Ciudadanía italiana: por qué una nueva regulación podría complicar el trámite para los argentinos que buscan gestionarla

Se trata de la Circular N° 43347 que emitió el Ministerio del Interior del país europeo. Si bien no tiene fuerza de ley, la norma alcanza para aumentar los requisitos necesarios para quienes busquen tener la doble nacionalidad

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El passaporto rosso que tienen los ciudadanos italianos
El passaporto rosso que tienen los ciudadanos italianos

Si obtener la ciudadanía italiana era complicado hasta hoy, desde ahora habrá que sortear otro obstáculo para conseguirla. Los consulados de todo el mundo empezaron a aplicar una normativa —la Circular N° 43347 firmada por el Ministerio del Interior del país europeo— con la que se introdujo una nueva condición para aquellos que busquen tener la doble nacionalidad.

La legislación de Italia indica, a partir de la Ley N° 91/1992, que todo hijo (sin importar donde lo hayan dado a luz) de padre o madre nacido en ese país es también italiano, por “derecho de sangre”, o ius sanguinis, como se expresa en los tribunales.

Con esta norma, los argentinos que quieren hacer el trámite históricamente se dirigieron a la Cámara Nacional Electoral, donde se pide el Certificado de No Naturalización, para comprobar si su antepasado adquirió la ciudadanía de su país adoptivo y, como consecuencia, perdió la italiana. Si ese fuera el caso de un padre, por ejemplo, su hijo solo mantenía la nacionalidad europea si había nacido antes de la naturalización, y de esta manera se podía pasar de todas formas la línea de sangre de aquel país.

Este punto es justamente el que cambió la Circular N° 43347, publicada a principios de octubre a partir de dos fallos de la Corte Suprema de Casación italiana que reinterpreta la legislación vigente.

Antes, si uno nacía con sangre italiana así se mantenía más allá de lo que hiciera su ascendencia. Ahora, lo que sugiere la nueva normativa es que si el padre abandonó la nacionalidad italiana por la de otro país, lo mismo ocurrirá con su hijo si es menor de edad, debido a la patria potestad del progenitor.

La torre de Pisa (Imagen Ilustrativa Infobae)
La torre de Pisa (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ese menor que “dejó de ser italiano” por la decisión de su padre tiene una ventana disponible hasta los 22 años para volver a reclamar su nacionalidad original. Si no lo hace ya no habrá marcha atrás.

Esto quiere decir que solo podrían empezar el trámite de la ciudadanía aquellas personas que tienen un antepasado italiano que nunca se naturalizó argentino; o que sí lo hizo, pero recién cuando su hijo o hija ya era mayor de edad.

“A la fecha podemos afirmar que esta circolare ya está siendo aplicada por algunas comunas, consulados y tribunales, por lo que cada caso deberá ser analizado en concreto, ya que no en todos los casos significará un impedimento la naturalización del AVO (último antepasado) durante la minoría de edad de su hijo, y deberá evaluarse según el lugar de presentación”, indicó el sitio especializado Siamo Italia.

Cabe destacar que las circulares no tienen fuerza de ley, sino que funcionan como una sugerencia del Ministerio del Interior italiano para los organismos que controla. Sin embargo, el nivel de impacto que tenga quedará sujeto a las instrucciones de aplicación que emita el Gobierno de ese país a cada consulado.

El portal citado recomendó a quienes estén haciendo el trámite o tengan pensado iniciarlo que “estén alerta”, ya que “esta corriente ciertamente restrictiva respecto de la interpretación de la Ley de Ciudadanía es cada vez más fuerte, por lo que no es este el único medio en el cual se hace visible la idea de ‘recortar’ el acceso a la ciudadanía italiana”.

La opción legal más elegida para iniciar el trámite ante la falta de turnos

Una mujer camina entre pancartas del Napoli en el centro de Nápoles, Italia, el martes 18 de abril de 2023. El club está a punto de consagrarse campeón de la liga italiana por primera vez después de 30 años, desde la era de Diego Maradona. (AP Foto/Andrew Medichini)
Una mujer camina entre pancartas del Napoli en el centro de Nápoles, Italia, el martes 18 de abril de 2023. El club está a punto de consagrarse campeón de la liga italiana por primera vez después de 30 años, desde la era de Diego Maradona. (AP Foto/Andrew Medichini)

Obtener la ciudadanía italiana desde la Argentina se ha convertido en un desafío cada vez más complejo. La falta de cupos, la sobrecarga de solicitudes y la lentitud del sistema hacen que muchos se vean obligados a esperar años antes de poder siquiera empezar el trámite. A esto se suma que, en muchos casos, una sola persona de una familia debe ingresar la carpeta completa, lo que multiplica la complejidad.

No obstante, la obtención de este pasaporte es clave para abrir nuevas puertas, tanto personales como laborales. Por eso, resulta fundamental descubrir algunas soluciones alternativas como la posibilidad de resolver esta cuestión en suelo europeo o recurrir a la vía judicial.

Desde De. Martín & Asociados, un estudio que se dedica a realizar este tipo de gestiones, sostienen que el deseo de obtener la ciudadanía italiana ha crecido exponencialmente en los últimos años. Este aumento en la demanda causó un colapso en el sistema de turnos consulares, lo que hace que cada vez más personas opten por acudir a la justicia como una solución.

El estudio consultado afirmó que los juicios por demora consular son una excelente oportunidad para quienes desean adquirir la ciudadanía sin tener que desplazarse a Italia. De hecho, este proceso judicial se lleva a cabo en aquel país, pero no requiere que el solicitante viaje.

De. Martín & Asociados se encarga de realizar todos los trámites ante el tribunal competente: aquel que corresponde a la comuna donde nació el ancestro seleccionado (AVO) por el o los solicitantes para acceder a la nacionalidad.

Este mismo mecanismo aplica para casos en los que el descendiente directo es hijo o hija de una mujer dentro de la línea de descendencia que nació antes del 1 de enero de 1948, trámite conocido como la vía judicial materna.

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