Tenis, pants y un rosario: cómo llegó César Duarte a México

A pesar de ser un hombre de fe, Duarte es acusado de desvíos de recursos públicos del erario estatal, de los cuales fueron beneficiados algunos obispos

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El exgobernador priista llegó para ser juzgado en Chihuahua (Foto: Fiscalía Chihuahua)
El exgobernador priista llegó para ser juzgado en Chihuahua (Foto: Fiscalía Chihuahua)

El exgobernador priista de Chihuahua, César Duarte, aterrizó en el Aeropuerto Nacional de la Ciudad de México utilizando tenis negros, pants azul marino, playera blanca y un rosario colgando del cuello. Fue alrededor de las 14:13 horas cuando arribó en un avión, el cual también fue utilizado para trasladar a Emilio Lozoya y El Chapo Guzmán.

Duarte partió del Aeropuerto Internacional de Miami tres horas antes y se prevé que después sea enviado a Chihuahua para que sea juzgado por crímenes como malversación de fondos públicos y corrupción, actualmente cuenta con por lo menos 21 causas penales.

Tras su arribo fue fotografiado en el hangar de la Fiscalía General de la República (FGR) en la Ciudad de México custodiado por agentes de la dependencia. Además se publicó la ficha oficial de su detención.

Actualmente la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua mantiene abierta al menos 21 causas penales contra el ex gobernado (Foto: Fiscalía Chihuahua)
Actualmente la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua mantiene abierta al menos 21 causas penales contra el ex gobernado (Foto: Fiscalía Chihuahua)

Cabe destacar que César “D” es considerado religioso, pues fue en el 2013 cuando el entonces gobernador de Chihuahua consagró a su familia, gobierno y habitantes de la entidad al Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen María mediante una entrega simbólica de las llaves de la ciudad a Jesucristo.

En su momento expresó: “Yo, César Duarte Jáquez por este medio me consagro a mi mismo, a mi familia, a mi servicio público en la sociedad, pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me ayude a la intercesión del inmaculado corazón de María, le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que somos, todo lo que tenemos en el estado de Chihuahua”.

Y añadió: “Le pido perdón a Dios por todo lo que ha sucedido en el estado de Chihuahua en el pasado; le pido que nos ayude a cambiar todo lo que no sea de él; yo César Duarte declaro mi voluntad delante de Dios, delante de los señores obispos y de mi pueblo, amén”.

Duarte es considerado un hombre de fe (Foto: Fiscalía Chihuahua)
Duarte es considerado un hombre de fe (Foto: Fiscalía Chihuahua)

A pesar de ser considerado un hombre de fe, pues en diversas ocasiones agradeció a Dios, en uno de los delitos que le señalan está la famosa “Nómina secreta”, la cual consistió en una presunta red de corrupción establecida en 2014, en la cual se vieron beneficiados integrantes de la Iglesia Católica, a los cuales se presume fueron entregados 175 mil pesos.

Un testigo declaró que el ex gobernador ordenó la entrega de dinero público a obispos del estado de Chihuahua. Entre ellos se encuentra el arzobispo José Fernández Arteaga, el cual falleció en diciembre del año pasado; y Constancio Miranda Weckman quien declaró en días pasados sentirse tranquilo ante las acusaciones que realizó el ahora ex gobernador Javier Corral.

Además el arzobispo aseguró que no hace caso a las acusaciones puesto que se basan en mentiras y calumnias, por lo que no gastaría energía en atenderlas. Supuestamente Constancio Miranda recibió alrededor de 200 mil pesos mensuales. Incluso a Duarte se le acusa de repartir dinero 700 mil pesos para obispos de Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, Parral, Madera y Nuevo Casas.

Constancio Miranda Weckmann es el actual arzobispo de Chihuahua Foto: Twitter @IglesiaMexico
Constancio Miranda Weckmann es el actual arzobispo de Chihuahua Foto: Twitter @IglesiaMexico

Otro de los personajes que supuestamente fueron beneficiados por la red de corrupción de César “D” fueron algunos senadores priistas como Beatriz Paredes, pues parte de esta nómina habría financiado su campaña cuando fue candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

En la Operación Safiro, José Antonio Meade se vio beneficiado al financiar su campaña política para la presidencia del 2018.

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