La Cámara de Casación rechazó la absolución de un hombre acusado de haber secuestrado y violado a una mujer

La Cámara Federal de Casación rechazó la absolución de un hombre acusado de abusar y drogar a una mujer en febrero de 2019. El fallo del máximo tribunal fue firmado en unanimidad por los jueces Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo M. Hornos, quienes integran la Sala IV. El acusado continuará detenido por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida mediante violencias o amenazas, abuso sexual con acceso carnal, agravados por la utilización de estupefacientes para la facilitación y ejecución de los delitos mencionados y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Se trata de Alexander Castañeda Loayza, quien fue encontrado culpable del secuestro de una mujer para violarla y drogarla en un domicilio en el barrio porteño de Floresta. El hecho que se le acusó ocurrió entre 9 y 23 de febrero de 2019, cuando Loayza llevó a la víctima, que en ese momento era su pareja, a una casa ubicada en Concordia al 700.

Allí, tras obligarla a consumir drogas, la abusó sexualmente, la golpeó y la privó de su libertar. En el expediente, la víctima relató lo ocurrido durante esos días y contó que Loayza la obligó a tener relaciones sexuales bajo la amenaza de que si no lo hacía la iba a golpear. De esta manera, la mujer, tras padecer los abusos durante varios días, logró escapar de la vivienda.

Una vez que logró salir, personal policial la encontró lastimada en la calle y la llevó a un centro médico donde los abusos y golpes fueron corroborados. Luego, la víctima realizó la denuncia contra el hombre.

Luego, el 28 de febrero de ese año se ordenó un allanamiento en el domicilio de Loayza, donde habían ocurrido los hechos. Los efectivos secuestraron una gran cantidad de drogas: 83,76 gramos de cocaína, fraccionados en 11 envoltorios y 2600 gramos de marihuana. El hombre quedó detenido y acusado por los distintos delitos.

Según quedó expuesto en la investigación, Loayza se dedicaba a la venta de drogas. Las que utilizaba para aprovecharse y atraer a al víctima, ya que sufría una adicción. Así, el hombre la drogaba para que esté con él.

De este modo, el fallo realizado por la Sala IV de Casación tras la absolución del hombre en su juicio, fue contundente.

Los jueces entendieron que la conclusión adoptada por el tribunal de juicio solo fue posible a partir de una consideración aislada de los elementos probatorios, y que se restó, sin una explicación suficiente, elementos probatorios de distintas declaraciones testimoniales que debieron ser analizadas considerando el contexto en el que ocurrieron los hechos.

Por ejemplo, en su voto, el juez Hornos consideró que el encausado debía ser condenado directamente en casación como autor de los delitos por los que fue imputado. Destacó que el caso juzgado requiere de cierta empatía judicial, y que, contrariamente, la sentencia recurrida contenía serias deficiencias.

Ya que se sostenía basándonos en erróneos preconceptos relativos al alcance de la intervención estatal dentro del “ámbito privado” de las personas, y que presentaba una fundamentación anacrónica y contraria a los principios humanitarios centrados en la persona humana como eje del sistema jurídico. Específicamente, advirtió la falta de análisis bajo una adecuada mirada que respete la perspectiva de género; a lo que sumó que erráticamente se trajo a valoración circunstancias que escapaban y resultaban inconducentes para la adecuada resolución del conflicto penal.

SEGUIR LEYENDO