Cambió el taekwondo por el fútbol, sueña con jugar en la selección de Estados Unidos y es una de las figuras del Arsenal puntero: la historia de Joel Soñora

El hijo del histórico "Chiche", marcador de punta de Boca, se sumó al plantel dirigido por Sergio Rondina y rápidamente se volvió uno de sus protagonistas. Con dos goles es el goleador del elenco de Sarandí, que buscará esta tarde ante San Lorenzo seguir invicto y líder de la Superliga

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Joel Soñora es el goleador de Arsenal, el líder de la Superliga (Thomas Khazki)
Joel Soñora es el goleador de Arsenal, el líder de la Superliga (Thomas Khazki)

Hay dos particularidades que surgen cuando se lee la ficha de Joel Soñora en la planilla de Arsenal. La primera es su apellido, imposible no asociarlo con el de "Chiche", aquel histórico marcador de punta de Boca de fines de los 80 y principios de los 90. La segunda, su nacionalidad: estadounidense.

El volante, de 22 años, es uno de los hijos de Diego Soñora -el otro es Alan, que juega en la Reserva de Independiente-, quien vistió la camiseta del Xeneize entre 1988 y 1995 y conquistó cinco títulos, por lo que su contacto con la pelota proviene desde su nacimiento, el 15 de septiembre de 1996 en Dallas, Texas.

Claro que para todo hay una explicación, por esos años y tras abandonar el club de la ribera, el padre de Joel continuó su carrera en la MLS de EE.UU.; fue uno de los pioneros en jugar en el fútbol de Norteamérica. Fue allí que tuvo a sus hijos y de ahí viene su origen.

Sin embargo, Joel volvió con su familia al país cuando tenía 4 años y fue criado en suelo argentino, por lo que sus costumbres, hábitos y acento al hablar es tan argentino como el de cualquier otro.

Joel junto a su padre Diego, mejor conocido como Chiche, histórico marcador de punta de Boca (@sojoel1)
Joel junto a su padre Diego, mejor conocido como Chiche, histórico marcador de punta de Boca (@sojoel1)

Una vez finalizado el entrenamiento encabezado por el entrenador Sergio Rondina, el número '19' del elenco de Sarandí recibe a Infobae en las instalaciones del Estadio Julio Humberto Grondona. "Todos estamos muy contentos por lo que estamos viviendo, estamos haciendo muy bien la cosas y hay que seguir por este camino", adelanta sobre el presente del Arse antes de que se encienda el grabador.

Con un mate en la mano y el termo en la otra, se sienta en uno de los sillones del banco de suplentes y, relajado, con una sonrisa, cuenta su historia. "Mi viejo tiene una escuelita de fútbol en Haedo y siempre nos llevaba con mi hermano ahí. Nos divertíamos mucho. Hicimos muchos deportes, yo practicaba taekwondo también. Pero hubo un momento en el que no tenía tiempo de hacer todo y tuve que decidirme. Ahí arranqué con el fútbol 100%, fue el momento en el que me dije 'es ahora o nunca'", reconoce acerca del instante en el que se decidió dedicarse por completo al deporte del que vive.

De tal palo, tal astilla. Es por eso que Joel fue a probarse a las Inferiores de Boca y quedó en la séptima categoría. Con el correr de los años, su nivel futbolístico avanzaba de la mano con su crecimiento en el club hasta que llegó a la Reserva, donde tuvo un choque con el entrenador, Rolando Schiavi.

"No fue un problema de Schiavi directamente conmigo, pero yo no me sentía cómodo con su trato hacia mí. También sabía la situación que tenía él con mi viejo y sentía una sensación de malestar. Fui el primero en decirle que no quería ir a la Reserva y volver a Cuarta. No quería saber más nada de estar ahí, porque no me sentía cómodo. Después hubo otras cosas, pero sacando eso, fue simplemente decirle basta a algo que no me gustaba", rememora sobre aquel inconveniente que lo llevó a dejar el elenco de la Ribera.

Joel jugó en Boca hasta la Reserva, cuando lo dejaron libre por un problema con el DT Schiavi (@sojoel1)
Joel jugó en Boca hasta la Reserva, cuando lo dejaron libre por un problema con el DT Schiavi (@sojoel1)

Gracias a su representante y al poder de exposición que tiene el Xeneize, Joel pudo continuar su carrera en el Stuttgart de Alemania. Es así que, con tan solo 19 años, armó las valijas y se fue para Europa para ser fichado por el club teutón.

"Soy hincha de Boca y siempre lo dije. Me hubiese encantado debutar, tener una carrera ahí y jugar en la Bombonera, pero se dio de esta manera y la verdad es que no me lamento nada. Estoy muy agradecido a Boca y a Stuttgart, que confió en mi. Creo que si no estaba ese conflicto por ahí me hubiese costado más, pero el sueño estaba, se dio de esa manera y ya está", analiza ahora sobre lo que ocurrió. Además, Soñora reconoció todo lo aprendido en el cuadro azul y oro y no tiene más que palabras de agradecimiento: "Gracias a Boca estoy donde estoy. Me enseñaron a tener mentalidad ganadora. También me prepararon muy bien físicamente, Boca es el número uno en eso".

