La caída de Jesse Espilcueta, el narco peruano con alerta roja de Interpol que atraparon en Ingeniero Budge por un crimen de hace siete años

Lo encontró la Policía Federal en el marco de un allanamiento por narcotráfico. Había sido detenido en 2017, pero logró escaparse por la ventana de un hospital

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Parte de los allanamientos para dar con Jesse Espilcueta
Parte de los allanamientos para dar con Jesse Espilcueta

Tras permanecer durante más de siete años prófugo, la Policía Federal detuvo a Jesse Odilon Ore Espilcueta, de nacionalidad peruana, quien cargaba con una alerta roja de Interpol sobre su cabeza por un crimen cometido en 2015 en la villa 1-11-14. El sospechoso, sin embargo, cayó en una investigación por venta de drogas de la fiscal María Julia Panzoni, titular de la UFI especializada de La Matanza. En los operativos, los agentes arrestaron a cinco sospechosos más y secuestraron cocaína, pasta base, armas y dinero en efectivo.

En los papeles, la historia criminal de Espilcueta comenzó el 30 de marzo de 2015, cuando junto a otros dos cómplices asesinaron a tiros a Carlos Santiago Saiache en las inmediaciones de la casa 150, de la manzana 28 en la villa 1-11-14 del Bajo Flores. Incluso, en ese momento, intentaron matar al hijo de Saiache, pero no lo lograron. Tras el crimen, Jesse Espilcueta escapó junto a un compañero. El tercero fue detenido en el momento. Por los modos del homicidio, los investigadores apuntaban a un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. Y, al parecer, estaban en lo cierto.

Dos años después, en 2017, la familia de Saiache vio a Jesse Espilcueta caminar por el barrio, como si nada hubiera ocurrido. Rápidamente, dieron aviso a la Gendarmería que lo arrestó. Aunque solo por pocas horas. Cuando quedó detenido, Espilcueta dijo a los gendarmes que se sentía mal, que le había bajado la presión. Entonces tuvo que ser trasladado al Hospital Piñeiro para que lo revisaran. Una vez en el centro médico, en un descuido, el hombre quedó solo en una habitación y logró escaparse por la ventana. Desde ese día carga con una alerta roja de Interpol sobre su cabeza.

Finalmente, esta madrugada, en un operativo concretado por agentes de la División Operaciones Área Metropolitana Oeste de la PFA, Espilcueta fue detenido en un domicilio ubicado en la calle Antonio Machado en Ingeniero Budge, zona Sur del conurbano bonaerense. El hombre tenía en su poder algunos gramos de cocaína listos para la venta, un ladrillo de pasta base, una pistola calibre 9 milímetros marca HK, cartuchos, municiones y cerca de 240 mil pesos. Jesse Espilcueta no estaba solo, cayó junto a un cómplice identificado como Jonathan Panta Montaño.

Jesse Odilon Ore Espilcueta
Jesse Odilon Ore Espilcueta

No fue el único operativo ordenado por la fiscal Panzoni. En paralelo al concretado en Ingeniero Budge, los efectivos de la PFA allanaron dos sitios donde presuntamente operaba la organización: un domicilio en la villa 1-11-14, donde no se encontró ningún elemento de importancia para la causa, y una plaza en Villa Celina, donde sospechosos hacían la venta al menudeo de la droga, ubicada en el cruce de la calle 11 y 2. Allí detuvieron a tres sospechosos. También secuestraron 500 gramos de cocaína, celulares y 2.000 pesos.

La investigación para dar con Jesse Espilcueta se inició cinco meses atrás con una información anónima que decía que la plaza de Celina era un punto de venta de drogas. Así, la fiscal Panzoni ordenó a los detectives de la PFA para que dieran con los sospechosos.

Parte de lo secuestrado en el domicilio de Jesse Espilcueta
Parte de lo secuestrado en el domicilio de Jesse Espilcueta

De este modo, luego de tareas de inteligencias y datos callejeros, los investigadores identificaron a Espilcueta como uno de los miembros de la organización. Rápidamente, apareció el alerta roja de Interpol que el Jesse cargaba por el crimen. Una vez que los investigadores tuvieron certezas de los movimientos de la banda y marcaron los domicilios, la fiscal Panzoni solicitó los allanamientos que, por el momento, dieron fin a la carrera criminal de Jesse Espilcueta.

Ahora, el hombre tendrá que responder por los delitos de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas reiterado en dos oportunidades, la evasión y la venta de drogas al menudeo. Por el momento, pertenece encerrado en un calabozo a la espera de ser llamado a declarar por los funcionarios judiciales.

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