Qué significa el ritual de las 12 uvas en Año Nuevo y cómo se hace

Esta tradición contiene historia, simbolismo y deseos de prosperidad que han cruzado fronteras y sigue vigente en muchos países de habla hispana

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La tradición de comer 12
La tradición de comer 12 uvas en Año Nuevo se originó en España y se expandió por América Latina (Imagen Ilustrativa Infobae)

El ritual de las 12 uvas en Año Nuevo es una de las tradiciones más difundidas para recibir el nuevo ciclo en países de habla hispana. Consiste en comer doce uvas al ritmo de las campanadas que marcan la medianoche del 31 de diciembre, un acto que, según la creencia popular, atrae la buena suerte y la prosperidad para los siguientes 12 meses.

Cuál es el significado del ritual de las 12 uvas

La tradición tiene su origen en España y se extendió rápidamente a países de América Latina como Argentina, México, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile y Colombia. Historiadores señalan que este ritual representa mucho más que un simple acto festivo: comer una uva por cada campanada simboliza la esperanza de que cada mes del año esté lleno de buenos augurios.

En el imaginario colectivo, las uvas han estado históricamente asociadas con la abundancia y la fortuna. Según el escritor estadounidense Jeff Koehler, citado por BBC Mundo, la práctica tomó fuerza en 1909, cuando los agricultores españoles, tras una cosecha excepcional, comenzaron a repartir uvas como símbolo de buenos deseos para el año entrante. Este gesto fue interpretado por la sociedad como un acto para atraer la buena suerte, tradición que se mantiene vigente hasta la actualidad.

El número doce no fue elegido al azar. Representa los doce meses del año y, en el contexto español, también coincide con las doce campanadas de la medianoche en la emblemática Puerta del Sol de Madrid, donde miles de personas se congregan cada año para celebrar la llegada del nuevo año. Comer las uvas en ese preciso instante es considerado fundamental para que el ritual tenga efecto.

Cómo hacer el ritual de las 12 uvas en Año Nuevo

El ritual de las 12 uvas es sencillo pero requiere atención al detalle. Se recomienda preparar previamente doce uvas por persona, procurando que estén limpias y, de ser posible, sin semillas para facilitar su consumo rápido. Al sonar la medianoche, cada campanada representa un mes, y con cada uva se puede formular un deseo, pensando en aquello que se espera lograr o dejar atrás en el nuevo ciclo.

La tradición indica que deben comerse exactamente 12 uvas, ni una más ni una menos, y deben ingerirse en el corto lapso de las campanadas, es decir, en el primer minuto del año. Según El Imparcial de España, en sus primeras referencias de fines del siglo XIX, la costumbre de comer uvas era una práctica de la burguesía local, inspirada en los parisinos, quienes las acompañaban con champagne durante las celebraciones.

Cada una de las 12
Cada una de las 12 uvas que se consume a medianoche simboliza un mes de buena fortuna (foto: Europa Press)

En países como Argentina, donde la temporada de uvas comienza recién en febrero, la costumbre se adapta: es común utilizar pasas de uva, frutillas o arándanos. Las fuentes consultadas por BBC Mundo y El País aseguran que el verdadero sentido del ritual no se pierde al reemplazar la fruta, ya que lo esencial es la intención de atraer la prosperidad y la buena fortuna para el año que comienza.

Un aspecto fundamental del ritual es la concentración en los deseos personales. Cada uva simboliza una oportunidad para pedir un anhelo específico. Algunas personas eligen escribir previamente sus deseos y repasarlos mentalmente al comer cada uva, mientras que otras prefieren dejarse llevar por la espontaneidad del momento.

Otras tradiciones de Año Nuevo

El ritual de las 12 uvas es solo una de las múltiples tradiciones que se practican para atraer la buena suerte en Año Nuevo. En diversas culturas, existen costumbres que reflejan la necesidad de dejar atrás lo viejo y abrirse a nuevas oportunidades.

En países como México y Colombia, por ejemplo, es común barrer la casa antes de la medianoche para eliminar las malas energías del año que termina. En Brasil, muchas personas visten de blanco con la esperanza de recibir paz y armonía, mientras que en Italia, se acostumbra tirar objetos viejos por la ventana como símbolo de renovación.

Otra costumbre extendida en América Latina es salir a la calle con una maleta vacía justo después de la medianoche, con la creencia de que este gesto atraerá viajes y aventuras en el año venidero. En Venezuela, se suelen encender velas de colores, cada una representando un tipo de deseo específico: salud, amor, dinero o éxito profesional.

A pesar de la diversidad de tradiciones, todas comparten un mismo objetivo: dejar atrás lo negativo y recibir el nuevo año con esperanza. Ya sea mediante uvas, velas, maletas o ropa de colores, las personas buscan rituales que les permitan renovar sus energías y confiar en que lo mejor está por venir.