La adaptación no fue nada fácil. El idioma, la cultura, la soledad y, sobre todo, el frío de la ciudad hicieron que los primeros cinco meses fueran bastante difíciles. "Apenas me fui para allá yo todavía tenía en la cabeza lo que había pasado con Boca y estaba muy angustiado. Quería irme a triunfar afuera y me di cuenta que era muy duro porque el día a día se complicaba", explica.

La llegada de su novia y su madre hicieron la estadía más llevadera, pero alguien clave para Joel fue el defensor Emiliano Insúa. "Fue un modelo a seguir porque me ayudó muchísimo él y su familia. Gracias a él tengo nuevo representante, que es su hermano. Hicimos un vínculo fuerte y me hizo todo más fácil", expresa con gratitud.

Más allá de las complicaciones, Joel admite que su paso por Alemania fue más que provechoso para su carrera. "Me llevaron despacio y me prepararon. Me adaptaron al fútbol alemán, que me hizo evolucionar como futbolista. Aprendí a trabajar constantemente, a nunca relajarme y que después de terminar un partido hay que recuperarse rápido. Me enseñaron mucho sobre el cuidado que tiene que tener un futbolista. Cuando llegué allá, tenía el hábito de comer cualquier cosa y eso me lo corrigieron. Obviamente también me enseñaron mucho de fútbol, allá es un juego más dinámico, los contragolpes, el retroceso, el esperar; es un fútbol distinto", cuenta.

Joel jugó dos años en el segundo equipo de Stuttgart de Alemania (@sojoel1)
Joel jugó dos años en el segundo equipo de Stuttgart de Alemania (@sojoel1)

Allí estuvo dos temporadas en las que participó en el segundo equipo de la institución, que milita en la Tercera División de Alemania. En total, disputó 56 partidos y anotó nueve goles. Dos veces fue suplente del primer equipo, pero no alcanzó a debutar.

Además de lo incorporado en Europa, Joel admite que tiene un maestro particular que le está en encima constantemente. "Mi viejo me hace muchas correcciones en el juego. Me está muy encima. Siempre volvemos a ver los partidos para analizar los errores. La única manera es verlos y tratar de corregirlos. Me ayuda con la marca porque él fue marcador de punta, cómo no pasar de largo y pequeños detalles que me hacen mejorar como jugador", afirma.

Paralelamente a su desencanto con Boca y su arribo a Stuttgart, Joel fue convocado para la Selección Juvenil de Estados Unidos para participar del Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda, en el que tuvo una buena actuación y llegó hasta cuartos de final. "Fue algo hermoso. Me dio experiencia y me hizo saber lo que era competir internacionalmente antes de que me comprara Stuttgart", recuerda.

Sin ciudadanía argentina, Soñora tiene como anhelo ser convocado por la Mayor de The Yanks. "Estoy muy agradecido por las veces que me llamaron para las categorías inferiores. Hoy prefiero tener puesta la cabeza en Arsenal, pero si se da una convocatoria a futuro sería un sueño porque es poder representar a tu país. Sería excelente", asegura con ilusión.

Soñora cuenta que el plantel de Arsenal esta muy feliz por su presente, aunque saben que el objetivo es mantener la categoría (Thomas Khazki)
Soñora cuenta que el plantel de Arsenal esta muy feliz por su presente, aunque saben que el objetivo es mantener la categoría (Thomas Khazki)

Pese a tener la opción de renovar su vínculo con Stuttgart, Soñora decidió volver al país. Sus ganas de jugar en Primera eran más grandes que la de su paciencia por seguir formándose en el Viejo Continente y aceptó una oferta de Talleres de Córdoba. Fue así que se puso la camiseta de la T a mediados de 2018. Sin embargo, no jugó mucho. "En Córdoba me ponían de marcador de punta, me costaba mucho la marca y no me adaptaba a la posición. Por eso no pude ganarme un lugar", justifica.

Una temporada después, ya habiendo comenzado la actual Superliga, recibió el llamado de Sergio Rondina y no lo dudó. "Me llamó Rondina y me dijo que quería que jugara de 8, de volante por derecha y con eso me convenció para venir acá. Llegué a Arsenal el jueves, antes de la segunda fecha. Entrené y viajé con mis compañeros a Mendoza para jugar con Godoy Cruz", relata acerca de lo rápido que se resolvió todo.

Aquel lunes 5 de agosto, el joven ingresó a los 27 minutos de la segunda parte en el Estadio Malvinas Argentinas y sobre el final del partido se despachó con un zurdazo para poner el 2-0 a favor de su equipo. "Mis amigos me dijeron que iba a hacer un gol en el primer partido así que se los dediqué con un bailecito", dice y se ríe.

Ya para la tercera jornada ante Defensa y Justicia, el Huevo decidió mandarlo de titular y no decepcionó. Controló una pelota adentro del área y fusiló al arquero rival para sellar el resultado 3-0 y así convertirse en el goleador del único puntero de la Superliga.

Los dos goles de Soñora en Arsenal

"Estamos muy felices en los entrenamientos, en el vestuario o cuando compartimos un mate. Es una sensación de alivio porque sabemos que estamos haciendo bien las cosas y vamos por el buen camino. Obviamente podemos errar porque somos humanos y va a haber momentos, ojalá que no, en los que perdamos. Por ahora estamos enfocados en el objetivo de salvarnos del descenso y, si se puede, clasificarnos para alguna Copa", describe el clima que se vive estos días dentro del plantel.

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