La belleza del día: “La nueva Moscú”, de Yuri Pímenov

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

Compartir
Compartir articulo
“La nueva Moscú” (1937) de Yuri Pímenov
“La nueva Moscú” (1937) de Yuri Pímenov

I

Después de la revolución, ¿qué sigue? ¿Qué colores tendrá el mañana una vez que la redención haya llegado? Yuri Pímenov nació en Moscú en 1903. Cuando cumplió la mayoría de edad, ese preciso año, Lenin creó los Talleres Técnicos y Artísticos del Estado de Moscú, más conocidos como Vjutemás.

Estamos en 1920, tres años después de la Revolución Rusa, con la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas ya instalada y en plena construcción. Ya no hay zarismo ni Imperio Ruso. Ahora hay una patria socialista, un Estado obrero y mucha incertidumbre. Pímenov siente un halo de esperanza en el ambiente. Es joven y curioso. Mira el futuro con los ojos bien abiertos.

Estudia con Aleksandr Deineka y Natalia Goncharova y tiene como maestros a Serguéi Maliutin y Vladímir Favorski. Forma parte de algo nuevo: la generación de artistas postrevolucionarios, ¿Qué obras pintarán los artistas cuando la redención haya llegado?

II

La gran inspiración de Pímenov es la Nueva Objetividad, aquellos pintores alemanes que estaban viviendo un mundo guerra lleno de crueldad y que, por ello mismo, decidieron rechazar al expresionismo. Lo que buscaban, según palabras del historiador del arte Gustav Friedrich Hartlaub, era mostrar las “características puramente externas”, es decir, la realidad.

"La ruta del frente" (1944) de Yuri Pimenov
"La ruta del frente" (1944) de Yuri Pimenov

Sus primeras obras, o al menos las de mitad de la década del veinte hasta mitad de la década del treinta, hay soldados heridos e inválidos, y figuras deformes. Pero lo que sigue es una mirada estéticamente bella sobre la ciudad, la nueva Rusia. Influenciado por la mirada oficial del realismo socialista, compone escenas coloridas y sociales.

De esa época es La nueva Moscú, un óleo sobre tela de 140 centímetros por 170 que está en la Galería Tetryakov. Es de 1937 y ofrece un panorama novedoso. En principio: un auto descapotable, una mujer conduciendo y el punto de referencia que ubica al espectador como si estuviera en el asiento de atrás, formando parte del viaje por esa ciudad embellecida.

III

“Con viveza y agilidad innatas el pintor muestra el sentimiento de alegría, de renovación que experimenta (...) El don de observación, la pureza y frescura de su percepción, permiten a Pímenov discernir la novedad y la poesía de lo cotidiano y lo banal”, escribe el historiador del arte Juan Alberto Kurz Muñoz sobre La nueva Moscú.

“Es un preludio —agrega— de lo que Pímenov mantendrá veinte años más tarde, al afirmar que el arte debe abrir los ojos del espectador a la esencia profunda de lo cotidiano, debe acoger la belleza naciente de todo lo nuevo. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial el pintor vuelve a los procedimientos empleados en La nueva Moscú con la tela La ruta del frente.

"La mañana" (1946) de Yuri Pímenov
"La mañana" (1946) de Yuri Pímenov

Pintado en 1944, apenas siete años después, La ruta del frente muestra el mismo ángulo sólo que el auto descapotable ahora es un sheep de guerra, en las calles no hay alegría, colores húmedos y ocio sino nieve, camiones, tanques, armas y un horizonte bélico con olor a muerte. Como si Pímenov quisiera decir: después de la revolución, hay que defenderla.

IV

Trabajó como diseñador y cartelista, decoró obras de teatro y películas como Los cosacos de Kubán de Iván Pýriev, estrenada en 1949. Poco a poco se convirtió en el esteticista de Moscú y de la Unión Soviética. SI bien hay una defensa acérrima al socialismo, sus cuadros hay críticas solapadas, detalles importantes que cuestionan el belicismo.

Fue aclamado y premiado: ingresó a la Academia de las Artes, obtuvo la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, la Orden de Lenin, el Premio Lenin y fue distinguido en varias ocasiones como escenógrafo. Murió a los 73 años, en 1977, en la misma ciudad donde nació: en su querida Moscú. Sus restos están enterrados en el cementerio Novodévichi.

¿Qué sigue después de la revolución? Para Pímenov, agudizar la mirada y observar el mundo de otro modo. Nuevos tiempos, nuevas obras. Le interesaba pensar lo cotidiano como el lugar donde se devela el misterio del mundo. Tal vez en eso tenía toda la razón.

SEGUIR LEYENDO