Ruggero Pasquarelli: “Me llegó la propuesta para hacer ATAV 2 pero dije que no; yo quiero ser cantante”

El musico publicó Volver a cero, un trabajo reflexivo y personal que refleja su madurez como artista. El desafío de protagonizar la miniserie Supernova y cómo fue enfrentar un cáncer de piel a los 14 años

Compartir
Compartir articulo
Ruggero enamorado: “Nos conquistamos mutuamente"

De aquel adolescente que se deslumbró entre 80 mil en X-Factor, un concurso de talentos en su Italia natal, al jovencito que conquistó a un continente como protagonista de Violetta y Soy Luna, a este hombre de 28 años que alcanza la madurez como artista, hay un camino marcado. Ruggero Pasquarelli dio cada uno de estos pasos con un norte preciso, el objetivo claro y la convicción innegociable de no traicionar sus convicciones.

Así llegó a este presente que lo encuentra como protagonista de Supernova, la comedia dramática de El Nueve y Amazon Prime donde se pone en la piel de June, un joven que enfrenta su destino y desafía los mandatos en una historia que nos interpela como seres humanos. Al mismo tiempo, relanza su carrera de cantante con Volver a cero, un álbum autorreferencial que presentará el 1 de septiembre en el Teatro Ópera, y con el que girará por el país y Latinoamérica. “Uno hace música para después presentarla en vivo, y eso es lo que más me gusta. Va a ser un gran show, quiero que al salir sientan que toqué sus fibras íntimas”, se entusiasma el artista, que se define cantante, y abre con Teleshow puertas de su intimidad como pocas veces: el amor después del amor, la enfermedad que superó a los 14 años y la valentía de decirle que no a la seductora oferta de ATAV 2.

—Pensaba en estos años que venimos hablando y en tu recorrido muy interesante como artista. Hoy le hablás a otro público que aquel que protagonizaba tiras adolescentes en Disney.

—Pasaron muchas cosas, muchas experiencias, cosas hermosas, cosas malas. La vida en general. Y ahora estoy muy contento con (el álbum) Volver a cero, que habla de comenzar una nueva etapa en la que cuento mi historia y mi verdad. Siento que es la primera vez que a través de la música me expreso sin ningún tipo de filtro y eso es algo que valoro mucho y que me enorgullece un montón a la hora de cantar.

—Es un momento en lo profesional también muy interesante porque salió Supernova. Otro lenguaje respecto a tu historial como actor.

—Otro escaloncito. Otro lenguaje. Otro público. Es un desafío muy grande y siento que estoy en un momento de mi carrera de muchos cambios, pero muy plantado. Estoy contento de cada paso que estoy dando porque sigo siendo yo. Siempre dije que mi pasión número uno y mi foco es la música, y le dije que no a algunos trabajos de actuación para no desviarme de este camino. En eso llegó la propuesta de Supernova, y leyendo el guion sentía que era la oportunidad perfecta para volver actuar y poder aprender de la directora Ana Katz.

—¿Cómo fue la experiencia?

—Fue todo un proceso hermoso, desde los ensayos a la grabación, y es un personaje que es completamente distinto a mí energéticamente. Y eso fue lo desafiante, desde su enfermedad de diabetes y estar como todo el tiempo actuando sin energías porque no se inyecta y eso le empieza a afectar a su salud, hasta interpretar un papel fuerte en el que sus padres no aceptan su sexualidad y tener mi primera escena sexual. Todo un gran cambio.

—¿Cómo fue esa primera vez frente a las cámaras?

—Apenas di el primer paso adentro del estudio para grabar se me fue la voz por completo de los nervios: la ansiedad me atacó por ese lado. Por suerte no tenía que hablar (risas). Fue una escena muy fuerte que le dio muchos cambios a mi personaje.

—Han cambiado mucho los protocolos para grabar este tipo de escenas y para cuidar mucho a los actores, ¿no?

—Por completo. Había muy pocas personas, las necesarias, y también Ana nos dio esas palabras justas para hacernos entender que era nuestra escena, nuestro mundo, y teníamos que estar completamente en el papel.

