del partido.

Nunca habló al respecto. Pero el tenista Guido Pella contó qué le respondió cuando le preguntó a Palacio sobre su definición ante Alemania en la final del Mundial de Brasil 2014. "Le pregunté: '¿Qué te pasó con el famoso 'Era por abajo'?'. Y él lo tomó con tranquilidad. Hay errores que uno puede cometer, porque es humano y en ese momento él la vio por ahí y hay que ver el contexto de una final del mundo. 'Fue un error, ¿viste? Son cosas que en el deporte pasan', me dijo", narró Pella en diálogo con La Nación hace dos años.

El gol de Götze sentenció el partido. Hizo que todas las ocasiones previas se potenciaran. Provocó que el no gol de Higuaín, el grito en fuera de juego, el fallo de Messi, la infracción inversa de Higuaín a Neuer y el reclamo social a la definición de Palacio integren la colección de jugadas oscuras de la final perdida.

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