Por qué Iván Lalinde insiste en no usar globos para ninguna ocasión

Iván Lalinde es uno de los presentadores más reconocidos de la televisión colombiana gracias a su participación en programas como ‘El precio es correcto’, ‘Día a día’ y ‘La voz’, concurso musical que conduce en la actualidad junto a Laura Acuña, y con quien ha forjado una buena amistad.

Sin embargo, lejos de sus labores profesionales, el antioqueño de 48 años de edad también suele ser tema de conversación por los pronunciamientos que comparte a través de redes sociales, los cuales ha denominado ‘cantaleta por el planeta’.

Por ejemplo, hizo un llamado para que las personas dejen de utilizar globos en sus reuniones sociales pues advierte que la afectación al medioambiente del material con el cual son hechos es muy grave.

De igual manera, mencionó que aun cuando el empaque de estos elementos diga que son hechos con un latex biodegradable, esto no es del todo cierto. Motivo por el cual, para argumentar su versión, grabó y mostró un experimento basado en dejar varios globos enterrados en una matera. Meses más tarde, los sacó de la tierra y mostró que estaban intactos.

Esta no es la primera vez que Iván Lalinde se refiere al tema, en el pasado cumpleaños de la presentadora y Cristina Hurtado, aprovechó que el esposo de la modelo, José Narváez, le llenó el apartamento de globos para hacerle un ‘halón de orejas’.

Depende del material con el cual sean hechos estos artefactos se calcula el tiempo que demoran en degradarse. Por ejemplo, los de poliuretano tardan hasta 450 años en descomponerse, siendo altamente peligrosos para el medioambiente y su fauna. Al igual que los de microfoil, los cuales tardan en descomponerse cientos de años.

En cuanto a los de latex, pueden degradarse en un periodo que oscila entre dos o tres meses, siempre y cuando estén en contacto con el aire. No obstante, cuando se encuentran enterrados o bajo el agua pueden tardar de seis a nueve meses.

Además de terminar en el mar o los bosques y ser ingeridos por algunos animales que los confunden con alimento y terminan muriendo por asfixia, las aves son otras víctimas de los globos, sobre todo de los de helio, pues pueden alcanzar tal altura que obstruyen su vuelo y les hacen perder el equilibrio.

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