El diagnóstico de una enfermedad grave a una edad temprana puede ser un golpe devastador, pero también un catalizador para una profunda transformación personal. Maximiliano Fratino, escritor y productor audiovisual, vivió una experiencia que marcó su vida de manera irreversible cuando, a los 15 años, fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda.
8 hilos desandando el camino
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Su paso por el Hospital Garrahan y los meses de internación dejaron una huella que, años después, lo impulsó a escribir su primera novela, “8 hilos”. En una reciente entrevista con Infobae, el escritor y productor compartió cómo ese difícil momento le permitió desarrollar una visión particular sobre la vida, la muerte y la transformación. “Siempre se me había ocurrido con escribir algo por las cosas que pasaba ahí adentro”, reconoció Fratino a la hora de responder cuál fue el hilo disparador de la novela.
“Al principio, cuando empecé a escribirlo, no me podía despegar ni un poco. Era todo contando lo que me había pasado, la gente que vi adentro y eso hacía que no podía ver el personaje. Me costó muchísimo ver el personaje. Lo encontré después de varios meses”, admitió Maximiliano cuando se le preguntó sobre el proceso hilar esta historia. A pesar de que Fratino confesó odiar la relación del término “autorreferencial” con su libro, porque según él “está parado desde el ego”, escribirlo fue un largo trayecto literario. “Me costó muchísimo ver el personaje. Lo encontré después de varios meses”, recordó el autor.
El personaje principal de esta historia, Lucas Kalmus, una joven promesa del polo de tan solo 17 años, comienza siendo retratado como un individuo profundamente arrogante y despectivo. A lo largo del relato, su evolución se va haciendo evidente, pero es importante resaltar cómo se construye su personalidad en los primeros momentos de la narrativa. Maximiliano describió al protagonista de forma clara: “Lucas es un soberbio, un pelotudo, un hijo de puta. Lo único que le importa es su caballo”. La descripción de Lucas es, de hecho, un retrato de cómo evoluciona este personaje a lo largo de la historia y su conexión con el autor. Según Maximiliano, cuando él experimentó y tránsito su propia relación con el cáncer fue más o menos parecida: “me quería sacar las vías, puteaba, soberbio, un tarado. Cuando entré al hospital, odiaba a todo el mundo”.
Tanto Maximiliano como Lucas toman a la enfermedad, en este caso el cáncer, como el catalizador que obliga al personaje a enfrentar su propia humanidad.“Me quería transformar... quería que los chicos que lean esto le saquen un poco el miedo a la muerte, que la muerte es parte de una transformación”, expresó el autor.
La relación entre el autor y el personaje parece ser, en muchos sentidos, un reflejo de su propio proceso de superación. Como el propio autor señala, la transformación del protagonista está ligada al miedo a la muerte, una muerte que no solo es física, sino también simbólica, pues implica la muerte de la antigua versión de sí mismo: “El miedo a la transformación, porque la transformación es una muerte y nadie quiere morir”.
“8 hilos”: una novela de transformación y autodescubrimiento
“8 hilos”, publicada por VR Editoras, es la primera novela de Fratino, una obra de fantasía contemporánea que, sin dejar de lado la realidad, se adentra en el ámbito de lo sobrenatural. La historia sigue a Lucas Kalmus, que a pesar de ser considerado una promesa del deporte, se enfrenta a un diagnóstico de leucemia que lo obliga a ingresar a un hospital público especializado en su enfermedad. En medio de su doloroso tratamiento, Lucas comienza a vivir extrañas experiencias dentro del hospital, un lugar que rápidamente se convierte en un espacio de aprendizaje y transformación personal.
Según Fratino, esta novela no nació únicamente de su experiencia personal como sobreviviente de leucemia, sino también de una profunda búsqueda espiritual que lo llevó a viajar por India y Nepal, siguiendo los pasos de Buda. En sus palabras: “Hace cinco años hago un viaje a la India... estaba destruido, en depresión, y cuando fui a hacer ese trabajo espiritual, cuando empecé a trabajar muchas cosas internas... ahí entendí. Dije: bueno, ahora sí encontré qué quiero contar en esta historia”. Este viaje le permitió integrar en la trama elementos que exploran la transformación desde una perspectiva más universal y simbólica.
La transformación de Lucas, el protagonista, está profundamente conectada con la intención del autor de transmitir un mensaje esperanzador. Fratino explica: “Quería que los chicos o las personas que lean esto le saquen un poco el miedo a la muerte, que la muerte es parte de una transformación”. La novela se centra en el proceso de desprenderse de lo superficial, como expresa el autor: “El protagonista se empieza a romper de un montón de cosas superficiales”. Así, el hospital se convierte en un espacio donde Lucas se enfrenta no solo a su enfermedad, sino también a las emociones y las sombras que había evitado hasta entonces.
La elección del polo como elemento clave en la historia también tiene una función simbólica. Aunque Fratino admite no tener una conexión personal con este deporte, vio en los caballos un recurso para explorar el aspecto onírico de la trama: “El caballo era un amuleto para jugar en lo onírico, tremendamente. Por eso lo puse, porque me pareció muy atractivo que el personaje se rompa ahí”.
Y en cuanto al título, “8 hilos”, hace referencia a los desafíos que el protagonista enfrenta para lograr su transformación, un viaje que Fratino conecta con el aprendizaje humano universal. El autor señala: “Son ocho pruebas, ocho desafíos que tiene el protagonista para poder transformarse, y que son ocho desafíos que tenemos todos los humanos para transformarnos”. Este enfoque convierte la novela en un espejo de las luchas internas que enfrentan todas las personas, sin importar si han vivido una enfermedad grave o no.
En definitiva, “8 hilos” es más que una novela de fantasía. Es una reflexión sobre cómo los momentos difíciles de la vida pueden ser una puerta hacia el autodescubrimiento y la transformación. Inspirada en vivencias personales y un profundo trabajo espiritual, Fratino entrega una historia que invita a los lectores a explorar sus propios miedos y a encontrar fuerza en lo más profundo de su ser.