Rodrigo Andrés Battaglia (26) entró por la ventana a la lista oficial de los 35 que Jorge Sampaoli preseleccionó de cara al Mundial de Rusia 2018. El mediocampista nacido en Ciudadela el 12 de julio de 1991 pudo haberse dado por vencido en sus inicios ante la gran cantidad de dificultades que tuvo para que un club le diera una oportunidad, pero lo intentó todo y logró triunfar.
Battaglia comenzó en el club Los Latinos de Caseros, llegó a probarse como N° 9 en las inferiores de Vélez y quedó. Allí terminó jugando como N° 8 pero su posición terminó mutando a la de volante central. Cuando estaba en Séptima el entrenador Héctor Manfredi decidió descartarlo por un jugador que más tarde abandonaría el fútbol. Aquello fue un golpe muy fuerte en su vida, tanto que terminó yéndose del Fortín para probar suerte en Argentinos, donde tampoco se decidieron a contratarlo.
Finalmente, en febrero de 2010 se presentó a una prueba en Huracán y quedó seleccionado entre casi medio centenar de aspirantes. Comenzó en Cuarta y rápidamente fue promovido a la Reserva. Tiempo después Miguel Brindisi se convirtió en el técnico del equipo de Parque Patricios y le dio la gran oportunidad: debutó en Primera contra Racing, el 3 de octubre de 2010.
Todo lo bueno que vivió con Huracán, donde completó 68 partidos y marcó cuatro goles, terminó esfumándose por conflictos entre la dirigencia y su representante, quien allá por 2012 solicitó una mejora en el contrato del jugador, pero el entonces presidente de club, Alejandro Nadur, se negó y ante la insistencia terminó por pedirle al técnico del equipo, Héctor Rivoira, que no lo tuviera en cuenta. La historia terminó con Battaglia yéndose libre, con el pase en su poder.
El futbolista arregló su continuidad deportiva en Racing, donde apenas jugó un partido, ante Lanús, por la Sudamericana 2013, en una primera etapa. Fue entonces que decidió probar suerte en Europa. Necesitaba cambiar de aire…
El destino fue Portugal, donde tuvo pasos por Sporting Braga y Moreirense, luego volvió a la Argentina para afrontar una segunda etapa en Racing, luego tuvo un breve paso por Rosario Central y finalmente en la temporada 2016/17 llegó al Sporting Braga. Allí se destacó y llamó la atención del Sporting de Lisboa, donde finalmente explotó toda su calidad.
Muchos recuerdan la tarde en que neutralizó a Lionel Messi en un partido de Champions League. Entonces entró en el radar de la Selección.
Su caso, como el del arquero de River Franco Armani, es extraño, porque de no tener siquiera un minuto en partidos de selección mayor, pasó a formar parte de la lista preliminar de un Mundial. Si bien Jorge Sampaoli le había advertido que lo tenía en cuenta en el viaje que hizo para confirmarle a Marcos Acuña, su compañero en el Sporting, que sería convocado, su presencia era de las menos seguras, pero el agravamiento de la lesión de Lucas Biglia terminó por abrirle la puerta a su gran sueño. "Es mi principal objetivo, vestir la celeste y blanca es lo más lindo que hay. Tuve la posibilidad de representar a mi país en un Mundial Sub 20 y no existe experiencia ni sensación igual a eso. Voy a trabajar para poder jugar en la Mayor", había dicho el jugador en julio de 2015 al diario Olé.
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