La Usina de Justicia distinguió a la OEA y a representantes del Poder Judicial

En el evento fueron reconocidos el camarista Gustavo Hornos, los fiscales José María Campagnoli y Daniel Rodolfo Pavlovsky y la legisladora porteña Natalia Fidel

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La Usina de Justicia premió a la Organización de los Estados Americanos
La Usina de Justicia premió a la Organización de los Estados Americanos

En el marco del segundo cóctel anual y con motivo de celebrar los cinco años de trabajo, la asociación civil Usina de Justicia (UJ) premió a la Organización de los Estados Americanos (OEA), destacó a una legisladora y distinguió la labor de varios representantes del Poder Judicial.

Con la conducción especial de Fernando Bravo, la cita tuvo lugar en el Hotel Palace Alvear y reunió a distintos actores de los sectores público y privado que fueron recibidos por la presidente de la UJ, Diana Cohen Agrest. Asistieron, entre otros, el candidato a presidente por el Frente Despertar, José Luis Espert; el juez de la Corte Suprema de la Nación, Horacio Rosatti; el embajador del Reino Unido en Argentina, Mark Kent; el diputado Luis Petri, y el constitucionalista Daniel Sabsay, entre otros.

En primer lugar, fueron distinguidos el juez de de la Sala IV de Casación Federal Penal, Gustavo Hornos, por su vocación para promover la participación de las víctimas en los juicios. De igual modo, fue reconocida la tarea de los fiscales José María Campagnoli y Daniel Rodolfo Pavlovsky. También, a la diputada de la Ciudad de Buenos Aires Natalia Fidel le valoraron su promoción del patrocinio gratuito para las víctimas.

(Nicolás Stulberg)
(Nicolás Stulberg)

Luego, se hizo entrega del Premio Anual Usina de Justicia a la OEA en reconocimiento por su Plan de Acción Hemisférico para Orientar la Elaboración de Políticas Públicas de Prevención y Reducción del Homicidio Intencional. El secretario general de la organización, Luis Almagro, quien no asistió por cuestiones de agenda (en su lugar estuvieron Farah Urrutia y Héctor Schamis), agradeció el premio y expresó la necesidad de “transformar esta realidad violenta que atravesamos en la región en base a intervenciones alineadas a proteger y preservar el derecho más fundamental, el derecho a la vida”.

Cohen Agrest tomó la palabra para cerrar el encuentro. En su discurso, alzó la voz por continuar la transformación de la Justicia y llamó a terminar con la orfandad procesal: "La llamada ley de víctima nació como un pecado de origen: salvo en excepciones, a víctima continúa en soledad, sin un querellante, sin un fiscal que necesariamente impulse la causa a su favor, y con un juez que a menudo se erige como un segundo defensor del victimario. La transformación comenzó con esa ley y en honor a los principios de igualdad y no discriminación, exigimos la inclusión del patrocinio universal del abogado para las víctimas del homicidio y femicidio”.

En el centro, la diputada porteña Natalia Fidel
En el centro, la diputada porteña Natalia Fidel

La Usina de Justicia está integrada por familiares de víctimas de la violencia delictiva, además de abogados, jueces, psicólogos, comunicadores y otros profesionales sensibilizados por el flagelo difícil de combatir. Se fundó en 2014 pero comenzó a gestarse tres años antes, cuando el hijo de la filósofa Cohen Agrest fue asesinado por un delincuente que se encontraba en libertad condicional.

Ezequiel Agrest, de 26 años, murió el 8 de julio de 2011 en una entradera cuando intentó defender a una compañera de estudios en su casa del barrio porteño de Caballito.

El asesino de Ezequiel, Sebastián Pantano -hijo de un ex policía de la Federal- fue condenado en 2013 a 18 años de prisión. Tras el juicio, Cohen Agrest fundó Usina de Justicia para ayudar a las familias de las víctimas de delitos a obtener “una justicia justa”.

La cita convocó a más de cien personas, entre miembros de la organización e invitados
La cita convocó a más de cien personas, entre miembros de la organización e invitados

Entre sus principales objetivos, la asociación busca “defender, promover los derechos y alentar la participación de las víctimas en el proceso penal y en la ejecución de las penas; coordinar políticas públicas con autoridades nacionales y provinciales para mejorar la prevención de conductas delictivas graves; y contribuir al acompañamiento de las víctimas de homicidios, a través de la colaboración interinstitucional y el suministro de recursos útiles”.

Gracias a un trabajo constante y calificado, Usina ha logrado convertirse en un referente nacional en materia de defensa de las víctimas del delito, llegando a apoyar y a acompañar a familias de cerca de mil víctimas. Carolina Príncipe, Matilde Sarabia, Ana Giachetti, Marcela Dal Verne, Eloy Pachelo o Guillermo Bargna son algunos de los padres, hermanos o esposas que perdieron un ser querido y que fueron contenidos por la organización.

Fotos: Nicolás Stulberg