Mujeres raizales de San Andrés entregaron informe a la Comisión de la Verdad sobre el conflicto armado en su región

Cifras de la entidad de paz, señalan a 380 personas víctimas en el archipiélago durante el conflicto armado. Sin embargo, hay informes que señalan que el número sería mucho más alto

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El documento entregado a la comisión de paz fue elaborado por la Organización ‘Cane roots’, conformada por 12 mujeres líderes de la isla, ante los comisionados Carlos Ospina y Leyner Palacios. Foto de referencia.
El documento entregado a la comisión de paz fue elaborado por la Organización ‘Cane roots’, conformada por 12 mujeres líderes de la isla, ante los comisionados Carlos Ospina y Leyner Palacios. Foto de referencia.

Ante la Comisión de la Verdad (CEV) mujeres raizales de San Andrés entregaron un informe sobre el conflicto armado en su región, este acto hace parte del proceso de diálogo en el archipiélago para esclarecer los hechos vividos, a partir de la escucha a personas y comunidades víctimas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que adelanta la entidad.

El documento entregado a la comisión de paz fue elaborado por la Organización ‘Cane roots’, conformada por 12 mujeres líderes de la isla, y lo recibieron los comisionados Carlos Ospina y Leyner Palacios, “en el se detallan las dinámicas violentas que se han generado al interior del departamento y que no han sido suficientemente visibilizadas”, dice la organización.

De acuerdo a la Red Nacional de Información, un millón 144 mil personas de comunidades negras, palenqueras y raizales aparecen registradas como víctimas en el país. Durante el evento de entrega Silvia Archbold, integrante de la organización, afirmó, “la gente dirá que no hay violencia, que no hay conflicto armado, que todo es paz en San Andrés, pero esa no es la realidad. Este documento es el sentir de las mujeres que se han atrevido a decir cuál es su sentimiento, qué es lo que han vivido. Sus pérdidas, sus familiares, sus desapariciones y la violencia que está en nuestro departamento”, dijo.

Esta entrega es parte del proceso de diálogo en el archipiélago para esclarecer los hechos vividos, a partir de la escucha a personas y comunidades víctimas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. (Comisión de la Verdad)

Hasta 2020 la CEV tiene registro de 380 casos de víctimas en San Andrés, durante el conflicto armado en Colombia, “esas son nuestras cifras, pero otros estudios nos hablan de más de 700 personas víctimas de ese fenómeno, a través de desapariciones en el mar o ajusticiamientos en el territorio”, señaló la entidad nacida de la firma del Acuerdo de Paz, entre el Estado colombiano y las antiguas guerrillas de las Farc en 2016.

Eso lo explicó María Matilde Rodríguez Jaimes, representante del Pueblo Raizal y del Archipiélago ante la Comisión. “Las estadísticas que nosotros habíamos contabilizado desde el año 1993 indican que eran 380 desaparecidos, esa cifra fue revelada por el Observatorio del Caribe. Después cuando se ha mirado atrás hay mas de 700 personas desaparecidas, y son cifras escalofriantes, pero como no hay fosas comunes ni cuerpos, no se contabilizan, ni se identifican dentro del horror nacional”.

El acto estuvo encabezado por la Dirección para el Diálogo Social de la Comisión y en ella, la Organización de mujeres destacó el valor de la escucha para “la construcción de un relato amplio y plural, que permita un diálogo en la sociedad sobre lo ocurrido, para la no repetición, especialmente sobre las dinámicas del conflicto armado en el archipiélago que se desconocen en el resto de Colombia”.

“La verdad es que el primer paso de solo escucharnos es de mucha bendición. Se recibe el informe, la idea es que lo puedan leer, se puedan generar comentarios y que pueda servir para formar parte de todo el ejercicio que están haciendo en todo el territorio, que se sepa la verdad de San Andrés”, concluyó Archbold.

Con relación al papel de la mujer raizal y al fenómeno de la desaparición, la documentalista Luz Marina Livingston, lideresa raizal de Providencia, habló sobre la situación que deben vivir las mujeres isleñas tras la pérdida de sus esposos: “La mujer ha sido presionada, porque cuando su esposo desaparece, ella no solo se convierte en la mamá de siempre, sino también hace el rol del papá. La mujer isleña siempre piensa que ese hombre va a volver, a pesar de que han pasado cincuenta años, siguen guardando la esperanza. Es una tortura que se mantiene internamente y también es una presión social sobre la mujer y la familia”.

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