La FDA aprobó un nuevo test para mejorar el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer

Se trata del primer diagnóstico in vitro para ayudar en la detección temprana del Alzheimer. Cómo podría modificar el futuro de la enfermedad. Los detalles

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(Getty Images)
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La Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) aprobó el primer diagnóstico in vitro para ayudar en la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer. La prueba detecta placas amiloides asociadas con Alzheimer en adultos de 55 años o más que están bajo investigación por esta enfermedad y otras causas de deterioro cognitivo.

“La disponibilidad de una prueba de diagnóstico in vitro que potencialmente puede eliminar la necesidad de exploraciones -tomografía por emisión de positrones (PET)- que consumen mucho tiempo y son costosas es una gran noticia para las personas y familias preocupadas por la posibilidad de un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer”, sostuvo Jeff Shuren, director del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA.

“Con la prueba Lumipulse, existe una nueva opción que generalmente se puede completar el mismo día y puede brindar a los médicos la misma información sobre el estado de amiloide cerebral, sin el riesgo de radiación, para ayudar a determinar si el deterioro cognitivo de un paciente se debe a la enfermedad de Alzheimer”, agregó.

En su declaración, la FDA señala que existe una “necesidad insatisfecha de una prueba confiable y segura que pueda identificar con precisión a los pacientes con placas amiloides compatibles con la enfermedad de Alzheimer”. La agencia continúa afirmando que esta nueva prueba puede eliminar la necesidad de utilizar escáneres cerebrales PET, una “opción potencialmente costosa y engorrosa” para visualizar las placas de amiloide para el diagnóstico de la EA.

La prueba Lumipulse mide la relación de las concentraciones de β-amiloide 1-42 y β-amiloide 1-40 en el líquido cefalorraquídeo (LCR) humano. Un resultado positivo en la prueba Lumipulse es consistente con la presencia de placas amiloides, similar a la revelada en una exploración PET. Un resultado negativo es compatible con un resultado negativo de la exploración PET de amiloide.

Sin embargo, la FDA señala que la prueba no es un ensayo independiente y debe usarse junto con otras evaluaciones clínicas y pruebas adicionales para determinar las opciones de tratamiento. La FDA informó que evaluó la seguridad y la eficacia de la prueba en un estudio clínico de 292 muestras de LCR del banco de muestras de la Iniciativa de neuroimagen de la enfermedad de Alzheimer. En este estudio clínico, el 97 % de las personas con Lumipulse G β-amiloide Ratio (1-42/1-40) resultados positivos tenían la presencia de placas amiloides en la exploración PET y el 84 % de las personas con resultados negativos tenían una exploración PET amiloide negativa.

Imagen ilustrativa del Alzheimer. (foto: CuidatePlus)
Imagen ilustrativa del Alzheimer. (foto: CuidatePlus)

Según una publicación de Alzheimer’s Association, más de 6 millones de estadounidenses viven con Alzheimer, y “las muertes atribuibles al Alzheimer y la demencia aumentan” por el COVID-19. Además de los grandes perjuicios que esto trae en la calidad de vida de las personas afectadas y sus círculos cercanos, la problemática tiene gran incidencia en la economía global.

El informe asegura que “en 2021, los pagos totales para todas las personas con Alzheimer u otras demencias se estiman en 355 mil millones de dólares (sin incluir el cuidado no remunerado) y se prevé que los pagos totales por atención médica, atención a largo plazo y cuidados paliativos para personas con Alzheimer y otras demencias aumenten a más de 1.1 billones en 2050.

El psiquiatra Craig Ritchie, profesor de Psiquiatría del envejecimiento en la Universidad de Edimburgo y Director de Brain Health Scotland, aseguró en el 2° Simposio Virtual Internacional sobre Neurociencias y Bienestar de INECO que “las enfermedades que llevan a la demencia tienen su génesis en 20 o 30 años antes” y que “hay un periodo silencioso en el que empiezan a surgir algunos cambios en el cerebro que luego llevan a la demencia”.

En diálogo exclusivo con Infobae, el especialista enfatizó: “Incluso si no evitamos que una persona tenga demencia, podemos retrasar su aparición por muchos años y es posible que tengan un declive menos agresivo. Entonces, las personas sobreviven más tiempo con una mejor salud cerebral”.

Según el Fleni, la demencia es un término general que describe una amplia gama de síntomas asociados con el deterioro de las funciones cognitivas y que reducen la capacidad de una persona para realizar sus actividades diarias. Las funciones cognitivas son aquellas funciones cerebrales que nos permiten conocer el mundo como la atención, la orientación, la memoria y el lenguaje, por ejemplo.

El nuevo test ha recibido la aprobación reglamentaria europea y ya es implementado en la atención clínica primaria y especializada en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido
SALUD
CHRISTINE DANILOFF, MIT
El nuevo test ha recibido la aprobación reglamentaria europea y ya es implementado en la atención clínica primaria y especializada en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido SALUD CHRISTINE DANILOFF, MIT

“Hoy sabemos que más del 50% de los factores que juegan sobre la enfermedad son prevenibles y manejables: la educación, factores vasculares como el sedentarismo, la obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, el tabaquismo, la inactividad física, la falta de contacto social, la depresión, el alcoholismo y la contaminación ambiental, son múltiples factores que si se controlan se previene o retrasa el comienzo de la enfermedad”, advirtió el neurólogo el doctor y profesor Ricardo Allegri, médico neurólogo especialista en neurología y Psiquiatría (MN. 63538), jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsiquiatría y Neuropsicología de Fleni.

En esta línea, un estudio reciente publicado por The Lancet asegura que se podría prevenir o retrasar hasta el 40% de los casos de Alzheimer si se regulan algunos factores de riesgo considerados como cambiantes.

Los 12 riesgos modificables son: menor educación, hipertensión, discapacidad auditiva, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, escaso contacto social, consumo excesivo de alcohol, traumatismo craneoencefálico y contaminación del aire .

El nuevo test ha recibido la aprobación reglamentaria europea y ya es implementado en la atención clínica primaria y especializada en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.

Estamos entusiasmados con la oportunidad de revolucionar la forma en que se evalúa y gestiona el deterioro cognitivo en los Estados Unidos. Y tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar de millones de estadounidenses”, apuntó Sina Habibi, PhD, cofundadora y directora ejecutiva de Cognetivity.

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