
El número de adultos de entre 30 y 79 años con hipertensión ha aumentado de 650 millones a 1280 millones en los últimos treinta años en el mundo.
Se trata de una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cerebrales y renales, y es una de las principales causas de muerte. Puede detectarse fácilmente midiendo la presión arterial y puede tratarse eficazmente con medicamentos de bajo costo. Pero la pandemia del coronavirus ha impactado en el organismo y ya se detectan más casos de hipertensión.
Científicos de los Estados Unidos descubrieron que las mediciones de la presión arterial de casi medio millón de adultos mostraron un aumento significativo el año pasado, en comparación con el año anterior. Esas mediciones describen la presión de la sangre contra las paredes de las arterias. Al desarrollarse la hipertensión, el aumento de la presión puede dañar el corazón, el cerebro, los vasos sanguíneos, los riñones, los ojos. También puede afectar la función sexual.
El estudio fue publicado en la revista Circulation y sus resultados son un llamado de atención para el cuidado de los pacientes con enfermedades crónicas. Casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos padecen hipertensión.
Esta enfermedad que se considera como un “asesino silencioso” porque puede tener consecuencias mortales, aunque produzca pocos síntomas. Desde el año pasado, se sabe que la hipertensión puede hacer que las personas corran un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave si se infectan con el coronavirus.

El nuevo estudio, realizado por investigadores de la Clínica Clínica y Quest Diagnostics, examinó los datos de cientos de miles de empleados y familiares que participaban en programas de bienestar que realizaban un seguimiento de la presión arterial y otros indicadores de salud, como el peso. Los participantes residen incluían a personas que tenían la tensión arterial elevada y normal al inicio del estudio.
“Observamos que la gente no hacía tanto ejercicio durante la pandemia, no recibía cuidados regulares, bebía más y dormía menos”, comentó el doctor Luke Laffin, autor principal y codirector del Centro de Trastornos de la Presión Arterial de la Clínica Cleveland. Se pusieron a averiguar si la presión arterial de las personas cambiaba durante la pandemia.
Encontraron que las lecturas de la presión arterial cambiaron poco desde 2019 hasta los primeros tres meses de 2020. Pero aumentaron significativamente desde abril de 2020 hasta diciembre de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.

La hipertensión arterial se define por la detección de promedios de la presión arterial sistólica (“máxima”) y/o diastólica (“mínima”) por encima de los límites establecidos como normales para los registros obtenidos en el consultorio. Ese límite es de 140 mmHg para la sistólica y de 90 mmHg para la diastólica.
La presión arterial sistólica o máxima es la fuerza ejercida por la sangre sobre las arterias cuando el corazón se contrae. La presión arterial diastólica refleja la presión existente en las arterias cuando el corazón está en reposo, entre los latidos cardíacos.
El nuevo estudio descubrió que el cambio mensual medio entre abril y diciembre de 2020, en comparación con el año anterior, fue de 1,10 mm Hg a 2,50 mm Hg para la presión arterial sistólica, y de 0,14 a 0,53 para la presión arterial diastólica.
“Pudimos observar aumentos más pronunciados de la presión arterial en las mujeres. No sabemos la razón exacta de ello. Sin embargo, sí sabemos, y hay datos que sugieren, que la pandemia ha tendido a suponer una carga mayor para las mujeres, sobre todo las que trabajan, y este es un programa de bienestar patrocinado por el empleador”, dijo Laffin.
La edad media de los participantes en el estudio era de poco más de 45 años, y algo más de la mitad eran mujeres. El estudio tiene limitaciones porque no incluyó información sobre el origen étnico de los participantes. Se conoce que la hipertensión es mucho más frecuente entre los estadounidenses de raza negra que entre los blancos o los hispanos.
Las causas del aumento generalizado de la presión arterial no están claras, según el doctor Laffin y sus colegas. Las razones pueden ser un aumento del consumo de alcohol, una disminución de la actividad física, un aumento del estrés, un descenso de las visitas al médico y una menor adherencia al régimen de medicación.
Por otra parte, descartaron que el aumento de peso haya sido una de las razones del aumento de la presión arterial porque argumentan que los hombres del estudio habían perdido peso y que las mujeres no habían ganado más peso de lo habitual.
Consultado por Infobae, Diego Fernández, especialista en clínica médica de los Servicios de Hipertensión Arterial del Sanatorio Julio Méndez y del Hospital Ramos Mejía en Buenos Aires, y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, comentó: “Si bien no se disponen de resultados de estudios epidemiológicos en América Latina, en la práctica clínica sí estamos observando la aparición de nuevos casos de hipertensión tanto en pacientes convalecientes post-COVID, como en pacientes que no han padecido la enfermedad. En este segundo grupo, se incluye a personas modificaron sus hábitos en alimentación, ejercicios físicos, calidad y cantidad de sueño, y sus índices de calidad de vida durante la pandemia”.

También el experto señaló que durante la pandemia se ha registrado un “empeoramiento en el nivel de control de los pacientes hipertensos tratados”. Existen factores que atentan contra el buen control de la hipertensión arterial. Uno es la falta de adherencia de los pacientes a los tratamientos.
Algunos pacientes -como se sienten bien- discontinúan o abandonan las tomas de los medicamentos. También existe el factor de la ‘inercia médica’, donde hasta los propios profesionales de la salud no toman la presión durante la consulta. Durante la pandemia y el confinamiento hubo más demoras en ir a tomarse la presión.
En tanto, Gabriel Lapman, médico cardiólogo y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estilo de Vida, señaló a Infobae: “Hemos observado que más casos de hipertensión en Argentina en personas que habían tenido la infección por coronavirus o que no se hicieron los controles médicos durante 2020″.
Además, el médico, que es autor del libro Reset Medicina del Estilo de Vida, remarcó: “Será importante la realización de estudios en la región, y que las personas vayan a tomarse la presión y adhieran al tratamiento que le den los profesionales de la salud”.
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