Escocia busca un segundo referéndum independentista aprovechando la polémica del Brexit

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Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia y líder de SNP, hablando enfrente del parlamento escocés. REUTERS/Russell Cheyne
Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia y líder de SNP, hablando enfrente del parlamento escocés. REUTERS/Russell Cheyne

El gobierno de Escocia liderado por Nicola Sturgeon del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) busca aprovechar la incertidumbre y el caos provocados por  las elecciones del pasado domingo y la renuncia de la Primer Ministra Theresa May para volver a proponer la independencia escocesa.

Esto sería la primer indicación formal este año de que Sturgeon tiene interés en volver a proponer la independencia de Escocia a través de un segundo referéndum. En el 2014, la que la mayoría de los escoceses votó para permanecer dentro de la unión económica y política del Reino Unido (RU).

Pero Sturgeon, quien ha indicado varias veces en el pasado que le interesa sacar a su país de la unión británica, espera utilizar el descontrol político que ha causado el Brexit en Inglaterra para conseguir el apoyo mayoritario de sus compatriotas y poder garantizar la victoria de los independentistas en un segundo plebiscito.

Sturgeon ya había pedido al gobierno del Reino Unido que inicie las negociaciones sobre un segundo referéndum de independencia en el 2017. Pero Theresa May rechazó la demanda y se archivó después de que el SNP perdiera escaños en una elección general tres meses después.

Tampoco hubo claros indicacios de que los posibles sucesores de May estén de acuerdo con un segundo referéndum. Pero la propuesta de Sturgeon es más política que legislativa o legal.

Apuesta a que el Parlamento británico -que actualmente se está dominado por un Partido Conservador debilitado después de perder por paliza las elecciones para el parlamento europeo hace tres días- le niegue a Escocia la posibilidad de llamar a un nuevo referéndum independentista.

A pesar de que ella ha dicho que no buscaría un nuevo plebiscito sin el acuerdo explícito del parlamento británico, cree que negarle esta posibilidad al pueblo escocés generaría una "indignación democrática" que realmente le daría fuerza política a su pedido. En la votación sobre el Brexit en el 2016, la gran mayoría de Escocia votó a favor de permanecer en la UE. Desde entonces que se ha estado hablando de un posible pedido independentista.

Sturgeon ha indicado que presentará la ley ante el Parlamento de Escocia antes de que termine el año.  La ley busca pavimentar el camino para un segundo referéndum sin mencionarlo explícitamente. Es que solamente propondría un marco legal para la celebración de referendos sobre cualquier tema, que podría utilizarse para otra encuesta sobre independencia.

También existe la posibilidad de que Escocia lleva a cabo un segundo referéndum independentista sin el permiso del parlamento británico pero sería muy difícil desde un punto de vista legal, y aun más desde lo electoral. Lo más posible es que Sturgeon utilice el descontento escocés con los juegos políticos del parlamento británico para fomentar la idea de un segundo referéndum.

Sin embargo, los expertos que siguen el tema dicen que la oposición del gobierno británico, sumada a la falta de apoyo mayoritario para un segundo plebiscito en las encuestas, frenaría el llamado a otro referéndum independentistas hasta, por lo menos, la elecciones parlamentarias de Escocia en el 2021.