La familia del médico asesinado en Quilmes rechazó la imputación de su hijo y apuntó contra la fiscal

A casi dos años del crimen, la fiscal Ximena Santoro dio un giro en la causa y citó a indagatoria a uno de los hijos del doctor Vicente Manuel Campolo, a quien acusa de alterar el crimen, planificar una coartada e inculpar a su madrastra para quedarse con 200.000 dólares

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Vicente José “Tito” Campolo  y su hijo Vicente Manuel, ahora inivestigado por el crimen
Vicente José “Tito” Campolo y su hijo Vicente Manuel, ahora inivestigado por el crimen

El viernes 20 de noviembre de 2020, el médico Vicente José “Tito” Campolo (78) fue hallado muerto a golpes en su casa de la localidad bonaerense de Quilmes donde vivía con su pareja. La autopsia confirmó luego que se había tratado de un asesinato violento y si bien hubo algunas hipótesis en la justicia en torno al crimen, hasta ahora no había detenidos por el caso.

En los últimos días la causa tuvo un giro.

Este lunes, Vicente Manuel Campolo (50), hijo de la víctima y hasta ahora particular damnificado en la causa, fue citado a prestar declaración indagatoria ante la titular de la UFI N° 7 de Quilmes, Ximena Santoro, que está a cargo del caso desde que la fiscal Mariana Curra Zamaniego, originalmente al mando de la investigación, se apartara tras varias diferencias con la familia Campolo.

Campolo hijo — todavía en libertad por disposición del juez de Garantías Juan Anglese, que dio lugar a la indagatoria pero rechazó el pedido de arresto que hizo la fiscal— había sido citado a las 10.30 de hoy. Sin embargo, al no haberse presentado en la defensoría oficial para el asesoramiento previo, será indagado por la fiscal Santoro recién por la tarde.

La fiscal Santoro lo investiga por el delito de “homicidio agravado”, que estipula una pena de prisión perpetua: la hipótesis judicial hasta el momento es que el hombre habría asesinado a su padre arrojándolo por las escaleras y golpeándolo, para luego alterar la escena y planificar una coartada.

¿El móvil? 200.000 dólares que la víctima tenía en una caja de seguridad y que, según consta en el expediente, habrían sido retirados por Campolo hijo en cinco visitas consecutivas a partir de los cuatro días posteriores al crimen del médico.

La familia de la víctima y del victimario, sin embargo, rechazó de plano la acusación contra Vicente Manuel y criticó duramente la labor de las dos fiscales que intervinieron en la causa.

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“Papá debe estar llorando al ver todo el sufrimiento que tenemos. Mi hermano, mi tío y yo seguiremos gritando que queremos justicia basada en la verdad. No merece lo que le hicieron ni lo que están haciendo. Absolutamente ciegos y malintencionados están desviando, confabulando y ocultando todo”, escribió Marcela Campolo, hija de la víctima, en un texto publicado a través de la página de Facebook “Justicia por el Dr. “Tito” Campolo”, donde se manifiestan desde el inicio de la investigación. “Los asesinos siguen libres y mientras tanto todos somos torturados, masacrados y desangrados en vida por el sistema. Así me siento yo”.

El hijo del médico fue quien desde un principio apuntó contra la mujer de su padre, Andrea Monteagudo, que ya falleció y su hermano, quien había llevado a la casa un cortafierros para que Campolo se lo afilara, y que luego fue retirado de la vivienda, sugiriendo que podría haber sido el arma homicida.

“A los pocos días del crimen [el hijo de Campolo] se presentó en la fiscalía y dio una versión de lo que el creía que podía haber pasado, acusando a la mujer de su padre y el hermano de ella”, señaló a Infobae una fuente clave en el expediente.

“Esta circunstancia no convenció a la fiscal Curra Zamaniego, pero cuando la mujer se enteró que la estaban acusando se presentó en la fiscalía pidiendo que se le reciba declaración pero no se la podía tomar salvo que fuera una indagatoria, entonces se le tomó una declaración informativa, que se designa cuando las pruebas son insuficientes o la persona imputada se presenta para ser oída pero nunca estuvo imputada formalmente”, sigue la fuente.

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Ahora, desde la fiscalía aseguran que hay varias pruebas que motivan que se investigue a Campolo hijo.

De acuerdo a la reconstrucción judicial, el crimen ocurrió entre las 3.45 y las 9 del viernes 20 de noviembre de 2020 en la vivienda situada en Jujuy al 800, de Quilmes.

“(...) Valiéndose de una copia del juego de llaves de la casa de su progenitor (...) y con absoluto conocimiento de las rutinas y costumbre de su padre y la pareja de éste, ingresó a la vivienda con claras intenciones de darle muerte (...) Lo lanzó por la barandilla de madera que balconea al primer tramo ascendente de las escaleras, donde aprovechando el estado de indefensión de su progenitor y con claras intenciones de muerte, le propinó al menos dos golpes en el cráneo, probablemente utilizando para ello un elemento contundente con al menos un filo, similar a un hacha (...)”,, sostuvo la fiscal Santoro en el pedido de arresto y citación a indagatoria reproducido por la agencia Télam.

“La prueba valorada hasta el momento es extensísima. La mujer de la víctima fue quien denunció que cuando fue al banco a buscar dinero para abonar el abogado se dio cuenta que se habían llevado todo”, agregó la fuente judicial consultada por Infobae.

“Están los registros del banco donde constan los ingresos de esta persona a los cuatros días del crimen. También las antenas de teléfono lo ubican en un lugar distinto al que dijo estar al momento que recibe el llamado de la madrastra diciendo que su padre estaba muerto”.

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En su declaración, Monteagudo —que aseguró que tanto ella como la víctima tenían problemas conel consumo de alcohol y que esa noche ella no escuchó nada— hizo referencia a sus rutinas, su relación familiar y el vínculo entre Vicente y su hijo. “Vicente tenía un poder de persuasión increíble sobre ‘Tito’, quien tenía culpa porque no fue un padre presente”, señaló la mujer.

Ese testimonio, sumado a que los peritos no detectaron ningún ingreso a la vivienda, como tampoco aberturas forzadas ni faltantes, hizo inferir a los investigadores que el autor del crimen “no podía ser un extraño ajeno a la familia”.

De acuerdo a lo informado por Télam, en el giro de la causa fue clave el testimonio de dos agentes de la Policía Científica que trabajaron el día del crimen en la casa del médico. Ambos coincidieron en que la policía que ya estaba en la casa “demoró” su ingreso a la vivienda, que en el interior “había una gran cantidad gente” y que “bien pudieron haber modificado o contaminado el escenario”.

Ahora, tanto el acusado cómo su pareja y su hermana insisten en que desde la fiscalía hay una “cacería de brujas”: “Hemos estado casi dos años pidiendo a los medios nacionales que se hicieran eco del caso y nunca nos dieron bolilla. Lamentablemente, les tocará leer mentiras descabelladas. Un hijo que asesina a un padre vende mucho más que una mujer asesine a su marido. Jamás imaginamos que se podía imputar a una persona desde la mentira”, escribieron desde la cuenta de Facebook.

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