El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha mostrado su afinidad por el gobierno chino de Xi Jinping, lo que podría acarrearle problemas con Joe Biden y sus políticas de “cerrarle las puertas” al gobierno asiático, de acuerdo con Raymundo Riva Palacio.

El reportero en su columna para Eje Cental, narró como López Obrador no se ha mostrado interesado en formar parte del “bando” de su vecino del norte, ya que en la reunión con los presidentes y ministros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños mostró un mensaje de Xi Jinping.

“La afrenta a Biden es tan grande, que resulta imposible pensar que haya sido un descuido del presidente o una torpeza de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue un grito claro a Washington para decirle que sus imposiciones geoestratégicas, con él no funcionan” escribió el reportero.

Esta postura se ha mostrado en diversas ocasiones, ya que el gobierno mexicano rechazó la petición del Departamento de Estado de firmar la iniciativa Clean Network —impulsada por Donald Trump y suscrita por el actual presidente—, ya que un funcionario de la Cancillería mexicana dijo que se revisará en grupos de trabajo.

La propuesta fue presentada en vísperas del Diálogo Económico de Alto Nivel el 09 de septiembre pasado y busca una compatibilidad regulatoria y la mitigación de riesgos en tecnologías de información y comunicación, redes, ciberseguridad, telecomunicaciones e infraestructura, así como detener el avance de China y su predominio en el mercado con marcas como Huawei y ZTE.

El presidente López Obrador, de acuerdo con el reportero, parece mostrar que cree poder sortear una crisis, aunque tiene como referente lo que paso con el mandatario pasado, Enrique Peña Nieto, que ya había establecido relaciones con China y tuvo que echar marcha atrás.

“El expresidente abrió ingenuamente las puertas a los chinos temprano en su gobierno. En diciembre de 2014 […] Por presiones estadounidenses, su gobierno canceló tres inversiones chinas fuertes, el Tren Bala México-Querétaro, el desarrollo cultural y comercial en Cabo Pulmo, Baja California Sur, y el centro de distribución Dragon Mart en Quintana Roo. Un terreno a 8 millas náuticas de la Base Naval en San Diego, que le iba a donar a Huawei, también se frustró” explicó Riva Palacio.

Posteriormente, John Kerry —quien fue el secretario de Estado del presidente Barack Obama— invitó a cenar al que era secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade. Fue en esta reunión cuando el mexicano le comentó que “quería resarcirse con los chinos”, por lo que querían autorizarles tres bancos.

La respuesta fue positiva, ya que Kerry le comentó que no tenían problemas con inversiones chinas en el país, mientras que no se desarrollaran en el terreno de las telecomunicaciones. La intención era clara desde ese entonces: detener el crecimiento de China.

De acuerdo con Riva Palacio, la apertura al gobierno asiático provocó que Estados Unidos ejerciera presión por la vía económica, la política o la mediática en el mandato de Peña Nieto, lo que muestra actualmente que “los campos de batalla están definidos y López Obrador se está inclinando por uno equivocado”

La relación entre el gobierno de los Estados Unidos y el de China proviene desde el mandato de Donald Trump, donde la aplicación de aranceles y la guerra declarada en contra de la empresa Huawei fueron los eventos más característicos.

Actualmente, contrario a lo que se podía pensar después de la salida del empresario de la Casa Blanca, las fricciones entre ambas naciones siguen, teniendo como principal objetivo el conseguir el dominio en el campo de las telecomunicaciones en todo el mundo.

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