El papa Francisco presidirá este jueves el funeral de Benedicto XVI y pondrá fin a la era de los dos pontífices en la Iglesia

La ceremonia reunirá a más de 65.000 fieles y 1.000 periodistas que viajaron a la capital italiana, junto con 4.000 sacerdotes

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El papa Francisco presidirá este jueves el funeral de Benedicto XVI y pondrá fin a la era de los dos pontífices en la Iglesia (REUTERS)
El papa Francisco presidirá este jueves el funeral de Benedicto XVI y pondrá fin a la era de los dos pontífices en la Iglesia (REUTERS)

Francisco presidirá este jueves el funeral de Benedicto XVI en una ceremonia solemne que marcará el fin de la era de convivencia de dos pontífices en la Iglesia católica.

El cuerpo de Benedicto, que falleció el pasado sábado 31 de diciembre a los 95 años, lleva tres días de capilla ardiente en los que unos 200.000 fieles se acercaron a la basílica de San Pedro para despedirlo. Entre las visitas se destacaron la de la Reina Sofía; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; y muchos cardenales, obispos y sacerdotes españoles.

Este jueves, el Papa oficiará las exequias en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde se prevé que asistan cerca de 65.000 personas. Junto a Francisco, estarán en el altar otros 4.000 sacerdotes que lo acompañarán en la celebración de la misa, como el cardenal decano Giovanni Battista Re.

Por su parte, las autoridades han estimado que aproximadamente 1.000 periodistas de más de 30 países se han acreditado para cubrir este evento histórico que marcará el cierre de una era en el Vaticano.

Asimismo, se esperan múltiples representantes ecuménicos, entre ellos los metropolitanos Emmanuel de Calcedonia, y Policarpo de Italia por el patriarcado Ecuménico de Constantinopla. También, el presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, el Metropolitano Antonio Volokolamsk aunque no estará presente la Patriarca Kirill.

El funeral seguirá paso a paso lo establecido en el rito “Ordo exsequiarum Romani Pontificis” que es el mismo que se usaría si se tratara de un pontífice reinante -tal y como se hizo en el funeral de san Juan Pablo II en 2005- aunque con algunos cambios.

En los tres días de capilla ardiente, unos 200.000 fieles se acercaron a la basílica de San Pedro para despedirlo (REUTERS)
En los tres días de capilla ardiente, unos 200.000 fieles se acercaron a la basílica de San Pedro para despedirlo (REUTERS)

“La base es la misma pero hay algunos elementos que dan originalidad al rito”, explicó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en referencia a algunos “elementos que faltan, referidos a los más específicos de un Papa reinante”.

Por ejemplo, en esta oportunidad se prescindirá de las oraciones de súplicas finales, las de la Iglesia de Roma y las Iglesias orientales ya que son muy específicas del Papa activo.

El Vaticano ya comenzó con los preparativos de la cermonia, que será “solemne pero sobria” (REUTERS)
El Vaticano ya comenzó con los preparativos de la cermonia, que será “solemne pero sobria” (REUTERS)

La ceremonia de este jueves será “solemne pero sobria”, tal y como conformó el Vaticano, siguiendo la voluntad del difunto Papa emérito y solo asistirán en carácter oficial las delegaciones del gobierno y presidencia de Italia y Alemania. El resto de funcionarios lo harán a título personal.

En ese sentido, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente Frank-Walter Steinmeier ya confirmaron su presencia en representación de la patria natal de Ratzinger; por parte de Italia estarán su homólogo Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.

En nombre de España asistirá la Reina Sofía, mientras que por Bélgica irán el rey Felipe y su esposa, la reina Matilde, junto a otros nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.

Las autoridades eclesiásticas han estimado, asimismo, que al menos media docena de obispos españoles asistirán al funeral, entre ellos, el presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal Española; el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella; el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; y el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán.

Desde el lunes, el cuerpo de Benedicto XVI yace para veneración pública en la Basílica de San Pedro en un catafalco cubierto por un tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y una mitra blanca adornada en la cabeza. Entre sus manos, entrelaza un rosario.

El cuerpo de Benedicto XVI yace para veneración pública en la Basílica de San Pedro en un catafalco cubierto por un tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y una mitra blanca adornada en la cabeza (REUTERS)
El cuerpo de Benedicto XVI yace para veneración pública en la Basílica de San Pedro en un catafalco cubierto por un tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y una mitra blanca adornada en la cabeza (REUTERS)

A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se suele colocar sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno, que, en su lugar, será colocado en el ataúd, como se hace con los obispos eméritos.

Tampoco luce en su dedo el anillo del pescador que usó durante sus años de pontificado. En el pasado, para evitar que alguien pudiera falsificarlo, se lo destruía de manera inmediata momentos después de darse por confirmada la muerte de su portador. Sin embargo, en el caso de Benedicto esto no fue posible ya que el anillo había sido destruido previamente en el 2013 al momento de anunciar su renuncia.

El mismo procedimiento vale para la cruz pastoral, el bastón rematado con una cruz que tiene un significado paralelo al del palio.

Este miércoles, cerca de las 19:00 horas local, las puertas de la basílica se cerraron para comenzar con los preparativos del cuerpo para el sepelio. Amigos íntimos de Benedicto XVI -como su secretario personal Georg Gänswein, quien ha permanecido a su lado todos estos años- estuvieron presentes para velar su cuerpo, tal y como hicieron en la capilla ardiente que se instaló en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano cuando falleció el pasado sábado.

Gänswein fue el encargado de cubrirlo con un velo de seda blanca, un gesto que ya se había realizado en el funeral de san Juan Pablo II 18 años atrás. En aquella ocasión, el funeral duró tres horas y fue presidido por el entonces Decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Joseph Ratzinger.

El féretro con los restos de Benedicto será trasladado a la plaza de San Pedro a las 8.50 horas local para el rezo del Rosario de todos los fieles, pocos minutos antes del arribo del Papa para la celebración.

Francisco llegará cerca de las 9 de la mañana a la plaza de San Pedro para el funeral (AP)
Francisco llegará cerca de las 9 de la mañana a la plaza de San Pedro para el funeral (AP)

Los restos fueron colocados en un ataúd de ciprés que, una vez finalizada la ceremonia, retornará nuevamente a la basílica para ser introducido en otros dos féretros, que se contienen el uno al otro. Así, la primera capa del triple ataúd quedará compuesta por ciprés mientras que la intermedia es de zinc y la tercera es tallada en roble.

En el ataúd se colocarán, además, monedas acuñadas entre 2005 y 2013, aquellas que se dieron durante su pontificado. Junto a ellas, se introducirán en un tubo metálico algunos textos con los hechos más destacados de su biografía como Papa.

Los restos de Benedicto XVI ocuparán la tumba de su antecesor, Juan Pablo II, en la cripta debajo de la basílica de San Pedro. De esta manera, su cuerpo descansará en las grutas vaticanas junto a los otros pontífices.

En 2011, luego de ser proclamado beato, el Vaticano dispuso trasladar el cuerpo de san Juan Pablo II a una capilla para permitir una mayor afluencia de fieles. Desde entonces, los restos mortales del Papa polaco reposan en la capilla de San Sebastián.

(Con información de Europa Press)

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