La Argentina entera late al compás de un solo deseo: que Lionel Messi nunca deje de vestir la celeste y blanca. Ese sentimiento encontró su eco en “Que el último baile no llegue nunca más”, la canción del artista Juan Portella que se volvió viral tras los rumores de la despedida del capitán.
La viralidad de la canción no pudo tener un marco más simbólico: el estadio Monumental, repleto, iluminado, vibrando en un partido de Eliminatorias Sudamericanas ante Venezuela. Aquella noche, Messi jugó lo que podría ser su último encuentro de local con la Selección, y lo hizo a su manera: con dos goles, con magia, con lágrimas contenidas en millones de gargantas. El 3-0 fue anécdota. Lo inolvidable fue la sensación de que el tiempo empezaba a escaparse.
De pronto, la letra de Portella ya no era solo una canción: era la voz de un pueblo entero que no está preparado para soltar a su ídolo. En las tribunas, en redes sociales, en cada rincón donde hay un argentino, el estribillo retumbó con fuerza, multiplicando la emoción: “Quiero verte jugar hasta la eternidad… Quiero verte bailar hasta la eternidad…”.
En diálogo con Infobae, Juan contó que la chispa surgió casi de casualidad, cuando sus seguidores en Instagram le pidieron que le dedicara un tema a Messi. Pero detrás había algo más profundo. “Siempre fue una fuente de inspiración en mi vida, lo sigo desde los Juegos Olímpicos de Beijing junto a mis hermanos. Justo estaba atravesando decisiones difíciles sobre mi carrera musical y pensé en su ejemplo de lucha. Me salió escribir desde ese lugar, desde la perseverancia”, confesó el músico.
Esa mezcla de admiración y desahogo lo llevó a escribir frases que resumen no solo lo que siente él, sino lo que millones quisieran decirle al capitán: “Me enseñaste que en las malas te haces más fuerte”.
Portella también explicó que su canción no habla de un adiós concreto, sino de ese temor latente de que la despedida se acerque. “Cada vez falta menos para ese último baile, y no se trata de negar la realidad, sino de querer congelar el tiempo. Para muchos, ver a Messi en la Selección es un cable a tierra, un alivio frente a los problemas”, reflexionó.
El músico reconoció que, tarde o temprano, la despedida será inevitable, pero subrayó lo esencial: “Lo importante es disfrutar cada momento que nos queda de él en la cancha”.
Con su canción, Portella también busca dejar una huella, aunque sea pequeña, en el legado emocional que rodea a Messi. “Él representa un impacto positivo en el mundo, y yo aspiro a conectar con la gente a través de mi arte, como él lo hizo con el fútbol”, aseguró.
Hoy, la melodía de Juan es mucho más que un tema musical. Es la súplica de un país entero que todavía no quiere despedirse de una leyenda. Porque Messi no solo es un jugador: es la esperanza de un pueblo, el orgullo de una camiseta y la eterna ilusión de que ese último baile, simplemente, nunca llegue.
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