El Coco Basile, íntimo: su análisis de la gira de la Selección, el temor de visitar al Papa Francisco y la fórmula para potenciar a Messi

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El Coco Basile junto a su amigo Mostaza Merlo (NA)
El Coco Basile junto a su amigo Mostaza Merlo (NA)

Hace años que Alfio Basile se transformó en un personaje de la noche. Alejado de las canchas, el Coco cambió su faceta de entrenador por la de filósofo contemporáneo adicto a la pelota. Su experiencia le permite hablar de lo que más sabe, incluso es la única persona que tuvo el privilegio de dirigir a Diego Maradona y Lionel Messi, dos leyendas que impusieron su sello en el deporte más popular del planeta.

Como no podía ser de otra manera, el encuentro con Infobae se produjo en una vermutería de Palermo. Una tabla de picada, algunas tapas de tortilla que emulaban la tradicional gastronomía española y unos platitos con chorizos a la pomarola acompañaron los tragos de autor a base del aperitivo más consumido del país. "En otra época había whisky Ballantines", dijo entre risas mientras se acomodaba la elegante camisa negra que resaltaba sobre su sonrisa.

Su buen humor le recordó la anécdota que lo vincula con el Papa Francisco. Si bien el suceso es de público conocimiento, el ex DT de la Selección se encargó de imponer un valor agregado gracias a los detalles. "En 1998 me vino a buscar (FernandoMiele, que era presidente de San Lorenzo. Yo venía de dirigir al Atlético Madrid de Gil y Gil, con quien no me llevaba muy bien y estaba de vacaciones en Punta del Este. Me acuerdo que viajó exclusivamente para contratarme, pero yo no quería agarrar porque estaba cansado de trabajar. Me rompió tanto las pelotas que me convenció", relató Basile en una extensa conversación que se caracterizó por la ausencia de filtros.

"San Lorenzo tenía buen equipo. No podía creer lo mal que le iba. Tenía a jugadores que yo había tenido en la Copa América de 1993, como Gorosito y el Beto Acosta, pero también estaban Tuzzio, Luis Fernando, Passet… eran muy buen plantel", argumentó con su memoria intacta. "Me tocó debutar en cancha de Platense un sábado a la noche. La tribuna se venía abajo y antes de empezar el partido estábamos todos listos para la arenga final; pero de golpe entró un cura", siguió el Coco antes de confesar el diálogo que mantuvo con el dirigente que lo llevó al Ciclón.

¿Quién es éste que acaba de entrar?— preguntó.

Es un cura que viene siempre a bendecir a los jugadores antes de cada partido— le respondió Miele.

Vos me contrataste a mí porque no le ganan a nadie. No sirve lo que hace este cura. Echalo de acá porque no lo quiero— exigió el entrenador.

Pero ¿cómo hago? Viene siempre y es fanático del club— insinuó Miele, pero el Coco fue determinante.

Decile que no quiero a nadie dentro del vestuario, que es una imposición mía— sentenció.

"Cuando le dijo que no lo quería, el cura me miró con una cara que no te la puedo explicar… abrió la puerta y se fue. Después ganamos 4 a 1 con 3 goles del Beto Acosta", detalló Basile.

Basile en los estudios de Infobae TV (Thomas Khazki)
Basile en los estudios de Infobae TV (Thomas Khazki)

Lo llamativo fue lo que sucedió 15 años después, cuando los protagonistas volvieron a encontrarse de casualidad. Fiel a su costumbre nocturna, durante una calurosa velada en el Faena, el Coco estaba rodeado de artistas y personalidades del mundo del espectáculo a la vera de la pileta del lujoso hotel de Puerto Madero.

¿Viste quién es el Papa?— le preguntó Miele luego de darle un abrazo y hacerle alguna broma.

Boludo, ¿cómo no voy a saber? ¡Francisco!— le respondió con su vozarrón.

¡No! Vos no tenés ni idea de quién es— insistió el ex dirigente del Ciclón.

¿Me estás jodiendo? ¿Cómo no voy a saber quién es Francisco?—continuó Basile, casi molesto por la intensidad del recién llegado.

Sí, pero también es Bergoglio, el cura que echaste en cancha de Platense el día que debutaste— cerró Miele.

Las risas se centraron en el pasado, pero el temor a una represalia por lo sucedido en el estadio del Calamar mantienen alejado al Coco de la Santa Sede. "Cada tanto viajo a Italia, pero nunca fui a verlo. Ni loco voy al Vaticano, a ver si me echa", aclaró.

El Coco Basile durante su segundo ciclo al frente de la Selección (FotoBaires)
El Coco Basile durante su segundo ciclo al frente de la Selección (FotoBaires)

Sin embargo, por el presente de la Selección más de uno quisiera ver al Sumo Pontífice para aferrarse a la fe de cara a la participación que tendrá Argentina en la Copa América que organizará Brasil en junio. Como en los últimos amistosos ante Venezuela y Marruecos el elenco que lidera Lionel Scaloni dejó una imagen muy pobre, para Basile es mejor evitar el tema en la mesa: "No fue una gira seria. Jugaron en Tánger un partido de rugby. Con el viento que había eso no era fútbol".

