Veto a la exportación de carne en Bolivia: la condición del Gobierno para levantar la suspensión

El viceministro de Políticas de Industrialización informó que en algunos mercados se evidenció una baja en el precio de carne de res, pero que aún es insuficiente para autorizar las exportaciones

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Una persona observa un camión
Una persona observa un camión cargado de carne de res en El Alto, Bolivia,el 22 de octubre de 2024. REUTERS/Claudia Morales

Este lunes se cumplen 12 días desde que el Gobierno de Bolivia dispuso la suspensión temporal de carne de res con el objetivo de garantizar el abastecimiento en el mercado interno a precios justos, luego de que se evidenciara un incremento en el costo del producto en el último año.

Aunque el precio ha bajado en comparación con el día en el que se asumió la medida, el Gobierno descartó levantar el veto hasta que el precio se reduzca en un 25%. El viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, indicó que las exportaciones serán retomadas cuando el precio iguale al del año pasado.

“Ya ha habido una bajada, pero apenas del 5%, del 3%, tiene que llegar al 20% o al 25% para que se nivele con la gestión pasada”, explicó Siles en una conferencia de prensa este domingo. Según reportes de la prensa local, el kilo de la carne subió en un año de 41 bolivianos (5,80 dólares) a 60 (8,57 dólares), el Gobierno inicialmente atribuyó el alza del precio a factores climáticos y aseguró que los precios se estabilizarían pronto.

“Es muy probable que tengamos buenas noticias para la ciudadanía esta semana”, manifestó el viceministro sobre la posibilidad de autorizar la venta a los mercados internacionales en los próximos días pero no mencionó plazos.

Los carniceros de Bolivia exigen
Los carniceros de Bolivia exigen prolongar el veto a las exportaciones por al menos un año. REUTERS/Agustin Marcarian/File Photo

En medio de las protestas de los ganaderos y del sector empresarial y agropecuario del país, los carniceros, representados por la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia, exigen a la administración de Luis Arce prolongar la suspensión de las exportaciones por al menos un año para regular el precio. En ese marco, el Gobierno y los carniceros tienen previsto un encuentro la tarde de este lunes.

Siles indicó que los carniceros solicitaron que se prohíban las exportaciones de los tres principales frigoríficos bolivianos a China, principal mercado al que se destina el 95% del producto. “Hemos escuchado su propuesta, mañana (hoy) vamos a volver a hablar, si van a mejorar esa propuesta. A nosotros lo que nos interesa, sin poner periodo de tiempo, es que el precio de la carne baje”, expresó el viceministro.

Bolivia ha impulsado la industria de la carne en los últimos años y el valor de las exportaciones se disparó en un 1733%. Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los ingresos por exportación de carne pasaron de 12 millones dólares anuales en 2016 a 220 millones en 2024.

<b>Vetos y controles en fronteras</b>

Se trata de la segunda suspensión de exportaciones en los últimos tres meses. A inicios de diciembre de 2024, el Gobierno nacional vetó la exportación del aceite refinado de soya por diez días, una medida que respondía a la escasez en los mercados y el aumento del precio.

Una mujer hace las compras
Una mujer hace las compras en un mercado de La Paz, el 13 de diciembre de 2024. REUTERS/Claudia Morales

Casi en paralelo, intervino ingenios arroceros para evitar el agio de ese producto, una medida que fue altamente criticada por sectores empresariales que lo consideran un atentado contra la propiedad privada.

Estas medidas responden al incremento constate de los precios de la canasta familiar debido a la inflación que atraviesa el país: en 2024, la inflación acumulada fue de 9,97%, la más alta de los últimos 16 años.

En enero, el Instituto Nacional de Estadística atribuyó el aumento de la inflación a cinco productos específicos: a carne de res, de pollo, el tomate, el transporte público y el material escolar.

Adicionalmente, con la depreciación de la moneda boliviana, ha aumentado la venta ilegal de productos en las fronteras, una práctica que el Gobierno denomina “contrabando a la inversa” y a la que también está combatiendo con controles fronterizos para evitar el desabastecimiento interno.