El detallado registro fotográfico de las prostitutas mexicanas que realizó el emperador Maximiliano I en el siglo XIX

Durante el reinado del archiduque de Austria se elaboró uno de los primeros registros de prostitutas en el mundo. Tenía catalogadas a las mujeres como prestadoras de servicios sexuales de primera, segunda y tercera clase. Incluía sus datos personales, laborales, historial de salud y empleos anteriores

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El emperador Maximiliano ordenó el primer registro de mujeres públicas (Foto: especial)
El emperador Maximiliano ordenó el primer registro de mujeres públicas (Foto: especial)

En 1865, el emperador Maximiliano I de México, archiduque de Austria, emitió un decreto que tendría un doble valor histórico para el país: representaría uno de los primeros usos de la fotografía y también el primer registro de prostitutas en la Ciudad de México.

Un libro de 598 imágenes forma parte del "Registro de Mujeres Públicas", en el que se da a conocer su identidad, su imagen y sus registros sanitarios, pero también evidencia el clasismo de la época al dividir a las mujeres que aparecen a lo largo de las 166 páginas en distintas categoría. Incluso, deja entrever cierta permisibilidad hacia la pederastia.

Las mujeres están divididas en prostitutas de primera, segunda y tercera clase, pero también incluye otras dos partes: "Niñas criollas" y "callejeras sin categoría".

Entre las prostitutas de primera clase estaban mujeres extranjeras y las que trabajaban en casas de zonas residenciales a las que asistían personajes influyentes de la época; en segunda y tercera clase quienes trabajaban en burdeles, cantinas y casas de citas de menor categoría, en la sección "callejera sin categoría", aparecían quienes trabajaban en la vía pública.

Y en las menores aparecían adolescentes que en aquél entonces trabajaban en alguna casa de citas.

El registro incluía todos los datos personales y sanitarios de las mujeres (Foto: especial)
El registro incluía todos los datos personales y sanitarios de las mujeres (Foto: especial)

"Descubrí que había una política de control y me di cuenta de que existía una idea respecto a la tolerancia de la prostitución que se consideraba un mal necesario", dijo a Infobae José Arturo Aguilar, una de las personas que se ha dedicado al estudio de este registro.

"El número de prostitutas registradas era menor a la cantidad real que existía en la ciudad. Las que están en el libro cuando mucho tienen 30 años. Una gran parte está entre los 17 y los 20 años", dijo.

La investigadora Fabiola Bailón Vásquez, describió en su trabajo "Reglamentarismo y prostitución en la ciudad de México, 1865-1940", que con este registró inició un periodo que se caracterizó por la imposición de un sistema de vigilancia y de control dirigido particularmente a las mujeres dedicadas a la prostitución.

El registro y el Ejército francés

El registro representa uno de los primeros usos de la fotografía en México (Foto: especial)
El registro representa uno de los primeros usos de la fotografía en México (Foto: especial)

Maximiliano de Habsburgo nació en Austria en 1832, era el hermano más cercano del emperador Francisco José de Austria-Hungría, y consorte de la princesa Carlota Amalia de Bélgica.

Su posición al nacer fue la de tercero en la línea de sucesión a la corona imperial de Austria-Hungría, derechos a los que renunció al aceptar el trono de México que le fue ofrecido con el apoyo del partido conservador, de la Iglesia Católica y de buena parte de la población que profesaba esta religión, en un intento por instaurar en el país un imperio que detuviera el avance liberal.

La idea de elaborar un registro de mujeres públicas, según Aguilar, fue una medida implementada por el emperador para proteger a los soldados del Ejército francés durante la intervención gala entre 1862 y 1865.

"Se sabía que los soldados obviamente iban a tener contacto con mujeres que se dedicaban a la prostitución y como en aquél entonces no había todavía cura para enfermedades sexuales como la gonorrea, teniéndolas en un libro iba a ser más fácil tener un control sanitario", explicó Arturo Aguilar.

Junto a cada fotografía, aparecen los datos de la mujer, nombre, lugar de origen, edad, oficio previo, domicilio, categoría, forma de trabajo (prostíbulo o independiente), enfermedades padecidas, cambio de estado civil o incluso si se habían retirado del oficio por casamiento o fuga.

Dichas imágenes son en blanco y negro, de aproximadamente 10 por 8 centímetros. Las mujeres aparecen de cuerpo completo luciendo vestidos de la época.

En el libro, las mujeres están divididas en categorías (Foto: Especial)
En el libro, las mujeres están divididas en categorías (Foto: Especial)

Aguilar Ochoa explicó que, antes de dedicarse a la prostitución, estas mujeres habían sido en su mayoría costureras, sirvientas, planchadoras, lavanderas y bordadoras, la mayoría había huido de sectores marginales en los estados de Querétaro, Puebla, Oaxaca y Estado de México. Pero también, en la sección de primera clase aparecen los nombres de dos francesas procedentes de Nueva Orleans.

Consideró que en los últimos años se ha hecho mal uso de estas imágenes históricas, ya que distintas páginas de internet mencionan que estas mujeres fueron prostitutas al servicio del emperador.

 "Por ejemplo, hay sitios que dicen que son las putas de Maximiliano, usan las fotos para manejar ideas sin buena intención, para que se vea al imperio como algo morboso cuando este registro tuvo fin científico", expresó.

Existe la leyenda de que Maximiliano padeció de sífilis después de un viaje a Brasil y de ahí su interés por reglamentar la prostitución.

El registro, señala Aguilar Ochoa, sirvió también para darle un nuevo uso a la imagen, ya que los emperadores aprovecharon la tecnología de las cámaras y la impresión en papel y también para exportar a Europa imágenes coleccionables de cómo era la vida cotidiana en México.

Esta fue también probablemente la primera vez que se reglamentó la prostitución en México.

El libro está actualmente bajo el resguardo del Instituto Nacional de Salud Pública de la Secretaría de Salud, ubicado en Cuernavaca, Morelos, pero antes de quedar bajo el encargo de alguna institución, compartió Aguilar, el documento estaba en la biblioteca que tenía en su despacho un ministro de salud, quien incluso se lo prestaba a sus nietos para que jugaran con él.

Maximiliano fue fusilado en México el 9 de junio de 1867, después de haber conducido un fugaz imperio que duró solo 3 años pero logró que Francia fracasara en su intentó de invadir tierras aztecas.

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