“Pedimos ayuda a la policía”: insólito testimonio denunció negligencia en la tragedia Querétaro vs Atlas

Víctor Mendoza relató a Infobae México los estremecedores momentos que vivió junto a su familia en medio de la trifulca del estadio La Corregidora: “Con un cerco protegimos a los del Atlas”

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Además de velar por su familia, Víctor Mendoza también protegió a un aficionado del Atlas ante las agresiones perpetradas contra dicha afición. (Foto: Cortesía, Víctor Mendoza)
Además de velar por su familia, Víctor Mendoza también protegió a un aficionado del Atlas ante las agresiones perpetradas contra dicha afición. (Foto: Cortesía, Víctor Mendoza)

Víctor Mendoza anhelaba disfrutar una tarde de fútbol junto a sus seres queridos para apoyar a su equipo en el encuentro contra Atlas, en el estadio de La Corregidora, en Querétaro. Sin embargo, lo que pintaba como una jornada de gozo y pasión, se tornó en una verdadera riña, cuya única salvación ante la violencia era el color de la camiseta.

De la mano de su pequeño hijo, así como de su esposa y sus padres, la familia de Víctor arribó a la cancha de los Gallos Blancos en la cual, desde la Zona Azul, velarían por el triunfo en la Jornada 9 de la Liga BBVA del pasado 5 de marzo.

Era una zona tranquila, ya que la mayoría eran familias”, relató para Infobae México, recalcando que dicha área también era compartida por otros aficionados del Atlas que, a pesar de la euforia por el gol de Julio Furch en el minuto 28, conservaron la serenidad y la sana convivencia.

“El primer tiempo fue normal: Atlas anotó. Atrás y adelante de nosotros había aficionados que celebraron el gol. Y pues nada, simplemente nos lamentamos, pero no hubo ni una mirada de reproche o algo negativo. Era una sana convivencia”.

El partido corrió con normalidad, hasta que el reloj llegó al minuto 60; aquel que marcó el inicio de unos de los episodios más trágicos del fútbol mexicano y, para Víctor, “la mancha que nunca se quitará” de la historia del Querétaro.

Víctor Mendoza acudió al encuentro contra el Atlas junto a su esposa, su hijo y sus padres. (Foto: Cortesía, Víctor Mendoza)
Víctor Mendoza acudió al encuentro contra el Atlas junto a su esposa, su hijo y sus padres. (Foto: Cortesía, Víctor Mendoza)

Relatos extraoficiales señalaron que la trifulca habría comenzado por una discusión verbal en la barra de los rojinegros, del lado contrario de donde se hallaba Víctor. Razón por la cual no pudo percibir de primer momento la intensidad del conflicto: “Por la distancia no pudimos ver que era. Supusimos que era una bronca, pero hasta ahí nos quedamos”, recordó.

Pero en menos de cinco minutos, la ola de agresiones por parte de algunos aficionados rojinegros amenazó la seguridad de la zona en la que se hallaba con su familia, ya que, si bien aún no era irrumpida, el peligro ya estaba más próximo a ellos:

“Fueron minutos después, cuando atrás de la portería del Atlas en el segundo tiempo empezó la bronca cercana de nosotros. Fueron personas del Atlas que empezaron a agredir de una forma más agresiva a aficionados del Gallos.”, narró para este medio.

Todos los que estábamos ahí pedimos ayuda a las autoridades (...) Nosotros veíamos que el juego seguía como si no se hubieran percatado del problema (...) Nunca vimos a personal de seguridad cerca o tratando de poner orden. Todos los que estábamos alrededor gritamos a la policía e incluso marcaron al 911”.

Para este punto, las familias ya se encontraban desesperadas por escapar de la zona de guerra, pero las rutas se inundaron de Gallos Blancos que, segundos después, emboscarían y acorralarían a los rojinegros . Fue así que estalló el clímax de la tragedia del Corregidora.

“Cuando entraron los aficionados del Gallos a esa zona corretearon a los del Atlas y los emboscaron por los pasillos y por las gradas. Empezó ‘la masacre’. Fue en ese momento cuando abrieron las puertas hacia la cancha, pero decidimos permanecer ahí”.

"Eran varios aficionados del Atlas los que golpeaban y agredían a los aficionados del Gallos", relató Víctor. (Foto: EFE/Enrique Contla)
"Eran varios aficionados del Atlas los que golpeaban y agredían a los aficionados del Gallos", relató Víctor. (Foto: EFE/Enrique Contla)

En ese momento, mientras México y el mundo comenzaba a presenciar las desgarradoras y brutales imágenes, Víctor, junto a su familia y otros Gallos, permanecieron en la Zona Azul donde formaron un círculo para proteger a los Atlistas cercanos.

“Nosotros les dijimos a esas personas que se quitaran la playera para que no les fuera a pasar nada. El muchacho del Atlas que estaba atrás de mi ... No tenía miedo, tenía terror. Los ojos los tenía llorosos, no podía hablar... estaba pálido.

Se quitó la playera y vimos que tenía un tatuaje del Atlas en el pecho ... nos dijo: ‘¿Y esto como me lo quito?’, desesperado porque no traía otra cosa. Fue cuando le dimos mi chamarra para que se tapara y así no lo pudieran identificar”, expresó.

“Hubo un momento de aparente calma. Estaban persiguiendo a dos en la fosa de la cancha. La gente gritaba que ya los dejaran, varia gente de Gallos resguardando a los del Atlas, pidiendo que se calmaran”.

Entonces, dijo, “una mujer de tal valentía” se interpuso entre los Gallos que perpetraban las agresiones, permitiendo así a las familias escapar de la trifulca, entre ellas, la de Víctor.

De esa manera, lograron evacuar el estadio por la misma ruta donde comenzaba a desatarse uno de los tantos sangrientos escenarios a las afueras del recinto, en la zona de las carpas blancas, que poco después se viralizó en redes sociales.

“Vimos a gente tirada pero que se movía tocándose el rostro limpiándose la sangre, pero solo eso. (...) Mi papá mencionó gente tirada abajo de las carpas, pero yo no los vi (...) Por lo que he leído, después de ese momento empezó lo peor”.
El conflicto habría tenido su origen en una de las cabeceras del Estadio Corregidora

Finalmente, la pesadilla para Víctor y su familia había terminado. Regresaron a casa poco después que el portero del Querétaro, Washington Aguerre, saliera tranquilizar a su afición.

Pero las imágenes, los gritos y las lágrimas quedaron en su memoria. Aún dentro de la seguridad de su hogar, la familia no lograba asimilar lo presenciado: “No dábamos crédito a lo que veíamos. Fue algo muy duro”, admitió.

La batalla campal continúa causando indignación a nivel nacional e internacional; las sanciones exigen desde la desafiliación del equipo de Querétaro, hasta la restricción de México para formar parte del Mundial 2026.

Pero, aún cuando también abogó por la imposición de estrictas sanciones, Víctor destacó que éstas deberían recaer en los responsables detrás de la falta de elementos de seguridad en el recinto, quienes, tal cual se presumió en medios y redes sociales, brillaron por su ausencia.

“Esta es una mancha que no se va a quitar nunca del estadio. Y hago mucho énfasis a los responsables de la seguridad en el estadio. De haber detenido a las personas, nada de esto hubiera ocurrido”.

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