Tragedia en Ensenada: un dogo atacó a una nena de dos años y la mató

El perro pertenecía a la familia y la víctima sufrió diversas heridas en el rostro y el cuello

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El perro pertenecía a la familia y mordió a la nena en la cara y el cuello (Imagen ilustrativa)
El perro pertenecía a la familia y mordió a la nena en la cara y el cuello (Imagen ilustrativa)

Una nena de dos años murió en el Hospital de Niños de La Plata tras ser atacada por un perro de raza dogo argentino. El hecho ocurrió en una casa del barrio El Dique, en el partido bonaerense de Ensenada, según indicaron las fuentes policiales.

También agregaron que el animal pertenece a la familia y que el ataque del perro aconteció en la casa que comparten en las calles 127, entre 34 y 35.

La víctima fue trasladada inmediatamente por sus padres al Hospital Rossi de La Plata, pero debido a la gravedad de las heridas -principalmente en el rostro y en el cuello, sobre todo en la parte cervical- los médicos decidieron derivarla al Hospital de Niños de La Plata, en donde falleció minutos después de haber ingresado por un paro cardíaco.

Desde el hospital aseguraron que la fiscal Virginia Bravo, titular de la UFI N° 7, lleva adelante la causa por “averiguación de causales de muerte”.

Ataque de pitbull a una nena en San Miguel

Este no fue el primer caso del estilo este año. En septiembre, una nena de siete años fue atacada por un pitbull en la localidad bonaerense de San Miguel. El video es dramático. En el se observa la salvaje agresión, que quedó registrada por la cámara de seguridad de un comercio, cuando la menor caminaba por la calle junto a su mamá hacia un local cercano a su casa.

A mediados de aquel mes también trascendió un trágico episodio en San Juan. Allí, Lara Rebecca Agüero, de nueve años, fue asesinada por un pitbull que se había escapado en el barrio Malimán del departamento de Rawson. El perro la mordió en el cuello y la arrastró hasta una casa lindera. La nena murió minutos después a causa de la gravedad de las heridas antes de llegar a un centro de salud, donde intentaron reanimarla sin éxito.

(Imagen ilustrativa)
(Imagen ilustrativa)

En enero de este año, el American Kennel Club (AKC) añadió a su lista de razas de perros puras al dogo argentino. Se trata del registro de perros de raza pura más grande de los EEUU y la única organización sin fines de lucro, de allí el logro del reconocimiento.

En su sitio web, el registro norteamericano elaboró un apartado “Conoce a la nueva raza reconocida por AKC: Dogo Argentino”, en el que aclara que, para comenzar, quien esté pensando en tener un dogo argentino “debe ser un líder y un dueño de perros experimentado. En otras palabras, firme, seguro y consistente”.

Ese fue el mensaje claro de Amy Collins, propietaria de animales de esa raza desde el año 2000 y secretaria del club matriz, el Dogo Argentino Club of America, fundado en 1985.

“Los dogos son muy activos y necesitan algún tipo de trabajo para mantenerse estimulados. Pueden ser necesitados y buscar atención también. Necesitan conocer sus límites desde el principio -describió la mujer-. Deben tener una familia que se involucre y asigne una alta prioridad a socializarlos desde el momento en que entran a su casa. Esta es una raza de carácter fuerte y puede ser muy terco y desafiante. El propietario debe tener la misma mentalidad para que sea un paquete coherente. Un dogo aburrido puede ser un dogo destructivo”, indicó.

El cruzamiento metódico incluyó razas como bulldog, bull terrier, mastín de los Pirineos y alano español, y otras como pointer, boxer, gran danés, dogo de Burdeos e Irish Wolfhound, para conseguir altura. Para 1947, el dogo argentino ya estaba creado y estabilizado. Y fue en 1964 cuando se reconoció oficialmente a la raza en la Argentina y, en 1973, a nivel internacional por la Federación Cinológica Internacional (FCI).

En 1964 se oficializó a la raza en Argentina (Imagen ilustrativa)
En 1964 se oficializó a la raza en Argentina (Imagen ilustrativa)

En diálogo con Infobae, Jorge Alberto Funes, propietario junto con Ulises D' Andrea Nores del criadero La Cocha, en la provincia de Córdoba, consideró que “por lo general se lo relaciona con fuerza, poder y si caen en manos de gente que no es idónea en el manejo, o les gusta que el perro sea agresivo, es un peligro”.

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