Neurodiversidades y Espacios de Calma en la Ciudad de Buenos Aires

Con el paso de los años, la sociedad comenzó a entender el universo de las neurodiversidades. Lo mismo sucedió con distintas instituciones o distritos, como en el caso de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Pero de qué hablamos al mencionar a las neurodiversidades?

“Es una condición como puede ser la altura, el peso, el color de cabello o el tono de voz. Es una condición inherente al individuo y tiene que ver con cómo se formó las áreas del cerebro que hacen al procesamiento de la información”, informó a Infobae la Licenciada en Ciencias Sociales y Humanidades y diplomada en Necesidades Educativas y Prácticas Inclusivas en TEA, Leticia Piris.

También explicó que dicho procesamiento hace que sean muy sensibles a las luces, a los ruidos fuertes o a los colores vibrantes que tengan mucha percepción a nivel táctil. “Y en problemas de comprensión, como puede ser la literalidad absoluta, lo cual hace muy difícil la elaboración de consignas abstractas, como suelen ser las consignas en el aula”, agregó la especialista.

A su vez, Piris observó que existe una problemática concreta en las instituciones educativas, donde los docentes y el personal directivo no saben qué hacer con los alumnos con neurodivergencias cuando se desregulan. “Es frecuente que los envíen a la dirección o que los saquen al pasillo, y que los hagan deambular por la escuela. Hasta que logran regularlos, los padres son frecuentemente llamados para que los retiren, esto hace que finalmente ante el agotamiento familiar los terminan retirando de la escolaridad”, lamentó.

En este punto, señaló que no se necesita mucho lugar para conformar un Espacio de Calma; que sea cerrado y transparente, para que pueda ser visto desde afuera por los adultos; con material sensitivo para su regulación, como mantas de peso, juguetes sensoriales, hamacas y piso de goma eva. Y determinó: “Son materiales que realmente son baratos, accesibles y que podrían solucionar y, sobre todo, descomprimir las situaciones de incertidumbre y de algunos casos de violencia en las aulas”.

Un proyecto que busca la inclusión

En la última sesión ordinaria de la Legislatura porteña, el Cuerpo Legislativo votó el proyecto sobre Espacios de regulación sensorial, emocional y de calma en instituciones educativas, con autoría del diputado porteño por la Unión Cívica Radical (UCR)/Evolución, Guillermo Suárez; y que contó con 49 votos afirmativos, dos negativos, cuatro abstenciones y seis ausencias.

“Me intereso por los temas que puedan hacer mejorar y hacer más accesible las escuelas y las instituciones sanitarias de la Ciudad”, remarcó Suárez en comunicación con Infobae, quien también integra las comisiones de Salud y Educación. Y confirmó que la iniciativa contó con el soporte académico y profesional de la Asociación CEA Solidario.

Según el documento aprobado, la iniciativa tiene por objeto “impulsar el desarrollo de espacios multisensoriales y de calma específicos, dentro de las instituciones educativas, como herramienta que promueva el bienestar integral de los estudiantes con neurodivergencias en situaciones en que se genere necesidad dentro de la jornada escolar”.

A su vez, estos deberán estar equipados con elementos que generen la posibilidad de “regulación emocional y calma sensorial en los alumnos”. Y que requieran una atención particular en momentos determinados de la jornada escolar, permitiéndoles la estimulación positiva en un ámbito adecuado, para continuar desarrollando sus actividades escolares.

La aplicación, que estará regulada por el Ministerio de Educación porteño y que se financiará de acuerdo a la partida presupuestaria correspondiente, será de forma gradual, de acuerdo a las necesidades, evaluación y posibilidades estructurales, en las instituciones educativas del nivel Inicial y Primario y en la Modalidad Educación Especial, del sistema educativo público estatal y de gestión privada.

“Como al resto de la sociedad, estos temas nos son relativamente nuevos y desconocidos y tanto yo como otros colegas hemos llevado a cabo en este año distintos eventos para conocer y difundir esta temática. Hay un interés genuino por entender, aprender y construir las herramientas necesarias para hacer una ciudad más inclusiva”, determinó el diputado.

Asimismo, Suárez presentó un proyecto de la misma índole para las instituciones sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires y que podría tratarse este año en la Casa Legislativa porteña. El mismo contempla la creación de “un espacio físico de regulación y desensibilización sensorial, emocional y de calma” en los sectores que impliquen prácticas invasivas, como herramienta de contención e integración de los pacientes que presenten neurodivergencias. Y requieran su utilización en dichos establecimientos públicos o privados.

A fines del año pasado, el arquero del Club Atlético Independiente, Rodrigo Rey, se quejó de la falta de inclusión en la escuela a la que asiste su hijo Benicio, su hijo de 8 años que padece Trastorno del Espectro Autista (TEA). Como respuesta, el guardamentas y su familia recibieron una carta documento del Instituto José Manuel Estrada de City Bell, donde les informaron que ni Benicio ni Renata serían matriculados en 2025. Sin embargo, la Justicia falló a favor del futbolista a través de una medida cautelar, que asegura la matrícula escolar de sus hijos.

Plazas y espacios en la Ciudad

La comprensión y el abordaje de esta temática también se transformó en una necesidad, en lo que refiere al eje porteño. Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), puntualizaron que, en los ítems para la conformación de un proyecto de patio de juegos, se contempla un Espacio de Calma cercano al espacio de acompañantes y los juegos de primera infancia, y que sea “un área más tranquila y alejada de los juegos más dinámicos”. Estos sectores cuentan con características de contención, serenidad y accesibilidad para las personas que, por determinada condición, característica personal o simple elección, puedan disfrutar de espacios más tranquilos.

El ministro de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, Ignacio Baistrocchi, informó que, en este primer año de gestión, mejoraron 25 Espacios de Calma en distintos parques y plazas; que son espacios donde se puede jugar, meditar, conversar, contemplar, o simplemente descansar. “Buscamos una Ciudad que crezca para todos, con entornos accesibles, seguros y pensados desde una mirada de verdadera inclusión”, expresó el ministro a Infobae.

Desde dicho ministerio indicaron que, en los últimos meses, se renovaron la Plazoleta García Lorca, la Plaza Domingo Olivera, la Plazoleta Félix Liceaga y el Parque Vuelta de Obligado, que cuentan con Espacios de Calma. Y que se suman a la lista que integran Plaza Mafalda (el primer patio de juegos en contar con uno), Plaza Arenales, Plaza Malaver, Plaza Chile, Plaza Benito Nazar, Parque Rivadavia, Plaza Martín Fierro, Plaza Haroldo Conti, Parque Avellaneda, Plaza Noruega, Plaza de los Colegiales, Plaza Udine, Plaza Asunción, Parque Centenario, Plaza Lavalle, Plaza Palacios, Plaza Francisco Canaro, Plaza Unidad Nacional, Parque España, Parque Lezama y Lugano.

“Las plazas con juegos neurodiversos están pensadas para que todos los chicos tengan la oportunidad de jugar, divertirse y compartir, cada uno a su manera. Renovarlas es reconocer que no todos necesitamos y disfrutamos de las mismas cosas. Seguimos trabajando para crear espacios que sean accesibles para todos”, concluyó para este medio la Vicejefa de Gobierno y presidente de la Legislatura de la Ciudad, Clara Muzzio.