El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sometido exitosamente a una embolización de la arteria meníngea media hoy por la mañana en el Hospital Sirio-Libanés, en San Pablo. Es la segunda intervención que atraviesa el mandatario de 79 años en 48 horas, ya que el martes le habían realizado una craneotomía para drenar el hematoma cerebral subdural que le detectaron tras una caída doméstica que sufrió en octubre.
Esta segunda intervención comenzó hoy alrededor de las 7:25 y tuvo como objetivo minimizar el riesgo de futuras hemorragias intracraneales. Según el doctor Roberto Kalil, cardiólogo del presidente brasileño, se trató de un procedimiento relativamente sencillo y de bajo riesgo, que duró una hora y se realizó en la sala de cateterismo, no en un quirófano.
“El procedimiento fue un éxito, ya está despierto y hablando. Ahora irá a la misma cama que estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos”, detalló el doctor Kalil tras la intervención, según informó el diario O Globo.
Ante la consulta del Infobae, el neurocirujano y referente regional en cirugía endovascular, Pedro Lylyk subrayó que este procedimiento es altamente efectivo para evitar nuevos episodios hemorrágicos. “El problema de los hematomas subdurales es que pueden volver a aparecer”, afirmó, por lo que el objetivo principal de la embolización es garantizar que Lula no sufra otra hemorragia cerebral en el futuro.
Lylyk, quien es director general de ENERI (Equipo de Neurocirugía Endosvascular y Radiología Intervencionista) y de la Clínica La Sagrada Familia, dijo que si bien la embolización “es un procedimiento que tiene 40 años”, antes no se hacía de forma programada como en la actualidad. “Gracias a tres grandes estudios científicos de los años recientes -continúo Lylyk- hoy se cuenta con evidencia de que la embolización tiene una eficacia comparable a la cirugía en términos de recidiva”, es decir, que es efectiva para frenar la recurrencia del hematoma subdural.
Respecto al manejo de este tipo de hematomas cerebrales, Lylyk explicó que el tratamiento se divide en etapas, en algunos casos se realiza la embolización primero y luego la cirugía intracraneal o al revés, como ocurrió con Lula, que fue sometido a una cirugía de urgencia el martes.
En el caso del presidente brasileño, según Lylyk, es probable que el equipo médico haya evaluado “primero descomprimir y evacuar sangre; y luego buscó que no vuelva a ocurrir”. Para lograr esto, el procedimiento utiliza la propia sangre del paciente.
En el mismo sentido, el doctor Mariano Socolovsky, jefe de Neurocirugía del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires (UBA), detalló a Infobae: “La embolización de la arteria meníngea media es un procedimiento que consiste en obstruir una arteria localizada en la duramadre, la membrana que recubre el cerebro. Al bloquear esta arteria, se ha demostrado que disminuye significativamente el índice de recidiva, es decir, el riesgo de resangrado. Entonces, potencia y aumenta la eficacia de la cirugía previa”.
“Aunque desde el punto de vista instrumental la técnica no es especialmente innovadora, su aplicación en el tratamiento de hematomas subdurales, como el que sufrió el presidente Lula, sí lo es”, señaló Socolovsky.
El experto del Hospital de Clínicas consideró que la innovación no radica tanto en la técnica en sí misma, sino en el respaldo científico reciente: “El año pasado se publicó un estudio multicéntrico, un metaanálisis, que confirmó la utilidad de este procedimiento, cuya efectividad era previamente controversial. A partir de esta evidencia, la técnica se comenzó a implementar en casos puntuales de hematomas para incrementar la tasa de éxito de la cirugía”.
El equipo médico informó que internación de Lula no debería prolongarse debido a esta nueva intervención, según informó el diario O Globo. Se espera que deje la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en los próximos días y regrese a Brasilia la próxima semana. Según declaraciones de su esposa, el mandatario se encuentra en buen estado y “volverá renovado para seguir trabajando”.
Qué es la embolización endovascular
La técnica implica la introducción de un catéter a través de una punción en la ingle, guiado hasta la arteria meníngea media mediante imágenes en tiempo real. El cierre de los pequeños vasos sanguíneos por donde fluye la sangre se realiza con precisión, utilizando un agente embolizante que garantiza la obstrucción eficaz de la arteria afectada.
El médico neurocirujano y director del Laboratorio de Neuroanatomía Microquirúrgica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Matías Baldoncini señaló a Infobae los detalles del procedimiento innovador: “El bloqueo de la arteria meníngea media se realiza mediante una técnica endovascular, que consiste en acceder a través de un pinchazo en una arteria para cerrarla desde el interior utilizando un agente llamado Onyx. Este material funciona como un tapón que se solidifica dentro de la arteria”.
La arteria meníngea media es una arteria que suministra sangre a las meninges, las membranas que recubren y protegen el cerebro. Como se encuentra dentro del cráneo, cualquier daño o ruptura de esta arteria puede provocar hemorragias subdurales (sangrado entre el cerebro y las meninges). Esta técnica es comúnmente empleada en pacientes que han sido sometidos a drenaje de hematomas cerebrales, como ocurrió con Lula hace dos días. Además, puede realizarse bajo sedación o anestesia general, decisión tomada en el momento del procedimiento según las condiciones del paciente.
El diario O Globo remarcó que la embolización de la arteria meníngea media es una técnica moderna que, como destacó el equipo médico, no se considera una cirugía tradicional. Este procedimiento permite tratar las hemorragias intracraneales de manera menos invasiva, con alta precisión y un tiempo de recuperación reducido. Su aplicación en Lula refuerza su eficacia como método de prevención de complicaciones graves en pacientes con hematomas subdurales crónicos.
Cuáles son los riesgos asociados al procedimiento
Aunque se considera seguro, la embolización conlleva ciertos riesgos, como infecciones, reacciones alérgicas al material embolizante, daños a otros vasos sanguíneos o sangrado en el sitio de inserción del catéter. Para minimizar estos riesgos, los médicos aplican presión en el lugar de la punción tras retirar el catéter.
En términos generales, la recuperación de los pacientes sometidos a una embolización suele ser favorable, siempre que no existan otras enfermedades que compliquen el cuadro clínico. Baldoncini afirmó: “Algunos pacientes pueden requerir rehabilitación con kinesiología tras la cirugía, pero el proceso de recuperación es exitoso en la mayoría de los casos”.
Este procedimiento destaca por ser una alternativa moderna y menos invasiva para tratar hemorragias intracraneales, reduciendo la necesidad de intervenciones quirúrgicas tradicionales que implican mayores riesgos y tiempos de recuperación más prolongados. Además, su capacidad para ser guiado por imágenes en tiempo real asegura una intervención precisa y eficaz, lo que lo convierte en un avance clave en el tratamiento de hematomas subdurales crónicos.
La primera operación de urgencia
El lunes por la noche, Lula fue trasladado de urgencia desde Brasilia a San Pablo tras ser diagnosticado con hemorragia intracraneal, para someterse a una cirugía destinada a drenar un hematoma, detectado tras experimentar intensos dolores de cabeza.
El hematoma fue consecuencia de una caída sufrida el pasado 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente, cuando se golpeó la cabeza en el baño, lo que requirió cinco puntos de sutura en la nuca.
La primera intervención, realizada para drenar el hematoma, fue considerada un éxito. A las pocas horas, los médicos informaron que Lula se encontraba lúcido y conversando. Según el cardiólogo Roberto Kalil, la segunda intervención llevada a cabo este jueves y descrita como “complementaria”, había sido planificada desde el inicio como parte del tratamiento.