Lo capturan luego de robar un celular, se arrepiente y se pone a llorar por su mascota: “pobre mi perrito”

Delincuente aprovechaba el tráfico por las calles de Lima para arrebatar los equipos a choferes y transeúntes, pero al ser capturado empezó a llorar preocupado por el destino de su mascota.

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Un audaz ladrón de celulares fue capturado por la Policía Nacional luego de un paciente seguimiento que le hicieron tras reportes de constantes arrebatos y asaltos en las transitadas calles del Centro de Lima. Los efectivos atraparon al delincuente en el preciso instante que le arrebató su smartphone a un chofer. Sin embargo, cuando era conducido a la comisaría del sector estalló en llanto, pero no por su regreso a la cárcel, sino porque estaba preocupado por el destino de su mascota.

El joven ladrón, quien junto a su perro cometía sus fechorías entre los jirones Huancavelica y Cárcamo, fue sigilosamente vigilado por los integrantes del grupo Terna, quienes grabaron el instante que le roba el celular a un conductor que esperaba el cambio de luz e inmediatamente se echó a correr, pero no contaba que varios agentes lo siguieron hasta capturarlo.

Ya en la patrulla, el joven de 21 años se echó a llorar preocupadopor su mascota que se quedó en la calle tras su captura. “Es un labrador, qué va a ser de él, es mi perro, jefe. No puedo dejarlo en mi casa porque ni la llave me dan, lo van a botar”.

Asimismo, pidió a la policía que le den una nueva oportunidad y lo dejen libre porque su perro se va a quedar solo. “Han dejado botado a mi perrito en la calle”.

“Yo estoy bien arrepentido, recién he salido de la carceleta, yo soy solo, necesito pagar mi cuarto. Yo no lloro porque me han capturado, lloro por mi perro, él vivía conmigo y lo han dejado en la calle”, decía llorando.

De acuerdo al Coronel Jorge Castillo Vargas, jefe del Escuadrón Verde de la Policía Nacional del Perú, no es la primera vez que este ladronzuelo comete estas fechorías, ya que cuenta con antecedentes por robo.

EN SAN JUAN DE MIRAFLORES

En otro punto de la capital limeña, en San Juan de Miraflores, un grupo de delincuentes ingresaron a una panadería y en menos de cinco minutos asaltaron a los trabajadores del lugar, pero ante la presencia de clientes que llegaron al local, uno de los malhechores se puso a atenderlos hasta que sus compañeros lograron recaudar todo el dinero de la caja fuerte y huyeron del lugar.

Delincuente aprovechaba el tráfico por las calles de Lima para arrebatar los equipos a choferes y transeúntes, pero al ser capturado empezó a llorar preocupado por el destino de su mascota.