Una muestra sobre la influencia de los cómics en la obra de Pablo Picasso

La exposición francesa "Picasso y el cómic" recupera la colección personal del pintor además de sus propias ilustraciones, presentadas a menudo en forma de viñetas

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Mandatory Credit: Photo by Granger/Shutterstock (8731361a)
Pablo Picasso (1881-1973). Spanish Painter And Sculptor. Working On A Ceramic. Photograph, 1956.
Pablo Picasso (1881-1973).
Mandatory Credit: Photo by Granger/Shutterstock (8731361a) Pablo Picasso (1881-1973). Spanish Painter And Sculptor. Working On A Ceramic. Photograph, 1956. Pablo Picasso (1881-1973).

Con una muestra que recupera las caricaturas y viñetas satíricas realizadas por el artista español Pablo Picasso y que busca explorar uno de los aspectos más desconocidos de la obra del pintor cubista, en cuyo trabajo se aprecia la influencia de las ilustraciones, reabrió el Museo Picasso de París tras cuatro meses de cierre por la pandemia.

La exposición Picasso y el cómic recupera la colección personal del pintor además de sus propias ilustraciones, presentadas a menudo en forma de viñetas, y abre en paralelo a una ampliación de la muestra Picasso poeta, procedente del Museo Picasso de Barcelona, que reivindica el trabajo literario del malagueño a partir de 1935, informó hoy la agencia de noticias Efe.

Planificada originalmente para el mes de marzo, la muestra se podrá visitar hasta el 3 de enero y según explicó Johan Popelard, curador de la exhibición, el objetivo fue “mostrar que si bien nunca publicó cómics había una cierta apropiación de sus códigos y ese interés se encuentra en su obra”.

Este arte, denostado como “menor”, nació al mismo tiempo que el pintor malagueño (1881-1973) y su historia, según Popelard, se cruza con la del artista: “Las ilustraciones, las revistas que empezaban a desarrollarse... Picasso devoraba todas las imágenes. Uno de los descubrimientos de esta exposición es poder mostrar sus propios cómics, todas sus revistas, álbumes y diarios, que se encontraban en su biblioteca”.

(Filmsonor/Kobal/Shutterstock)
(Filmsonor/Kobal/Shutterstock)

Desde Pim, Pam, Poum pasando por Tintín, Little Jimmy y ejemplares de la revista The New Yorker, con sus reconocibles portadas ilustradas, la exposición recupera la colección personal del pintor, además de sus propias ilustraciones, presentadas a menudo en forma de viñetas.

Los especialistas consideran incluso que fue este mundo gráfico, de figuras deformadas, violentas, vibrantes y grotescas las que le permitieron salir de la continuidad en el arte e introducir en los retratos esa apariencia caricaturesca.

En ese sentido, Vincent Bernière, otro de los curadores advierte que “en Picasso siempre intrigan los ojos, su posición, su desnivel, su carácter desorbitado: puede que otra herencia de sus lecturas apasionadas, esos famosos ‘ojos grandes’ popularizados por el dibujante Palmer Cox (1840-1924)”.

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