Más de la mitad de los colombianos no quiere seguir trabajando en la casa

Según reveló la encuesta Pulso Social, del Departamento Administrativo de Estadística DANE, el 53% de los consultados no quiere continuar con el teletrabajo.

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FOTO DE ARCHIVO: Una mujer trabaja en casa con su gato en Sassenheim, Holanda, el 2 de octubre de 2020. REUTERS/Eva Plevier
FOTO DE ARCHIVO: Una mujer trabaja en casa con su gato en Sassenheim, Holanda, el 2 de octubre de 2020. REUTERS/Eva Plevier

El trabajo remoto o desde casa se volvió la norma para mantener el aislamiento en medio de la emergencia sanitaria, pero a la mitad de los colombianos no le gustó esa modalidad. Ahora que las actividades han vuelto paulatinamente a la normalidad y la mayoría de los trabajadores asisten a sus empresas, el 53% no quiere volver nunca al teletrabajo.

Así lo reveló la encuesta Pulso Social del Departamento Administrativo de Estadística DANE, que consultó varios aspectos de los jefes de hogar en 23 ciudades del país, que en esta 15 entrega se enfocó especialmente en comprender cómo se mantiene la vida después de la pandemia de covid-19.

Por primera vez, según explicó el director del DANE Juan Daniel Oviedo, se obtienen datos sobre el trabajo remoto. En los resultados se determinó que, actualmente, el 88,8% de los jefes de hogar ocupados asistió a su lugar de trabajo y solo el 11,2% desempeñó las funciones en la modalidad de trabajo en casa. Esta última es más frecuente para hombres que para mujeres que no se encuentran en situación de pobreza.

La encuesta consultó con qué frecuencia quisieran trabajar de manera remota después de la pandemia y el rechazo fue aplastante. El 53,04% aseguró que nunca quisiera trabajar nuevamente desde casa, mientras que el 19,8% aseguró que podría hacerlo cinco o más días a la semana, es decir uno de cada cinco trabajadores. El 10% manifestó que estaría de acuerdo ‘muy de vez en cuando’ y el 8% eligió tres días por semana.

Las personas que continúan desempeñando labores de manera remota, en su mayoría lo hacen de forma permanente debido a que poco más del 35% aseguró que había trabajado en esa modalidad más de 41 horas en la última semana, es decir, toda la jornada legal. Un 26% de esos jefes de hogar laboró en la casa de 17 a 32 horas.

Para Oviedo, esos resultados demuestran un desafío de la organización laboral de cara a la normalización de las actividades tras la superación de la pandemia. “Tenemos al 47% restante expresando un interés muy importante de tener la oportunidad querer contar con un modelo híbrido que permita el contrato remoto”, señaló el director del DANE.

“La siguiente prevalencia fue un trabajo esporádico, es decir el 10% de las jefaturas de hogar manifiesta poder tener la oportunidad de trabajar esporádicamente de forma virtual, pero lo que estamos expresando aquí es una voz muy importante que debe ser tenida en cuenta por parte de los procesos de planeación del retorno a la normalidad del sector empresarial y del sector público”, agregó Oviedo.

Desde el departamento estadístico consideran que una de las motivaciones para el trabajo remoto es el incentivo económico que se genera, por los costos de transporte que se dejan de asumir, cuando se trabaja de manera remota o desde la casa.

La encuesta Pulso Social del DANE también consultó a los jefes de hogar si en la actual rutina, comparada con la que seguía antes de pandemia, se sentía más sobrecargado con las tares del trabajo, a los que el 12,5% manifestó que sí. En cuanto a una sobrecarga con las tareas del hogar, el 15,3% manifestó que sí, una situación que se presenta en 1 de cada 5 trabajadores pobres.

Aunque la situación ha mermado en comparación con 2020, las labores del hogar continúan siendo un peso adicional para las mujeres. En septiembre del año pasado, el 36% de las mujeres afirmó que sentía sobrecarga y actualmente, ese mismo sector poblacional, representó el 19,5%.

En la encuesta, el 49,3% de las mujeres jefe de hogar que consultó la encuesta manifestó que no tenía empleo a la última semana de septiembre, lo cual en el caso de los hombres llega al 34%. Mientras en estos últimos se redujo el desempleo, en las mujeres aumentó cerca del 4%.

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