Durante la pandemia, la utilización de menores en pornografía creció más del 500% en Argentina

Son datos de la Línea 137 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Asimismo, la violencia en entorno digitales se disparó casi un 200% y el grooming un 124%. Facebook y Fundación Red por la Infancia lanzaron en Argentina la campaña “Denuncialo, no lo compartas” sobre la importancia de no compartir esos contenidos

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Durante la pandemia, la utilización de menores en pornografía creció más del 500%
Durante la pandemia, la utilización de menores en pornografía creció más del 500%

La pandemia de la COVID 19 encerró al mundo, y los meses de confinamiento obligaron a reacomodar los engranajes de sostén de las familias. De un momento a otro tocó compartir los mismos espacios para trabajar, criar, educar, cuidar, relajar, hacer deporte, sin redes de contención ni distribución con abuelas, jardines, colegios, niñeras ni clubes. En esta peli de terror que nos tuvo como protagonistas, las pantallas pasaron a ser el salvoconducto al exterior, a los afectos; la única chance de socializar con el resto de la humanidad recluida y de acelerar el eterno día de la marmota. Tablets, celulares y computadoras abandonaron, entonces, las filas del lujo para transformarse en bienes de necesidad y salud mental. Como contracara: fueron también el escenario de diferentes violencias.

Según datos de la Línea 137 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el total de violencias en entornos digitales aumentó, durante el 20 de marzo y el 20 de septiembre de 2020, un 195,3% respecto al mismo período de 2019. La utilización de niños, niñas y adolescentes en pornografía se disparó un 522,5% y el Grooming, 124%.

Violencias sexuales en entornos digitales durante el ASPO
Violencias sexuales en entornos digitales durante el ASPO

En el siglo 21, el peligro dejó de encarnarse en el folclórico “hombre de la bolsa” para quedar a un solo click de nuestros hijos e hijas y dentro de casa.

“La tenencia y el consumo de imágenes de explotación sexual de niños no es un fenómeno reciente, pero ─como todas las violencias digitales─ se agravó con la pandemia. Confluyeron varios factores: por un lado, los chicos pasaron más tiempo online, desconociendo los peligros del mundo virtual y animándose a hacer cosas que no harían en el mundo real. Por otro lado, la brecha en la alfabetización digital entre niños y adultos dificultó la tarea de protección por parte de padres y madres en una coyuntura que recrudeció los ataques”, explica a Infobae Paula Wachter, directora ejecutiva de Fundación Red por la Infancia.

Paula Wachter
Paula Wachter

Una de las principales formas de ejercer violencia en entornos digitales es el Grooming o Ciberacoso, delito penado que se produce cuando una persona adulta utiliza medios electrónicos para contactar y acosar a una niña, niño o adolescente para que realice prácticas sexuales para las que no está preparada/o ni puede dar consentimiento. El adulto (groomer) toma una identidad falsa, se hace pasar por un chico o una chica y así engaña a su víctima. Suele ser frecuente además la producción, comercialización, publicación, divulgación o distribución de imágenes o videos de menores en pornografía.

Navegaciones seguras

¿Qué podemos hacer los y las adultas para proteger? ¿Cómo dejamos de andar a tientas si no vivimos infancias atravesadas por “lo digital” que nos sirvan de guía? ¿De qué manera habilitamos surfeos saludables por la web?

El estudio “Kids Online/ Chic@s Conectados. Investigación sobre percepciones y hábitos de niños, niñas y adolescentes en internet y redes sociales”, publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), plantea en sus conclusiones diferentes líneas de acción: políticas públicas que promuevan una convivencia digital de respeto, generación de capacidades en el sector educativo para lograr lidiar con conflictos que muchas veces se generan en las redes y llegan al aula, armonización de mecanismos de denuncia, y dotar de información a las familias a través de iniciativas de concientización.

Grooming
Grooming

Precisamente, sobre esta falta de info pone la lupa la última campaña “Denuncialo, no lo compartas” que Facebook y Red por la Infancia acaban de lanzar en Argentina. La iniciativa ofrece orientación a las personas sobre qué hacer cuando se encuentran en las redes sociales con contenidos que exponen a niños, niñas y adolescentes, y advierte que compartirlo ─incluso cuando se hace por indignación, horror o conmoción─ es ilegal, agrava la situación y causa más daño a la víctima.

Así lo explica para Infobae Daniele Kleiner, gerenta de Seguridad y Bienestar para Facebook en América Latina: “Trabajamos con los principales expertos en la prevención de la explotación infantil para comprender cómo y por qué las personas comparten este contenido ilegal. Se parte del entendimiento de que este comportamiento a menudo ocurre debido a la falta de información. Nuestro objetivo es educar a las personas en la plataforma para que denuncien el contenido de la manera correcta ayudando a proteger a los niños y niñas y a crear un ecosistema de la internet más seguro para ellos”.

Daniele Kleiner
Daniele Kleiner

La campaña se complementa con materiales que contribuyen a detectar, actuar y denunciar ante las diferentes modalidades de violencia sexual: una guía práctica sobre explotación de niñas, niños y adolescentes disponible en el sitio web de la Fundación Red Por la Infancia, y herramientas en las plataformas de Facebook para reportar en línea. Por ejemplo, se puede notificar una conversación en Facebook tocando el nombre de la persona con la que se conversa y seleccionando “Hay un problema”.

Para Wachter es tan fundamental desparramar el conocimiento como tironear la manta corta del Estado: “Apuntamos a que todos sepan que al alcance de su mano está la posibilidad de proteger a un niño o niña. Pero otro eje que detectamos en el caso a caso es que se avanzó mucho en los canales de denuncia y en la efectividad de la justicia para abordar estos temas, mientras sigue pendiente una política integral que contemple la reparación integral de las víctimas. Es importante evitar estos delitos y a la vez garantizarles el acceso a la salud mental a quienes sufren los abusos”.

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