Pidieron perpetua y una multa de $758 millones para Lindor Alvarado, uno de los capos más temidos de Rosario

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra hicieron su alegato inicial contra el jefe acusado de dos homicidios y una serie de ataques armados contra la Justicia

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Lindor Alvarado tras ser detenido en 2019.
Lindor Alvarado tras ser detenido en 2019.

Hoy por la mañana, Esteban Lindor Alvarado, uno de los capos del crimen organizado más temidos de Rosario, enfrentpo la primera audiencia del nuevo juicio en su contra. La lista de acusaciones incluye instigar el crimen del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre de 2018, así como el crimen de un joven llamado Cristian Enrique, secuestrado y asesinado.

También fue acusado de asociación ilícita, balaceras al Centro de Justicia Penal y los tribunales provinciales -una acusación que también le fue hecha a “Guille” Cantero, capo de Los Monos y enemigo de Alvarado- así como balear a la casa de una empleada de una fiscalía que lo investigaba.

En la audiencia inicial, realizada esta mañana, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, que llevaron a la cárcel a la jerarquía de Los Monos, pidieron prisión perpetua para el capo. La misma pena fue pedida para otros cuatro imputados.

Para Lindor Alvarado también se requirió una fuerte multa de $758 millones por el delito de asociación ilícita.

Schiappa Pietra y Edery, fiscales acusadores (Quique Galleto)
Schiappa Pietra y Edery, fiscales acusadores (Quique Galleto)

La audiencia se realizó en la sala 10 del Centro de Justicia Penal mismo. Alvarado participó vía Zoom desde el penal de Ezeiza, a donde fue trasladado en agosto del año pasado desde el penal de Piñero, luego de que un grupo comando asaltara la cárcel con ametralladoras para liberar a un grupo de presos en una osada fuga. Los jueces del proceso son , Patricia Bilotta y María Isabel Varela.

Los fiscales tienen citados a 141 testigos, entre ellos los ex ministros de Seguridad Maximiliano Pullaro y Marcelo Saín. Al contrario de “Guille” Cantero, que acumula más de cien años de cárcel en ocho condenas, Alvarado hasta ahora solo fue condenado a seis años de prisión por la Justicia de san Isidro, un caso del fiscal Patricio Ferrari, por robo de autos en esa jurisdicción.

En la audiencia, Lindor Alvarado se permitió una humorada. Dijo ser comerciante y comentó que tiene domicilio en “Riccheri y Constitución, en Rosario”, algo imposible ya que ambas calles son paralelas. Mauricio Laferrara, presunto sicario de la banda, aseguró ser fletero. Pidieron perpetua para él también.

Lindor Alvarado, en otra detención de larga data.
Lindor Alvarado, en otra detención de larga data.

En septiembre del año pasado, Alvarado fue señalado públicamente por autoridades del Ministerio de Seguridad santafesino y por la jefa de fiscales de Rosario como el presunto instigador del crimen de Carlos Argüelles, miembro de su banda que se acogió a la figura del arrepentido y fue asesinado de tres tiros. Desde el penal federal de Marcos Paz, y en diálogo con Infobae, Alvarado se despegó: “Me convenía que siguiera vivo”, afirmó. Supuestamente, lo declarado por Argüelles lo sacaba del rol de instigador del crimen del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en 2018 y se lo atribuía a “otra gente”. Alvarado no será enjuiciado por el crimen de Argüelles en el actual proceso.

El 11 de noviembre de 2018 a las 0:42, Lucio Maldonado estacionó frente a su casa de Garibaldi 608 del barrio Tablada y bajó de su flamante Chevrolet Cruze. En ese momento, se detuvo frente a él una camioneta Renault Kangoo gris con cuatro hombres armados que lo hicieron subir al vehículo. Uno de los sujetos subió al Cruze y siguió a la Kangoo. A las 2:59 del mismo día, un hombre regresó al Cruze al punto de partida.

La secuencia fue descripta con precisión gracias al registro de una cámara situada en la propia casa de Maldonado, de quien recién se supo dos días después, cuando lo encontraron con las manos atadas y tres tiros en el cuerpo.

Los fiscales a cargo del caso pidieron reconstruir mediante el GPS la trayectoria que siguió el Cruze durante la madrugada del secuestro: el registro del dispositivo había sido borrado. Pero mediante una consulta a la empresa que comercializó el auto se pudo recuperar el registro satelital que dio las coordenadas donde el vehículo había estado parado por una hora y cuatro minutos. El lugar era una casa quinta en una zona rural de Piñero, a 15 kilómetros de Rosario. Al verificar en el Registro de la Propiedad surgió que el dueño de la casa, más bien su usufructuario, era Esteban Lindor Alvarado. Como propietarios figuran sus hijos menores de edad.

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