Francisco I. Madero a 146 años de su nacimiento: el revolucionario que inspiró a AMLO

Francisco I. Madero nació el 30 de octubre de hace 146 años y su vida aún tiene influencia en la política actual. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha usado la ideología del revolucionario como estandarte durante su gobierno.

El 22 de febrero, día de su aniversario luctuoso, el Ejecutivo le realizó un un homenaje en el Patio de Honor del Palacio Nacional. “Madero era un hombre bueno, demócrata excepcional, de los políticos más importantes del mundo. Él quería que se estableciera en México la democracia, desde su época, es una asignatura pendiente. En su memoria nos comprometemos a hacerla valer en el país”, dijo AMLO en el evento.

Ha llamado a Madero “Apóstol de la democracia” y su imagen fue utilizada en la propaganda oficial del Gobierno de México, a lado de José María Morelos y Pavón, Miguel Hidalgo, Lázaro Cárdenas y Benito Juárez.

La vida de Francisco I. Madero antes de la Revolución

Nació en Parras, Coahuila, el 30 de octubre de 1873, hijo de Francisco Madero y Mercedes González, hermano de Emilio, Gustavo y Raúl. Su familia fue una de las más acaudaladas del país, por lo que nunca padeció económicamente. Sin embargo, la ideología de liberal siempre permeó en su estirpe, según su libro biográfico del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sus ascendientes participaron en la política al mismo tiempo que creaban exitosos negocios. Su bisabuelo, José Francisco Madero, fue diputado en el primer congreso Constituyente de Texas y habilitador de tierras, negocio con el que amasó su fortuna. Su abuelo Evaristo se dedicó al sector industrial, minero y agrícola. Además fue gobernador de Coahuila pero renunció porque no estaba de acuerdo con el segundo ascenso al poder de Porfirio Díaz.

Madero estudió sus primeros años en casa, después ingresó a algunos colegios religiosos y en 1886 se mudó al extranjero. Cursó clases en la Escuela de Altos Estudios Comerciales de París, y en la Universidad Estatal de Berkeley. Al regresar a México quedó a cargo de las haciendas de su padre.

Allí innovó en la manera en la que se realizaba la agricultura, sobre todo en sistemas hidráulicos. Fundó una escuela y se dedicó a la medicina por afición. En 1901 reforzó sus ideas políticas y se involucró en el Partido Liberal. También difundió el periódico Regeneración.

Dos años más tarde fundó el Club Democrático Benito Juárez, (su admiración por este personaje político es otra de las afinidades que tiene con Andrés Manuel López Obrador). Después de haber apoyado a candidatos que fueron víctimas de fraude electoral, convocó a que los clubes formaran el Partido Democrático Nacional que tendría como estandarte la no reelección, al mismo tiempo se alejó del Partido Liberal.

En 1909 fundó el Club Democrático Antirreeleccionista de San Pedro y se trasladó a la Ciudad de México para asociarse con figuras como Emilio Vázquez Gómez, Luis Cabrera, José Vasconcelos, Paulino Martínez, Roque Estrada, entre otros. Juntos iniciaron el Centro Antirreeleccionista de México y comenzaron a difundir sus ideas en todo el país.

Un año después, cuando el gobierno comenzó a ver a Madero como una amenaza, el 11 de abril dictaron una orden de aprehensión en su contra por robo de guayule, por lo que estuvo escondido hasta el 15 de ese mismo mes cuando fue proclamado candidato a la presidencia junto a Francisco Vázquez Gómez.

El 7 de junio en Monterrey fue aprehendido y estuvo ausente durante las elecciones que sucedieron 19 días después. En ellas salieron triunfadores Porfirio Díaz y Ramón Corral. Francisco I. Madero fue dejado en libertad bajo caución, pero en octubre huyó a San Antonio, Texas y publicó el plan de San Luis, lo que después daría pie al inicio de la Revolución Mexicana el 20 de noviembre.

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