—Me parece interesante destacar que es una historia que nace a partir de un insulto gordofóbico, y ojalá sigamos avanzando en este camino de no juzgar al otro ni por su apariencia, ni por su sexualidad, ni por su ideología, ni por nada.

—Que cada uno viva su vida y cada uno sea quien quiere ser sin juzgar a nadie. Ser libres. Eso es algo que enseña mucho mi personaje: él sufre esa relación con su papá principalmente, pero también está orgulloso de ser quién es.

Ruggero habló sobre el cáncer que tuvo en su infancia: "Fue muy duro para mí aunque mis padres no me lo comunicaban"

—En la vida real, ¿te ha pasado esto de ser juzgado?

—En este camino uno siempre está bajo el foco de ser juzgado, pero soy una persona que tampoco les da tanta bola a esas cosas. Obvio que a veces hay comentarios que te pueden llegar a dañar un poquitito por dentro, pero después seguís para adelante.

—¿Te duelen los comentarios en redes sociales?

—Y... estando tan expuesto a veces uno puede recibir comentarios.

—¿Cómo reaccionás? ¿Bloqueás? ¿Respondés?

Llegué a bloquear, pero elijo vivir el presente y no me pongo a leer tanto los comentarios. Es una herramienta de trabajo y uno le tiene que dar importancia también a eso. Pero prefiero vivir la vida real.

Renacer. Eso que llama la vida real lo tiene enfocado en Volver a cero, su segundo disco, en el que siente que también se desnudó por primera vez para plasmar sus inquietudes como músico, ese camino que eligió transitar dejando atrás la zona de confort. “Estoy muy orgulloso de este álbum, es el que más me representa y me identifica”, admite sobre el material que registró en Estados Unidos.

—¿Tenés algún tema preferido del disco?

—Siento que cada uno habla de mí, de un momento en particular en el cual estaba inspirado para escribir eso. “Espejo”, la que cierra el álbum, es quizás una de las canciones más importantes de mi carrera por la profundidad que tiene la letra. Empecé a escribirla sin ningún tipo de rumbo y terminé hablando de mi vida, de verme por primera vez a la cara sin ningún tipo de filtro. De aceptarme como soy, de no darme nunca más la espalda y seguir mi camino, orgulloso por completo. Siento que fue un poco una sesión de psicología conmigo mismo.

—O sea, con el disco te ahorraste un terapeuta.

—Me ahorré un terapeuta por completo (risas).

—¿Y hoy, en qué anda el corazón? La última vez que hablamos te habías separado hacía poquito y estabas con las valijas sin deshacer.

—Ya deshice las valijas. Ya me mudé. Ya comencé una nueva etapa, es como volver a cero ¿no? Y estoy de novio.

—¡Quiero saber todo! ¿Hace cuánto?

—Hace casi un año. Estoy súper contento.

—Es un montón. Sos renoviero.

—Y... me gusta compartir momentos con alguien que quiero mucho.

—¿Están conviviendo?

—No. Siento que después de haber convivido mucho tiempo, está bueno tener cada uno su propio espacio, sus propios tiempos y compartir los momentos de otra manera.

—¿Ya festejaron el primer aniversario o todavía falta un poquito?

—Es que todos los días hay que festejar.

—¿Quién conquistó a quién?

—Nos conquistamos mutuamente.

—¿Compañeros de trabajo?

—Ah, ¿viste? Al final me estás preguntando sobre todo (risas).

—Obvio.

—Nos conocimos en un videoclip. Ella es modelo, actriz, pero ante todo es poeta, que es su pasión máxima. Estuvimos conociéndonos durante un año y nos pusimos de novios.

—Tuviste que remar un año.

—Y... también venía de un corte después de mucho tiempo.

Ruggero: "Soy cantante y nunca me voy a vender"

—Bueno, es un gran momento. ¿La vida hoy pasa por Argentina?

—La vida hoy es en Argentina. Mañana, no sé. Últimamente se me está viniendo a la cabeza la idea de volver a viajar e instalarme unos meses en otro lado.

—¿Pensás en volver a Italia?

Mi próximo objetivo es volver a reconquistar un poco Europa en general, que estuve un poco abandonando. Obviamente mi base es Argentina, y estoy muy contento de estar acá, pero después de 10 años…

—Es un momento de mucho replantearse, ¿no? Encontrarse con uno.

