Miseria criminal en Rosario: así es la casa del carpintero que incendiaron con él adentro y luego murió

El ataque ocurrió el domingo pasado en la zona sudoeste de la ciudad. Se investiga si lo mató una banda que quería quedarse con su domicilio para vender droga. También se sospecha que lo mataron por error

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La casa de Erminio tras el fuego.
La casa de Erminio tras el fuego.

La guerra por el territorio dealer en Rosario, donde cada casa humilde puede ser transformada a la fuerza en un bunker o un aguantadero, llegó a un nuevo extremo demencial. Un hombre de nacionalidad paraguaya de 50 años que hacía trabajos de carpintería en obras de construcción fue asesinado de una forma brutal en barrio Alvear, en la zona sudoeste. El domingo pasado, la precaria casa de Herminio Aguirre, ubicada junto a una vía del ferrocarril, ardió en llamas.

Herminio, que se había mudado al lugar hace siete meses, sufrió quemaduras en casi todo el cuerpo y fue internado: tras varios días de agonía, murió anoche en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Ahora, la Justicia investiga si el incendio fue intencional y si fue la posible consecuencia de haberse negado a darle su casa a una banda narco que la quería para vender droga.

Herminio vivía solo y junto a su precaria construcción estaban sus tres hijos en otra casa. El mayor de todos, D., de 15 años, fue el único que públicamente dijo que el incendio habría sido intencional y agregó un dato sobre los atacantes que le confiaron los vecinos: “Me dijeron que eran cuatro. No sé si estaban en auto, en moto, o qué. Pero es la primera vez que lo atacan”.

Es decir, ¿qué podría haber hecho Herminio para recibir una agresión tan feroz?

El hijo mayor del carpintero asesinado también afirmó que testigos le confiaron que los agresores podrían haberse equivocado, ya que un vecino que vive a dos casas atrás en ese pasillo supuestamente había sufrido extorsiones tiempo atrás.

Herminio, todavía con vida, fue retirado tras el incendio por una ventana trasera del domicilio y luego trasladado al hospital, donde ingresó con quemaduras en rostro, tórax, brazos y piernas. El director del hospital, Jorge Bitar, indicó que su estado desde un primero momento fue “crítico” y que parecía por las características de las lesiones que fueron por “fuego directo”. Por ese motivo, aún no estaba claro si los atacantes prendieron fuego la casa con el hombre adentro o si directamente rociaron con líquido inflamable el cuerpo de la víctima. Otra posibilidad la explicó su hijo mayor a Canal 3 de Rosario: “El fuego pudo ser en la puerta, pasa que la cama la tenía adelante”. Herminio, de acuerdo al menor, ya dormía porque se iba temprano a trabajar.

Restos: así quedó la casa por dentro.
Restos: así quedó la casa por dentro.

El crimen no ocurre en un vacío. En Rosario hay distintas investigaciones que dan cuenta de extorsiones a personas para que abandonen sus domicilios para colocar puntos de venta de droga, un fenómeno que existió históricamente en Buenos Aires, en puntos como la Villa 1-11-14 y la 31 bis. Esas amenazas se dan en distintos tonos según la organización: pueden estar acompañadas por balaceras, notas firmadas –a veces con una munición pegada con cinta– y hasta ataques incendiarios.

La hipótesis que investiga la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro de que el crimen fue porque la víctima se negó a entregar su casa a narcos no es la única. Testimonios que recolectó la brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal para la Fiscalía hablaban de un conflicto con otro vecino. Incluso circularon versiones de gente de ese barrio que lo sindicaba por un delito sexual del que no se conocen detalles.

El departamento criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal secuestró en la escena un bidón con líquido inflamable que fue pasado a un tubo de ensayo para la posterior pericia. La fiscal también ordenó un estudio del incendio a Bomberos Zapadores, para establecer cómo se iniciaron las llamas. El domicilio, por otra parte, está frente a las vías y un área del FONAVI. No se encontraron cámaras de videovigilancia públicas y se avanzaba para establecer si alguna cámara privada pudo haber tomado alguna imagen del ataque. También, la fiscal Fabbro buscará sumar los testimonios de sus otros dos hijos y de algún ocasional testigo, ya que el incendio ocurrió en un horario donde pudo haber sido visto por vecinos.

Los propios vecinos señalaron que hace cuatro meses habían baleado la casa del carpintero. Sin embargo, no había constancia de ese hecho en el Ministerio Público de la Acusación ni en los partes policiales de la Unidad Regional II. No se descarta que haya ocurrido, aunque se presume que no fue denunciado en ese momento.

Según los propios vecinos, la casa ya había sido baleada, aunque no hay constancias oficiales.
Según los propios vecinos, la casa ya había sido baleada, aunque no hay constancias oficiales.

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