Se han sembrado más de dos millones de árboles y se han recuperado más de 6.000 hectáreas de bosque en Colombia

De acuerdo con expertos ambientales, a pesar de los logros conseguidos en los últimos años, el 2020 no fue un año muy positivo en temas de deforestación.

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Al cierre de 2020, se perdieron 6.908 hectáreas en la región de la Orinoquia por la tala indiscriminada, 3.292 en la Serranía de La Macarena, 3.275 pertenecientes a Tinigua, frontera entre Meta y Caquetá, y 342 hectáreas en el parque de Los Picachos, en la cordillera oriental. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo
Al cierre de 2020, se perdieron 6.908 hectáreas en la región de la Orinoquia por la tala indiscriminada, 3.292 en la Serranía de La Macarena, 3.275 pertenecientes a Tinigua, frontera entre Meta y Caquetá, y 342 hectáreas en el parque de Los Picachos, en la cordillera oriental. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo

En una entrevista para el periódico El Nuevo Siglo, el director de Carabineros y Seguridad Rural, general Jesús Alejandro Barrera, hizo un reporte del avance de la deforestación durante los últimos tres años en Colombia y, de acuerdo con la información que resaltó, tomada de un informe oficial de Parques Nacionales Naturales de Colombia, reportó que, para el 31 de diciembre del 2020, se perdieron 6.908 hectáreas en la región de la Orinoquia por la tala indiscriminada, 3.292 en la Serranía de La Macarena, 3.275 pertenecientes a Tinigua, frontera entre Meta y Caquetá, y 342 hectáreas en el parque de Los Picachos, en la cordillera oriental.

El reporte entregado por Barrera se apegó a las cifras de los últimos tres años que ha registrado el país frente a los daños ambientales que ha generado la deforestación masiva que, a su paso, pone en peligro la vida de especies que ven modificado su hábitat natural.

Para el 2019, según el general, se logró disminuir, en un 19%, la deforestación en el país respecto al 2018. Con la ayuda de un bloque encargado de velar por el bienestar 59.770.791 hectáreas, se evitó que se talaran 38.265 hectáreas de bosque natural.

Barrera le explicó a El Nuevo Siglo que las causas de deforestación que afectan al territorio nacional tiene que ver con el uso de terreno fértil para el cultivo de plantaciones ilícitas, malas prácticas de ‘ganadería extensiva’, la extracción ilegal de minerales, la construcción no autorizada, la tala ilegal para la producción de madera, entre otras.

En respuesta a ello, durante el 2020, el gobierno de Iván Duque, de la mano del ministro de ambiente, Carlos Correa, se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 51%, en un plazo que llega al límite en el año 2030.

El presidente aseguró que lucharía en contra de la deforestación, y que esperaba poder sembrar 180 millones de árboles.

El presidente de Colombia, Iván Duque, en la posesión del ministro de Ambiente, Carlos Correa.
El presidente de Colombia, Iván Duque, en la posesión del ministro de Ambiente, Carlos Correa.

En medio del desarrollo de la Operación Artemisa, que tiene como objetivo combatir más daños ambientales, Barrera aseguró, en su entrevista con El Nuevo Siglo, que se han sembrado 2.737.174 árboles, y se han recuperado 6.165,9 hectáreas de bosque en los Parques Nacionales Naturales de Chiribiquete, Tinigua, Picachos, La Paya y La Macarena.

Así mismo, reportó el general, se han capturado a 4.348 personas entre los que se encuentran 1.163 ciudadanos por daños en recursos naturales, 590 por contaminación ambiental y residuos sólidos peligrosos, 123 por actividad ilegal de pesca 123; nueve por caza ilegal, 101 por invasión de áreas de especial importancia ecológica.

Rodrígo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, aseguró, en un panel organizado por Semana Sostenible, que el panorama en el 2020 no fue muy positivo, “tuvimos varias zonas donde hay alarma. Encontramos que uno de los nuevos grandes núcleos es en Mapiripán, en el departamento del Meta, allí hay un área que tiene una dinámica importantísima de deforestación”.

Sandra Vilardy, profesora de la Universidad de los Andes y directora de Parques Nacionales Cómo Vamos, y quien participó del mismo panel con Botero, aseguró que la Operación Artemisa debe tener modificaciones de fondo, y en diferentes aspectos.

“Es el caso de la judicialización. Unas personas, que son el eslabón más débil de la cadena de deforestación, están quedando como los grandes y únicos culpables. Artemisa podría utilizarse mejor y ser complementada con otras estrategias de inteligencia que no necesariamente tengan que usar la fuerza”, explicó Vilardy.

De acuerdo con Barrera, en los últimos dos años se han identificado y desmantelado 15 redes criminales que cometen delitos ambientales y que, gracias a ellos, se habían atribuido más de un billón de pesos, dinero puesto bajo extinción de dominio.