Paz Total: proyecto de Gustavo Petro recibió el primer espaldarazo en el Congreso

Una de las banderas del Gobierno del presidente Gustavo Petro es implementar la política de paz total en todo el país con la mayor cantidad de grupos armados ilegales. Esta iniciativa, que ha dado sus primeros pasos por cuenta de funcionarios como el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y el canciller Álvaro Leyva, se acerca cada vez más a convertirse en política de Estado.

En la tarde de este lunes 10 de octubre las Comisiones Terceras de Senado y Cámara aprobaron, en primer debate, el proyecto de ley de Orden Público (418) que busca, entre otras cosas, convertir la Paz Total en una política de Estado. Vale mencionar que esta legislación fue creada en 1997 y, de ser aprobada, permitiría al Gobierno nacional tener facultades para dialogar con el ELN y otras estructuras de corte político.

Precisamente, la ponencia presentada con un fuerte respaldo del Pacto Histórico expone que esta ley facilita adelantar diálogos y negociaciones, así como la firma de acuerdos con estructuras al margen de la ley. Sin embargo, vale indicar que este proyecto presentado por el ministro del Interior, Alfonso Prada, y enviado al Congreso con mensaje de urgencia, daría la posibilidad de realizar dos tipos de procesos para la terminación del conflicto: uno por vía de negociaciones de paz y el otro, por mecanismos de sometimiento a la justicia.

El texto de la ponencia precisa que únicamente los representantes delegados por el Gobierno nacional, “con el fin de promover la reconciliación entre los colombianos, la convivencia pacífica y lograr la paz, podrán realizar todos los actos tendientes a entablar acercamientos y conversaciones y diálogos con estructuras de crimen organizado de alto impacto” siempre y cuando estos demuestren acogerse al Estado de Derecho.

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Por su parte, el senador Ariel Ávila ha explicado que esta figura también contempla la creación del Gabinete para la paz, que se encargará del direccionamiento de recursos para la paz y permite la coordinación entre el gabinete ministerial para adelantar acciones transversales que permitan “superar las causas estructurales de la guerra”.

Esta ampliación de la ley 418 mantiene el servicio social para la paz como alternativa al servicio militar obligatorio, así como las zonas veredales mientras avanzan las conversaciones con las estructuras armadas ilegales. Esta última figura tuvo su ejemplo más destacado en el proceso de paz llevado a cabo entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las Farc: mientras se adelantaban los diálogos en La Habana, fueron conformadas las Zonas Veredales Transitorias de Normalización previas a la dejación de armas.

Al término de la votación que desembocó en la aprobación de este proyecto de ley en primer debate, uno de los primeros en festejar fue, precisamente, el senador Ávila. En plenaria, afirmó que “las comunidades negras de Tumaco, las indígenas del norte del Cauca y los campesinos de Arauca les van a agradecer esto. Hoy arranca el motor de la paz total”. Por su parte, María José Pizarro también reaccionó a esta noticia, afirmando que “la paz será una realidad para Colombia”.

Isabel Cristina Zuleta indicó que la aprobación de esta iniciativa no solo es un mensaje alentador, sino que también permite la creación “de mecanismos para que el gobierno pueda, por fin, llevar a los territorios, a los niños y niñas que no hemos visto en territorios alejados de este país, un poco de esperanza y sobre todo que se puedan acabar los crímenes de lesa humanidad”.

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