El flojo presente de la Albiceleste le genera un gran malestar al técnico que logró los últimos 2 títulos continentales. La falta de organización y el constante recambio son algunos factores que no contribuyen en la elaboración de un proyecto ambicioso que permita soñar con una nueva corona. "Yo nunca dirigí en un partido así. Ellos tienen un estadio bárbaro en Casablanca, por eso no sé por qué jugaron ahí. Fue horrible. No se pudo probar nada y no se pudo sacar ninguna conclusión", analizó el Coco, antes de referirse al inesperado golpe recibido con la Vinotinto en el Wanda Metropolitano: "Con Venezuela se perdió bien. Ese sí es un partido para ver y reconocer quién puede estar en la Selección y quién no, porque trabajar acá no se puede. No te dan los jugadores para que vayan a Ezeiza, muchos están afuera, juegan por Copa…  y en definitiva no los tenés nunca".

Esos inconvenientes que hoy sufre Scaloni, Basile también los tuvo durante su primer ciclo. "En 1991 fuimos a Chile con un plantel compuesto por 26 jugadores de acá, más Caniggia, que siempre me volvió loco. De la Selección que había armado Bilardo para el Mundial de Italia habían quedado Goycochea y Ruggeri. El Cabezón estaba jugando en el América de México y se lo hice comprar a Miele para que vaya a San Lorenzo. De lunes a jueves entrenábamos en el predio y ahí sí se podía planificar, pero para el otro campeonato me habían vendido a 9 al exterior. En Ecuador me pasó lo mismo que le pasa a los entrenadores de ahora: jugábamos un miércoles y los muchachos llegaban el martes. Cuando se te van a Europa se termina el trabajo", aclaró.

En ese sentido, el ex entrenador reconoció que "de los jugadores que convocó del fútbol argentino son muy pocos los que van a ir a la Copa América". Según su mirada, el problema se radica en vivir en un país exportador de figuras: "En 2007 formé un equipo antes de la edición de Venezuela, pero los técnicos que perdían en el torneo decían que era por culpa de los entrenamientos de sus jugadores con la Selección. Me cansaron porque todos los titulares estaban en Europa".

Coco es el único técnico que dirigió a Messi y Maradona (NA)
Coco es el único técnico que dirigió a Messi y Maradona (NA)

"¿Me dejás prender un cigarrillo?". La pausa fue una necesidad primordial para el Coco. Si había intenciones de seguir conversando del presente del representativo nacional, había que hacerlo de forma relajada. Los Camel sobre la mesa contribuyeron para que el diálogo continúe. Por lo tanto, también fue obligatorio hablar del regreso de Lionel Messi: "Es un monstruo. Él le daba un baile a todos en los entrenamientos que no te das una idea, pero la generación anterior era distinta. Tenían otro estirpe, eran más ganadores, más gladiadores. Argentina entraba a la cancha y no nos fijábamos en el rival".

La comparación lo llevó al día en que la Selección ganó su segundo partido en el Mundial de 1994. "Cuando jugamos con los negritos de Nigeria, vimos que tenían unos jugadores bárbaros. Me acuerdo que con Mostaza (Merlo) habíamos ido a verlos a la final de la Copa África en Túnez, porque en ese momento no había videos. Era una selección que no la conocía nadie, pero cuando hablaba con Valdano y gente de Europa me decían que tenía que tener cuidado con ellos y con Costa de Marfil", rememoró con una intimidad que era desconocida hasta el momento: "Cuando llegamos al estadio de Boston ya teníamos una idea de cómo jugaban, y cuando salimos a la cancha yo les dije a los jugadores: ¿Cómo podemos perder con estos feos? Miren los que son ustedes y miren lo que son ellos. Nosotros teníamos al Cholo Simeone, Caniggia, Goycochea, Batistuta, Redondo… era una Selección linda. Fue una boludez para descontracturar y motivar al equipo". A pesar de comenzar abajo en el marcador, la velocidad del Pájaro sirvió para revertir el marcador y posicionar a la Albiceleste como candidata al título, aunque el episodio de Maradona, la enfermera y la efedrina opacó la jornada y el certamen.

Hoy la situación es diferente. A pesar de contar con el mejor jugador del planeta, el conjunto nacional no brinda demasiadas esperanzas. Sin embargo, el Coco confía en los nombres que puedan acompañar a la Pulga al país vecino: "Si acompañan bien a Messi, va a ganar algo importante. En Barcelona juega así porque está rodeado de figuras. En la Selección los rivales lo rodean porque saben que no hay otro que pueda desnivelar. Si no se inspira y gambetea a 4 tipos es muy difícil de que hagamos un gol".

"En el Mundial de Brasil nos tocó el grupo más fácil y clasificamos gracias a Messi. La gente se olvida, pero si no hubiera sido por él; no hubiésemos llegado  a la final. Los hinchas se quedan con el gol que erró con Alemania, como a Higuaín que lo matan por el mano a mano que no metió contra Neuer", recordó Basile, quien antes de despedirse recordó que el rosarino y Maradona "son dos extraterrestres, que sólo pueden ser comparados con Pelé y Di Stéfano". "En un escalón más abajo pueden estar Riquelme, Caniggia ó Rubén Paz, pero eso queda para otro día", cerró el Coco antes de levantarse de la mesa, despedirse y subirse a un taxi que lo alejó del lugar que lo tuvo como principal protagonista.

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