El dramático relato del periodista Guillermo Favale sobre el infierno que vivió por el alcohol y las drogas: “Ya era insostenible”

El conductor estuvo en el programa Seres libres y habló a corazón abierto sobre el infierno que vivió por sus adicciones

Compartir
Compartir articulo
Guillermo Favale en Seres Libres - Parte 1

Guillermo Favale estuvo invitado a Seres Libres donde se sinceró, en diálogo con Gaston Pauls, sobre su adicción a las drogas y el alcohol, además del difícil proceso de recuperación que afrontó.

Al inicio de la charla, el conductor del programa le consultó al periodista por qué había aceptado la invitación para contar su historia. “Yo creo que todos tenemos problemas, tal vez los que somos más sensibles, los sufrimos de otra manera, los vivimos de otra manera, nos sentimos con otra intensidad y empezamos a buscar la manera de que no duela tanto. A veces vamos encontrando soluciones temporarias y después esos dolores se vuelven crónicos. La problemática también se vuelve crónica, solo que uno tarda mucho tiempo en darse cuenta qué estás metido en un gran problema”, contestó Favale.

Guillermo recordó cómo inició su adicción, en principio con el alcohol, a los 14 o 15 años. “Después fueron entrando cosas cada vez más pesadas y posteriormente combinándose unas con otras así durante muchos años ininterrumpidamente. Te diría que estuve en esa situación entre los 18 y los 36 años con una continuidad casi diaria”, confesó y concientizó acerca de los efectos que producen las adicciones. “Deja secuelas. Esas secuelas que son invisibles y que te hacen difícil, por lo menos en mi caso, me hacen difíciles los vínculos”, aseguró el presentador de noticias en C5N.

“Haber sido un tipo estructurado en ese aspecto me salvó la vida”. En este sentido, explicó que llevaba una doble vida con dos personalidades completamente diferentes. “Lo tenía estructurado de tal manera que me permitió sobrevivir porque tenía horarios, tenía medidas, tenía situaciones en las que podía terminar porque soy un tipo estructurado. Haber sido un tipo estructurado en ese aspecto me salvó la vida pero es complejo de comprender”, expresó el periodista.

Guillermo Favale en Seres Libres - Parte 2

“El consumo tiene tramos, hay un tramo de gran euforia donde no hay contraprestaciones, o contraindicaciones para decirlo correctamente, después empiezan a aparecer los problemas. El alcohol es evasión. Yo creo que es la droga más evasiva que existe siempre lo digo. La combinación de ambas cosas me convertía en otra persona o sacaba un costado de mí que no me gusta exponer tanto, pero que me lo liberaba y me bestializaba en muchos aspectos. Me ponía en una persona más violenta, más arrogante, más despectiva. Bueno, menos humana”, describió.

“Tomé algunas decisiones muy malas, todas juntas. Y me llevaron a la ruina, en todo sentido, me llevaron a la ruina profesional, económica y afectiva en siete meses. Se acabó entonces. Voy solo a internarme, tomo yo esa decisión. No quiero entrar en detalle, no importa, destruí mi vida en ese momento, lo único que me quedó fueron mis padres y mis hermanas, el resto, nada.... desapareció en ese tiempo, después aparecieron más personas que me ayudaron y que me permitieron volver a ser. Personas que por supuesto llevo en mi corazón y que son parte de mi familia, aunque no lo sean de sangre. Aunque con una de ellas finalmente terminé teniendo dos hijos”, relató Favale.

“Ahí empecé con largos procesos de abstinencia que me permitieron parar y salir de la situación anterior que ya era insostenible. Entonces lograba tener ciertos tiempos de estabilidad, pero cada vez que había una caída, que volvía a la pista, me la pegaba con todo. Con los problemas que se volvían cada vez más grandes porque no terminaban más las noches, no había plata que alcanzara, poner en riesgo tu vida, la de terceros, todo lo que se puede hacer mal junto”, reconoció.

“Si yo estoy acá es porque siento que ahora puedo. Y si no lo conté antes es porque tenía miedo de fallar y de fallarme, de decir algo que después no pudiera sostener. A mí me hace mucho daño no sostener lo que digo, de hecho me dí mil veces contra la pared para sostener una palabra que dije drogado y que no tendría que haber dicho nunca. Ese proceso fue largo, empezó ese día que me quise internar y me dijeron que no, y terminó de cristalizarse ya siendo padre, ya siendo pareja de la mujer que me dio una gran mano y me pagó un pasaje a España en el peor momento de mi vida, donde empecé el primer tratamiento serio, en Barcelona que me permitió estar cuatro años limpio que fue en el proceso donde nacieron mis hijos”, concluyó.

SEGUIR LEYENDO: