Un pistolero de Rosario acusado de balear a un policía cayó por mostrar sus ametralladoras en las redes

Sebastián Antonio C. está acusado de cometer el ataque a Gabriel Sanabria, ocurrido a fines de mayo. Lo vinculan a bandas como Los Monos y Los Picudos

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Sebastián Antonio C., detenido por la Tropa de Operaciones Especiales.
Sebastián Antonio C., detenido por la Tropa de Operaciones Especiales.

Sebastián Antonio C., un joven de 23 años acusado de ser un pistolero para temibles bandas narco locales, fue detenido este miércoles por la noche en el barrio La Cerámica zona norte de Rosario acusado de ser el principal responsable en el ataque a tiros que dejó al borde de la muerte al policía motorizado Gabriel Sanabria el pasado 27 de mayo, luego de que recibiera diez tiros.

Cayó por un insólito hecho de osadía: se mostró en vivos de Instagram bailando reggeatón con las ametralladoras con las que habría cometido el hecho, que fueron incautadas en la casa de su madre.

Según fuentes del caso, Sebastián Antonio fue encontrado en un allanamiento realizado por la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado y la Tropa de Operaciones Especiales en una casa de Gallo al 1600. En el lugar se incautaron también 200 mil pesos y una moto Honda Wave con pedido de captura por robo, emitido el pasado martes. También tenía una pistola semiautomática calibre 9 milímetros, una pistola semiautomática calibre .380 y 80 municiones para esas armas.

El sospechoso estaba junto a un adolescente de 15 años que quedó a disposición del Juzgado de Menores de turno.

Abajo: la puerta rota por el ariete.
Abajo: la puerta rota por el ariete.

La fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli, que investiga el caso, llevará al sospechoso a audiencia imputativa el próximo lunes en el Centro de Justicia Penal, donde le atribuirá la presunta participación en la balacera al policía y agregará la tenencia ilegal de las armas y la moto robada que se hallaron en la casa donde fue arrestado.

Después del violento ataque a Sanabria en un procedimiento policial en Arijón al 400, en la zona sur, se dio una persecución que terminó en barrio Molino Blanco. Luego de ingresar a ese domicilio, encontraron a H. E. G. –un adolescente–, a la madre de Sebastián Antonio C. y a otro joven. Dentro de esa casa se incautó una mochila con dos pistolas, una UZI tumbera y una ametralladora PAM, que se investiga si fueron las usadas para tirarle al joven uniformado.

De acuerdo a datos que poseen investigadores policiales, el ahora detenido estaría relacionado a bandas como Los Monos y Los Picudos. La primera es una de las más conocidas bandas narco de Rosario. La segunda es una estructura criminal bajo investigación, cuyos integrantes son principalmente adolescentes –algunos de ellos ya presos– que operan en la zona sur de Rosario, en los barrios La Granada y Tablada, y en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez.

Sebastián en Instagram con las armas sospechadas.
Sebastián en Instagram con las armas sospechadas.

Sebastián C. ya había sido detenido el 9 de junio pasado, dos semanas después del ataque a Sanabria. Fue en un control de vehículos en Cafulcurá al 1400, en la zona norte, pero como en ese momento no tenía pedido de captura y lo aprehendieron sin sospechas de comisión de delitos, recuperó la libertad.

En la investigación de la fiscal Paolicelli ya hay cuatro imputados: dos adultos y dos adolescentes. Son la madre de Sebastián C., Mariana Soledad Meyer, de 41 años, y Brian Nahuel Brito, de 30, los primeros en ser detenidos. Estaban dentro de una casa de Hungría y Ayacucho, en el barrio Molino Blanco de la zona sur, donde la Policía incautó la mochila con cuatro armas. En ese lugar también fue arrestado H. E. G., un adolescente de 17 años bajo sospecha de haber estado dentro del Peugeot 206 desde el que dispararon contra el agente motorizado. Una pericia complicó a H. E. G., alias “Toto”, ya que su huella dactilar fue levantada de uno de los cristales del Peugeot. También, arrestaron a otro chico de 16 años.

Los adolescentes fueron indagados y están alojados en una cárcel para menores, a disposición de la jueza María del Carmen Musa. Se presume que integran “Los Picudos”, sospechada de alimentar de mano de obra barata a una subestructura de Los Monos.

En paralelo, el policía atacado de diez disparos estuvo un mes en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. En las últimas dos semanas presentó mejoras y fue pasado a sala general.

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