Bolivia: Evo Morales se refugió en el trópico de Cochabamba en medio de protestas y motines policiales

El presidente de Bolivia está asediado por movilizaciones en todo el país. Ya son cinco los funcionarios del Gobierno que renunciaron. México confirmó que tiene “solicitudes de asilo en curso”

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Evo Morales REUTERS/Manuel Claure NO RESALES NO ARCHIVES
Evo Morales REUTERS/Manuel Claure NO RESALES NO ARCHIVES

Evo Morales, asediado por las protestas en su contra y la ola de motines policiales, viajó al municipio de Chimoré, Trópico de Cochabamba, su tradicional bastión. Minutos antes de las 17 Morales confirmó desde allí su renuncia a la presidencia de Bolivia.

“Ahora he renunciado, hemos renunciado, no quiero ver más familias maltratadas por instrucción de (Carlos) Mesa y de (Luis Fernando) Camacho. El 21 de octubre de este año empezó el golpe de estado con la quema en los tribunales”, expresó refiriéndose a la quema en el edificio de la Corte Electoral en la región de Chuquisaca tres semanas atrás, en el marco de protestas que denunciaban fraude.

Más temprano este domingo el comandante en jefe de las FFAA de Bolivia, Williams Kalima, le había pedido la renuncia a Morales. “Sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial” , dijo el militar.

Policias amotinados en La Paz, Bolivia

Pocos minutos después las cadenas de televisión de Bolivia mostraron imágenes del avión presidencial despegando desde el aeropuerto de El Alto. El destino del mandatario, en un primer momento desconocido, fue finalmente la ciudad de Chimoré, en la Provincia de José Carrasco, en el Departamento de Cochabamba, su principal bastión electoral.

Entre el viernes y sábado, el presidente Morales perdió el control total de la Policía, que se ha amotinado en todo el país pidiendo su renuncia y reivindicando la democracia, además de demandas sectoriales. Comenzaron rebelándose el viernes los agentes de las ciudades de Cochabamba, Sucre, Tarija y Santa Cruz. Y el sábado se sumaron uniformados de Potosí y Pando y La Paz. Incluso el cordón de seguridad en la Casa Grande del Pueblo, la nueva sede de la Presidencia del país, abandonó sus posiciones.

A pesar de las múltiples pruebas que demostrarían fraude en las elecciones, el mandatario boliviano volvió denunciar un supuesto “plan de golpe fascista”. Y denunció, a través de su cuenta de Twitter, que se están ejecutando “actos violentos con grupos irregulares que incendiaron la casa de gobernadores de Chuquisaca y Oruro y de mi hermana en esa ciudad. Preservemos la paz y la democracia”.

El papel de México

El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de México ha mostrado este sábado su “preocupación” por la situación de Bolivia y ha urgido a que las partes dialoguen, según ha planteado el presidente del país, Evo Morales, con el objetivo último de “pacificar Bolivia”. “Para México, la democracia es el único camino y sustituir dicho proceso por la fuerza significa un retroceso”, ha indicado la Secretaría en un comunicado difundido a través de su página ‘web’.

"México reafirma su apego a los principios constitucionales de la no intervención y la solución pacífica de las controversias", ha asegurado.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha calificado la situación de Bolivia como “muy grave” y ha hecho hincapié en que “el diálogo convocado es urgente”.

“Sigo los acontecimientos de cerca”, ha asegurado el titular de Exteriores, al tiempo que ha afirmado que México ya tiene “solicitudes de asilo en curso” que atenderá. “México está por la democracia y el respeto a la ley”, ha zanjado Ebrard. “Golpe de fuerza es retroceso”, ha concluido.

Según supo Infobae, la crisis en Bolivia monopolizó las conversaciones privadas entre los políticos y activistas que participan en la reunión del Grupo de Puebla que se celebra en Buenos Aires. Esta noche, en la cena oficial del espacio conformado por agrupaciones de izquierda de iberoamérica, muchos faltaron preocupados por la situación. No asistieron ni la brasileña Dilma Rousseff, ni el colombiano Ernesto Samper. Tampoco fueron de la partida Alberto Fernández, presidente electo de Argentina, ni ninguno de los representas de La Cámpora, la agrupación juvenil del kirchnerismo.

Ya renunciaron cinco funcionarios del Gobierno

El embajador de Bolivia en Francia, Gonzalo Durán, presentó la renuncia irrevocable al cargo que desempeñaba y llamó a una pronta pacificación en el país. “La embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Francia tiene a bien comunicar que en virtud a los recientes acontecimientos en el país, el gral. Gonzalo Durán Flores, ha presentado su renuncia irrevocable al cargo de embajador (...), haciendo votos por una pronta pacificación del país que permita el reencuentro de los bolivianos”, comunicó la embajada de Francia.

Un grupo de policías amotinados, una postal que se repitió en varias ciudades del país andino.
Un grupo de policías amotinados, una postal que se repitió en varias ciudades del país andino.

Con Durán, informa Página Siete, ya son cinco las dimisiones de distintas autoridades y funcionarios públicos. Durante la jornada, el gobernador del departamento de Potosí, Juan Carlos Cejas, renunció como autoridad departamental. Cejas argumentó que no quiere “arriesgar a su familia”.

Quien también renunció fue el alcalde de la ciudad de Potosí, Williams Cervantes, mientras la ciudadanía arengaba “¡qué renuncie!”. El alcalde de Sucre, Iván Arciénega, también dimitió como autoridad edil de esa urbe. En una carta, la exautoridad pide el “restablecimiento” de la democracia.

"Hago conocer mi renuncia irrevocable a cargo de alcalde por una solución pacífica al conflicto que vive el país que se restablezca la democracia, el orden constitucional y los plenos derechos de la gente por una Bolivia unida”, menciona. Finalmente Marcelo Arze, viceministro de Turismo, también presentó su renuncia a través de una misiva enviada a la jefa de la cartera de Turismo.

Manifestantes protestan contra el gobierno de Evo Morales en La Paz. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)
Manifestantes protestan contra el gobierno de Evo Morales en La Paz. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)

Crisis electoral

Las protestas en Bolivia estallaron la misma noche de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre por la suspensión repentina de la transmisión de los resultados oficiales justo cuando obligaban a una segunda vuelta entre Morales y el principal líder opositor, Carlos Mesa.

Cuando se retomó, casi 24 horas después, concedían la victoria en primera vuelta a Morales, por lo que Mesa ha denunciado un "fraude gigantesco". Ambos llamaron a la movilización de los suyos, lo que ha derivado en disturbios. Al menos dos personas han muerto y más de 190 han sido detenidas en estas dos semanas.

El líder de la oposición boliviana, Carlos Mesa, ya ha expresado su rechazo a la propuesta de diálogo planteada por Morales. “No tengo nada que negociar con Evo Morales y su Gobierno”, ha asegurado Mesa, quien ha criticado la propuesta. “Ese tiempo ya pasó. Estamos en otro momento”, ha argumentado, según ha recogido la emisora boliviana Erbol.

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