Encontraron 215 kilos de cocaína oculta dentro de un camión en un control de Aduana en Gualeguaychú

El vehículo había salido desde el depósito de una empresa localizada en la zona sur del conurbano bonaerense e intentó cruzar a Uruguay

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El cargamento de drogas detectado por la Aduana
El cargamento de drogas detectado por la Aduana

Este sábado, la Aduana secuestró más de 200 kilos de cocaína que intentaban ser sacados del país en un camión que tenía como destino Uruguay. En el operativo, llevado a cabo en la localidad de Gualeguaychú, Entre Ríos, quedó detenido el conductor del vehículo.

Según informaron fuentes judiciales a Infobae, la droga estaba oculta en el semirremolque dentro de siete bolsones que no figuraban declarados en el manifiesto de carga y que se encontraban al costado de placas de yeso utilizadas en construcción, que sí era la mercadería declarada en la exportación.

El camión, de color azul y con patente uruguaya, es un Ford Cargo 4030, que más temprano había salido desde el depósito de una empresa localizada en la zona sur del conurbano bonaerense.

Antes de subir al puente internacional ubicado en la frontera con Uruguay, fue inspeccionado por los agentes aduaneros que descubrieron los estupefacientes tras cumplimentar con la presentación de la documentación. En total, eran 215 los kilos de cocaína que iban ocultos. Se trata de una cantidad alta y muy llamativa para los movimientos narco actuales, analizó una fuente del caso ante la consulta de Infobae.

La cocaína era transportada junto con placas de yeso
La cocaína era transportada junto con placas de yeso

Hay una primera hipótesis del recorrido del cargamento. Se cree que la cocaína podría haber sido empacada en Buenos Aires para otro destino final: Europa, vía un puerto uruguayo. Lo sospechoso en esta versión es que la droga haya sido “dormida” en un depósito porteño para viajar otra vez de vuelta en dirección norte, con rumbo al país vecino, cuando podría haber hecho un viaje directo.

Se sospecha, también, que el viaje de la cocaína podría ser una suerte de plan B. Por lo pronto, es una investigación que recién comienza y que se tramita en el Juzgado Federal de Gualeguaychú, a cargo del juez Hernán Sergio Viri. El magistrado ordenó a personal de la Gendarmería Nacional la detención del hombre que conducía el camión, el secuestro de la cocaína y también del vehículo.

El vehículo salió desde el depósito de una empresa localizada en la zona sur del conurbano bonaerense
El vehículo salió desde el depósito de una empresa localizada en la zona sur del conurbano bonaerense

Esta semana, hubo otra causa judicial iniciada a partir de una denuncia de la Aduana, en este caso presentada ante el Juzgado Nacional en lo Penal Económico 5 de la Ciudad de Buenos Aires, dirigido por el juez Diego Amarante, y luego derivada al juzgado federal de Campana a cargo de Adrián González Charvay. El organismo denunció el ingreso de contrabando al país de varios vehículos de lujo.

Se trató de un Porsche Boxter S, dos motos BMW Adventure y un camión Mercedes Benz Actros 1831, que fueron secuestrados el jueves por efectivos del Departamento Delitos Federales de la Policía Federal en varios allanamientos que se realizaron en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires.

Los rodados habían sido ingresados a Argentina de acuerdo con el régimen que permite la repatriación de los bienes de argentinos que vivieron en el exterior y vuelven al país. La denuncia inicial señalaba que las personas que hicieron ese trámite de repatriación seguirían viviendo en el exterior y solo entraron al país para firmar los papeles de los vehículos.

Fuentes judiciales explicaron a Infobae que la resolución que regula la importación de bienes de argentinos que vuelven del exterior luego de dos años o más de residencia afuera establece que los autos deben estar registrados en un domicilio fijo, con un trámite de ingreso a la Argentina iniciado al menos tres meses antes de la llegada con una factura de compra o declaración de valor adjunta. Agregaron que los vehículos no pueden ser vendidos por al menos dos años después de la llegada al país.

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