—Por completo. Siento que la pandemia nos hizo dar cuenta de un montón de cosas en lo personal y en lo artístico, y a mí me vino bien para volver a comenzar.

—Me contás esto y pienso en una de las canciones del disco: “Se vive solo una vida”.

—Mira, justo dice: “Si fuera hoy el fin no me puedo quejar, de tanto que perdí terminé ganando más”. Y es así, yo estoy contento con la vida, mis 28 años, con las cosas buenas y las cosas malas. Y esa canción habla de disfrutar la vida sin ponerse ningún tipo de límite.

—A propósito de esto, contaste hace muy poquito en PH que tuviste cáncer de chico.

—Ay, sí. No lo quería contar, porque me gusta mantener lo personal adentro mío...

—Pero está bueno porque puede ayudar a mucha gente también.

—Por completo. Fue un momento muy duro para mí, aunque no lo sentí al mismo tiempo porque mis padres no me lo comunicaban tanto, pero sí veía en ellos su preocupación, sobre todo de mi madre, que perdió a tres familiares justamente con cáncer. Fue muy duro, hasta que de un día para el otro me operaron, me sacaron la bola más grande de varias que tenía en el brazo y después, con análisis, se dieron cuenta que se había ido. Ahora me tengo que hacer chequeos todos los años para tener cuidado.

—Me pongo en el lugar de tu mamá: no puedo evitar pensar en la desesperación que habrá pasado.

—Obvio. Yo me di cuenta cuando fui a X-Factor que antes de entrar a la casa nos hicieron análisis y escucho a mi papá hablando con otro papá. A partir de ahí vinieron un montón de preguntas.

—¿Vos qué pensabas que tenías?

—Yo sentía que era algo que me picaba, capaz una alergia, una reacción a algo, y fui a hacerme un montón de análisis. Después me sacaron también algo de atrás de la médula, pero yo seguí viviendo mi vida normal.

—¿Cuándo te tenés que hacer chequeos, te genera alguna angustia?

—No, siento que lo vivo como un chequeo normal. Porque la vida nos puede sorprender en cualquier momento de cosas buenas y de cosas malas. Yo siento que vivir con esa preocupación me bloquearía de un montón de cosas, entonces mejor vivir la vida y no pensar en lo negativo que podría llegar a pasar.

—¿Cómo te llevás con aquel ídolo teen que fuiste?

—Siento que uno nunca tiene que renegar de su pasado. Estoy orgulloso de haber sido el adolescente Disney y haber llegado a un montón de personas con mis personajes, pero yo siempre fui muy claro con que Ruggero es cantante, Ruggero es artista. Ahora ya soy adulto, estoy más maduro, evolucioné, y en ese camino quizás haya gente que se vaya porque no ya no comparte lo que hago, y habrá otros que se irán sumando.

—Siempre fiel a vos mismo. Recuerdo la primera charla que tuvimos me dijiste: “Yo soy cantante”.

Yo soy cantante y nunca me voy a vender, siempre voy a hacer lo que me identifique.

—Incluso en ATAV, que tu personaje fue un boom, vos sabías que entrabas con la condición que fuera por un tiempo porque tenías tus proyectos por fuera de la tira.

—Sí, lo acepté porque sabía que mi personaje, Toro, se moría y era un mes y medio de rodaje. Después pegó y (en la producción) se quisieron matar, y volví con el hermano mellizo un poco al pedo, que lo querían toda la temporada, pero dije que no. Ahora me llegó la propuesta para ATAV 2, pero también dije que no; yo quiero ser cantante.

—¿Te propusieron un personaje fuerte y dijiste que no?

—Sí. Son nueve meses de rodaje y está bueno enfocarse en una cosa. Porque cuando tenés tantas cosas abiertas, después terminás como no cumpliendo nada.

—Felicitaciones por este presente, por tener tan claro el objetivo y no marearte en el camino.

—El objetivo está claro. Siento que de la manera en la cual lo hago puede ser mucho más lento, pero de esta manera sé que llego más lejos.

Mirá la entrevista completa:

La entrevista completa a Ruggero

SEGUIR LEYENDO: